La Flotilla de la Libertad recalará esta semana en Cantabria
La Bahía de Santander tendrá esta semana un visitante que nos habla de conflicto, pero desde la perspectiva de la ayuda humanitaria y el apoyo a la población civil, al contrario de lo que fue habitual durante unos años en el Puerto de Santander, primero con los barcos de la muerte rumbo a la Guerra de Yemen con explosivos cargados aquí o la criminalización de los migrantes que intentaban acceder, sin éxito, y aún así fueron llamados polizones y convertidos por el Puerto y quienes amplificaban su discurso en las principales amenazas para su supervivencia, pese a que los resultados económicos crecían año tras años, como incoherentemente sostenían las mismas voces.
Porque el barco Handala de la Flotilla de la Libertad, una iniciativa de la sociedad civil que fleta un barco Rumbo a Gaza para tratar de romper el bloqueo que sufre por parte de Israel, llegará la semana que viene a Cantabria, sumándose así a las distintas acciones que, de pueblo a pueblo, vienen recorriendo una geografía de la solidaridad que ya acumula paradas en Torrelavega, Cabezón de la Sal, Unquera, la Universidad de Cantabria, la zona oriental de Cantabria, la Parroquia San Pío X en El Alta o el espacio fluent en Santander, entre otros.
El anuncio lo hace en sus redes sociales Rumbo a Gaza y los detalles de la estancia del Handala en Cantabria se concretarán tanto en esos espacios como en los del Comité de Solidaridad con los Pueblos-Interpueblos, la organización de carácter internacionalista que viene impulsando distintas acciones de solidaridad con Palestina ante su exterminio por Israel.
RUMBO A GAZA
Rumbo a Gaza es una iniciativa de sociedad civil a sociedad civil impulsada por personas de diferentes ciudades del Estado español que quieren manifestar su solidaridad con la población de Gaza de una manera activa y eficaz rompiendo el injusto embargo que mantiene ahogada a la población.
Se trata de una iniciativa pacífica amparada por las legislaciones española e internacional, no adscrita a ningún partido político español, europeo, palestino o internacional y cuyo fin último es coadyuvar a la búsqueda de una solución que ponga fin al sometimiento del pueblo palestino mediante un acuerdo justo y acorde con los Derechos Humanos.
Su trabajo se remonta a 2009 –lo que ya de por sí recuerdo lo prolongado de una situación cuyo contador no empezó hace un año–, y se formó la Coalición de la Flotilla de la Libertad que tenía como principal objetivo romper el bloqueo a Gaza por mar. Los fundadores de dicha coalición fueron la Coalición Europea Contra el Bloqueo a Gaza, Ship to Gaza Greece, Ship to Gaza Sweden, IHH (Insani Yardim Vakfi), Palestinian Solidarity Campaign y Free Gaza Movement que empezaron a trabajar para poder enviar a Gaza una flota de barcos la primavera del año 2010.
Desde entonces se han desarrollado distintas campañas, algunas de las cuales han sufrido ataques y asaltos en aguas internacionales por comandos navales israelíes, que se han saldado con muertos, heridos o presos.
Sus travesías se han materializado en distintas embarcaciones, desde el Gernika –como el inmortal cuadro de Picasso que retrata el bombardeo de este pueblo vasco por la aviación nazi –aliados, como el fascismo italiano, del bando franquista en la Guerra Civil, el que tras la victoria impuso la dictadura militar—al Estelle, Arco de Gaza –que fue bombardeado—, o varias ediciones de Mujeres Rumbo a Gaza, con mujeres de todo el mundo que quisieron evidenciar así la lucha de las mujeres palestinas frente al genocidio y por la cohesión de sus comunidades.
En 2018, en una de las embarcaciones iba una enfermera cántabra, Lucía Mazarrasa, quien llegó a ser retenida y deportada por Israel.
La enfermera jubilada cántabra retenida en Israel será deportada
CONTRA LA OCUPACIÓN
Las acciones llevadas a cabo por la Flotilla de la Libertad están encaminadas a denunciar el ilegal bloqueo israelí a las aguas territoriales palestinas. Estas acciones son pacíficas, de sociedad civil a sociedad civil, y piden el respeto de los derechos humanos del pueblo palestino.
En ellas se exige el fin de la colonización y limpieza étnica que se está realizando en Palestina, y que la potencia colonial ocupante (Israel) “acate la legalidad internacional cumpliendo con las resoluciones de las Naciones Unidas y los organismos internacionales que le obligan a poner fin a la ocupación” de unas tierras que no estaban reconocidas como suyas en la delimitación de fronteras, así como el fin del bloqueo, el derribo del muro, permitir el regreso de la población refugiada que expulsó y compensarla por los daños y perjuicios, además del juicio a Israel por los crímenes cometidos.
HANDALA
Este barco se llama Handala, un personaje creado por Naji Al-Ali en 1969, caricaturista político palestino y uno de los dibujantes más leídos del mundo árabe, que fue asesinado en Londres en 1987
Y representa a un niño de espaldas, descalzo y con la ropa hecha jirones, está dejando huella en el arte y como símbolo de protesta y resistencia del pueblo palestino. Handala tiene 10 años, la misma edad que tenía Ali cuando se convirtió en refugiado en 1948.
De hecho, los estudiantes de Columbia que, dentro de la ola de protestas globales de apoyo a Palestina –materializadas en Cantabria en la acampada en el Inter que le arrancó a la UC un comunicado de apoyo a Gaza– ocuparon en abril el Hamilton Hall -que rebautizaron Hind’s Hall- desplegaron una pancarta con el personaje en caricatura palestino Handala, un niño de espaldas.
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