En una entrevista en EL FARADIO DE LA MAÑANA, en Arco FM, Elizabeth Borja, abogada y miembra activa de la asociación Romanés, ha destacado las serias desigualdades que enfrenta la comunidad gitana en España. «La realidad es que en el día a día tenemos vulneraciones como negación de vivienda, el trabajo o el colegio por los apellidos o el barrio donde vives», ha afirmado, haciendo hincapié en que la discriminación es una constante en la vida de la población gitana. Según ella, la pertenencia a este grupo étnico sigue siendo la principal causa de exclusión social y discriminación en el país.

La Plataforma Romanés, a la que pertenece Elizabeth, se dedica a la defensa de los derechos de la comunidad gitana, luchando contra los estereotipos y promoviendo igualdad. Fundada en 2001, la asociación ha centrado parte de sus esfuerzos en la educación, trabajando incansablemente para los más jóvenes, si así lo quieren, y que puedan terminar los estudios obligatorios y seguir formándose. «Cada vez son más los que acceden a la universidad y sacan sus títulos», ha comentado la abogada y ha considerado que estos logros no aparecen en los medios de comunicación, que continúan mostrando una realidad negativa sobre las personas gitanas.

También ha resaltado el trato desigual y los comportamientos que sufre este sector de la población, incluso a aquellos que tienen estudios. «Nos tratan de forma diferente y, a menudo, no creen que seamos gitanos por haber estudiado, pero lo que no entienden es que la comunidad gitana es diversa y heterogénea», ha dicho. La abogada ha mencionado ejemplos concretos de discriminación como no ser contratados en sitios, restándose así sus oportunidades laborales y también las educativas, por el simple hecho de tener ciertos apellidos o vivir en ciertos barrios. Estas barreras no solo les limitan a la hora de poder progresar, sino que contribuyen a la pobreza y exclusión social.

En cuanto a los datos sobre discriminación, Elizabeth Borja ha explicado que los gitanos son el grupo más discriminado en España, según el Eurobarómetro de la Comisión Europea. «El 70% de los gitanos han reportado experiencias de discriminación, un porcentaje mayor que el de otros colectivos», ha destacado. Le siguen las personas de color y después por razones de orientación sexual. Estos datos muestran la necesidad de medidas para combatir este problema.

Un incidente que le ocurrió a Elizabeth Borja, que demuestra todo lo que ha relatado. Ella tuvo un desencuentro con una docente que consideraba necesario poner la palabra gitana en el currículum, algo que, a juicio de la abogada, no era necesario. Por otro lado ha recordado que hay muchas barreras hacia las personas de este colectivo que han estudiado, ya que en muchos casos ser gitano y tener una carrera se suele ver como incompatible. Este tipo de pensamientos y actitudes muestran que aún falta mucho para sensibilizar a la población sobre este tema y hay mucha incomprensión sobre la diversidad dentro de la comunidad gitana.