«Pasear por Somo o Castro Urdiales saboreando un helado puede ser un plan estupendo»
Fresa, vainilla, chocolate, nata, kiwi, pistacho, leche merengada, yogur, limón, sobao pasiego….. Javier González de Soto es un apasionado de los helados y, por eso, después de 15 años dedicándose a la jardinería, el año pasado decidió abrir en Somo ‘Helados de Luna’. Y han gustado tanto, que desde este verano se encuentran también en Casto Urdiales.
Cuenta Javier en una entrevista para EL FARADIO, que el helado es mucho más que un producto, que tiene algo de sueño, porque siempre está vinculado con la infancia o con momentos de felicidad «a nuestra heladería todo el mundo entra contento, es como una celebración», explica.
Por cosas, así, por sus propios recuerdos de infancia comprando un helado, por lo ricos que le parecen, porque de forma automática se vinculan con momentos estupendos, un día decidió dar el paso y reinventarse.
El éxito de la heladería abierta en Somo el año pasado le animó a abrir un segundo establecimiento, en un local situado en una zona de mayor población para ampliar la temporada y así es como se encontró con el local de Castro Urdiales, que le pareció una oportunidad que no podía dejar pasar. «Se ve el mar desde la heladería», matiza. También cuenta que intentó abrir un establecimiento en Santander, pero el elevado coste de los alquileres le hizo desistir…. de momento.
Algo a lo que da mucha importancia este nuevo empresario heladero es al proceso de elaboración y a las materias primas. Insiste en que ‘Helados de Luna’ vende un producto totalmente artesanal hecho con las mejores materias primas, siempre que se puede, de kilómetro cero y ecológicas. «En Helados de Luna utilizamos leche fresca de pasto que nos sirve Víctor de la ganadería La Cántara de Revilla; el zumo de limón es de los producción ecológica ‘La Flor del Limón’. de Novales; el yogur natural nos lo sirven los ganaderos de Clen que lo fabrican con el excedente de leche; usamos queso de la quesería Tres Valles Pasiegos, miel de Cantabria, del Dobra; Brownie artesano que nos hace una repostera artesana de Mazcuerras; sobao pasiego de indicación geográfica protegida…. hasta el barquillo es de aquí, de la marca Tanis. Y cuando no encontramos aquí el producto, lo buscamos siempre de la mejor calidad», nos cuenta.
Un plan de verano que a Javier le parece estupendo puede ser coger la lancha y plantarse en Somo para tomarse un helado. «Es fácil encontrarnos, porque estamos en la calle principal que lleva a la playa, que es la calle Isla de Mouro, 2. Estamos muy visibles, con nuestro toldo azul»; o acercarse hasta Castro y caminar por el paseo marítimo. «Allí el local lo tenemos en una ubicación fantástica, justo antes de la subida a la iglesia, en pleno Paseo Marítimo. Son dos localidades muy bonitas que merecen un paseo comiendo un helado».