Una gran movilización el próximo 28 de julio impugnará el modelo turístico
En 2018, desde Cantabria No Se Vende se impulsaba la campaña #CantabriaFinita, para cuestionar el mantra de que el desarrollo de nuestra comunidad debiera pivotar alrededor del turismo, que en ese momento suponía el 11% del PIB y el empleo autonómico. Desde entonces, vienen defendiendo corregir el abandono del sector agroganadero e industrial (aún hoy con más peso en la economía) para tejer un modelo que tenga en el turismo, regulado para resultar sostenible, un complemento de una economía productiva y no su principal sustento.
La pandemia evidenciaría después el riesgo de depender tanto del turismo, pero además cuestionaban otras consecuencias de importancia para la calidad de vida de la sociedad que acoge al turista, como la masificación de nuestro entorno, el trabajo temporal y precario, la degradación del medio ambiente y el paisaje,la saturación de servicios públicos como la Sanidad o el encarecimiento del precio de la vivienda, la hostelería y hasta la cesta de la compra.
Cinco años después, el modelo turístico que tachan de “impuesto”, porque se ha negado el deseable debate público y las políticas unívocas se limitan a“cuantos más turistas vengan mejor”, se ha agudizado.
La negativa gubernamental a adoptar medidas reguladoras ha llegado al punto de plantearse Cantabria como “la Ibiza del norte”, desarrollarse una Ley del Suelo con visos de inconstitucionalidad por su permisividad para urbanizar el suelo fértil y que en cada vez más localidades solo haya alquiler de vivienda turística.
Para articular este sentir cada vez más extendido de rechazo al turismo masivo, diversos movimientos sociales, culturales, vecinales, de trabajadores, mujeres y por el derecho a la vivienda, han acordado convocar una gran movilización conjunta el próximo 28 de julio en Puente San Miguel, oficialmente ‘Día de las Instituciones’, para manifestar en las calles la voluntad popular de impugnar este modelo. Y lo harán bajo el lema común de “Cantabria para vivir”, en referencia a que las políticas debieran priorizar el bienestar de quienes habitan y trabajan en la Comunidad durante todo el año.
Grupos de apoyo por todo el territorio
A su vez, los vecinos de las zonas afectadas están organizándose en grupos comarcales, abriendo el debate hurtado sobre las consecuencias del modelo turístico, mapeando las principales amenazas especulativas en su entorno, estudiando acciones correctoras y repartiendo materiales para visibilizar el descontento ante la masificación.
Si a principios de mes hubo un gran encuentro en la comarca del Saja, el próximo domingo 30 de junio serán los jardines de la Casa de Cultura de Laredo los que acojan esta asamblea vecinal, que seguirá replicándose por el territorio hasta confluir en la gran movilización del 28 de julio en Puente San Miguel.