4.000 jóvenes estudian en los centros educativos en torno a la nueva casa de apuestas de Peñacastillo
Hasta 4.000 jóvenes y adolescentes estudian en los distintos colegios e institutos de la zona de Peñacastillo y Nueva Montaña en cuyo radio de influencia se quiere instalar una nueva casa de apuestas.
El dato lo aporta en sus alegaciones a la solicitud de licencia ante el Ayuntamiento de Santander de la empresa Ludere Operadora para un local de juego en Hermanos Calderón 28 la activa y reivindicativa AMPA de uno de esos centros, el colegio Estella (que en los últimos meses ya dieron la batalla para lograr la reforma, ya adjudicada, de su pabellón polideportivo, tras décadas de deterioro y goteras, y que también son muy activas pidiendo mejoras en la movilidad, con la organización del bicibús).
En detalle, en las alegaciones, consultadas por EL FARADIO, esos centros son los colegios Nueva Montaña o Elena Quiroga, y los institutos González de Linares, Peñacastillo y el Centro Integrado de FP nº1.
Estas alegaciones son las segundas que trascienden después de las que presentaron los propios vecinos de Hermanos Calderón 28, mientras FAPA, la federación que agrupa a las asociaciones de familias en los colegios, ha pedido una reunión extraordinaria del Consejo de Coordinación del juego del Gobierno de Cantabria, órgano de representación previsto en la Ley del Juego.
Las familias del Marqués de Estella coinciden en uno de los argumentos con los vecinos de Hermanos Calderón , que han alegado que la Ley marca 500 metros de separación entre casas de apuestas y centros educativos o de salud mental, y al margen de que según se hagan las mediciones, hay centros o espacios en los que sí que se está a menos de ese medio kilómetro, piden trascender y revisar esa proporción, posibilidad prevista en la propia norma autonómica.
Y es que, más allá de la distancia, el local ha elegido un emplazamiento “estratégico” en una zona de paso de cientos de jóvenes y adolescentes, por tanto, de exposición a una práctica que puede generar adicciones como la ludopatía, como vienen advirtiendo instituciones y expertos, además de constatarlo las propias familias en su día a día.
Es decir, recalcan, “el establecimiento de estos límites tiene como objeto la protección de los más jóvenes y vulnerables”, como mencionaba expresamente la Ley del Juego de 2022, y, en consecuencia “licitar un local de juego en la ruta escolar de tantos alumnos tendrá consecuencias negativas sí o sí”.
Así, recuerdan que el 25% de las personas adictas al juego son jóvenes de entre 18 y 25 años, y que hecho España es el país europeo con mayor tasa de ludópatas entre los 14 y los 25 años, teniendo en cuenta que el perfil medio de las personas que padecen ludopatía es el de un hombre joven, de bajos recursos y baja formación.
Así, en línea con las vecinos de Hermanos Calderón — que recordaban que aunque la Ley buscaba conciliar la actividad económica con la protección de la salud de menores o colectivos vulnerables, debía primar la salud–, las familias del Estella recalcan que “esta licencia antepone los intereses privados de una empresa a la seguridad y la salud de casi 4.000 alumnos de la zona”.
“La empresa que ha solicitado la licencia obviamente quiere estar cerca de sus potenciales clientes, los jóvenes”, aseveran, añadiendo que “es responsabilidad del Ayuntamiento el análisis del barrio y población afectada, antes de la concesión”, que es municipal.
Así, animan a presentar más alegaciones, que pueden usar estos y otros argumentos, y que pueden presentarse online a través de este enlace del Ayuntamiento de Santander.
Y además hay ya una petición de Change.org para recabar firmas que confirmen el amplio rechazo social a la casa de apuestas que quiere instalar Ludere Operadora.
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