En la misma piedra

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Aún aturdido por los resultados electorales, no queda más remedio que afrontar los resultados.

No aprendemos.
Y lo que es peor : nada indica que vayamos a hacerlo.
La experiencia nos lo confirma.
Una y otra vez cavamos nuestra fosa.
Cada vez más profunda.

Quienes no se presentan a las elecciones, porque eso es de pobres, siempre ganan.
Siguen marcando la senda por donde deben transcurrir los acontecimientos, para que a ellos les siga yendo de fábula.

Y nosotros, con el caramelito envenenado de creer elegir nuestro destino, hacemos el resto y completamos el círculo.

Porque la realidad es bien distinta.
La realidad es que votar es gratis.
No exige el más mínimo esfuerzo ni compromiso.
Ni siquiera la molestia de apuntarse en una lista un par de veces anticipadamente en año electoral, debiendo confirmar que te interesa votar, y estar inscrito para poder hacerlo.

Y claro. Luego resulta que, personas, mejor dicho gente, que no se ha formado la más mínima composición de lugar sobre los acontecimientos y el devenir de los mismos, el día de autos vota , y ELIGE PARA TODOS que el fascismo gobierne nuestras vidas.

Porque su voto vale lo mismo que gente , mejor dicho personas que si han formado su criterio. Sea éste el que sea.
Y , como todos los votos valen lo mismo, los populismos ganan.

Por eso en las campañas electorales, no se habla de problemas y cómo solucionarlos
Tan sólo necesitan decir, lo que los más desfavorecidos , la mayoría , quieren oír.
Porque su falta de criterio hace el resto.
Es la fiesta de la democracia.
Una democracia que damos por supuesta y que no se puede perder. Enorme error.

Sin caer en la cuenta de que existen políticos OKUPAS, que utilizan las libertades y derechos conquistados , para alcanzar el poder y , precisamente limitar nuestros derechos.
En favor y al servicio de unos intereses concretos y nada generales.

Y eso nos lleva a poner como dirigentes de nuestro destino, a políticos no necesariamente fascistas, si bien no beligerantes con ellos , que nos colocan trampas , siguiendo un modelo que les funciona.

Nos piden que «APORTEMOS ALEGACIONES » sobre cómo nos parece que se puede especular correctamente con el alquiler turístico.

O se niegan a aplicar medidas de control que traten de evitar lo que ya parece USURA Y EXTORSIÓN en lo que se refiere al precio incontrolado del alquiler.

O achacan los males existentes a una ley de vivienda estatal que no aplican , mientras se niegan a promulgar una autonómica para Cantabria que nos aporte una cobertura justa y proclame el DERECHO SUBJETIVO de los cántabros en materia de vivienda.

O nos dicen que » SIEMPRE ESTAREMOS CON LOS MÁS DESFAVORECIDOS » , mientras no se pronuncian inequívocamente a favor de implantar un PROTOCOLO ANTIDESAHUCIOS en su ayuntamiento.

No vaya a ser que dejen su costumbre de » llegar tarde «, como dijo el concejal Lavín hace un par de años.

Suerte, y no previsión, ha habido para que no se haya llegado tarde más veces en éstos dos años largos transcurridos , porque a razón de tres desahucios semanales en Cantabria, es milagroso el que no hayan habido más desgracias.

Porque es lo que tienen los desahucios. Nublan la mente.

Y aquellos a quienes confiamos nuestro destino, alimentan la confusión, en una ceremonia en la que todo se mezcla.

Presentan la ocupación, como si fuera okupación. Con » K «.

Cuando lo primero, no es más que el clavo ardiendo al que se aferran familias desesperadas abandonadas por la administración , y sin otra alternativa que habilitar una vivienda vacía ( casi siempre de un gran tenedor, cuando no de la Sareb) , intentando regularizar la situación mediante el pago de un alquiler social , y lo segundo, con » K «, representa la actividad de un movimiento antisistema de muy diverso origen. Hoy casi residual.

Salvo en política.

Y también en la judicatura.
Cuyo organismo rector , el CGPJ , lleva okupado fuera de plazo , casi 6 años, sin renovarse.

Y mientras, nosotros a opinar.
Que todas las opiniones valen.
Y no sólo valen. Cuentan.
Y no sólo cuentan.
Cuentan lo mismo.

Y ojo !
No son los únicos, los políticos o aspirantes a serlo , quienes se valen del conteo del número de opiniones para hacerse valer.

Vale para los ámbitos más variados.

Desde una comunidad de vecinos que opina sobre si reformar o no la fachada, sin tener en cuenta que puede ser peligroso no hacerlo , pasando por una cuadrilla de amigos que deciden bajar un río el próximo finde , olvidando que dos miembros del grupo no saben nadar.

Y así en todo tipo de grupos.
Manejados por gente que tiene tres bombillas y dos están fundidas.
Sin pararse a pensar que, cuando aceptas una responsabilidad, tienes la obligación de no empeorar la vida de quien confía en ti.

Así nos va.

Y todos, profesionales, aspirantes y aficionados, presentan elementos comunes.

* Utilizan consignas con rango de dogmas de fé, que no se cuestionan.
Así se fascina al iluso , se amordaza al crítico , y el impostor se beneficia.

* Todos se procuran el amparo de un hábitat , carente de debate , en donde sea la opinión, muchas veces fabricada a golpe de eslogan o Tweet, y no los argumentos quien triunfe.

* La opinión mide al criterio. El bulo impide vislumbrar la verdad.
Se proclama una cosa y se realiza la contraria.

Así , en ése paritorio de ocurrencias, pueden aparentar ser protagonistas , incluso asegurar haberlo sido, en lugar de comparsas .

Y , por supuesto, no sufren las consecuencias de sus actos.

A ellos no les afecta.

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