Una recogida de firmas pide que el parking de El Sardinero no se convierta en uno de pago
Un proyecto sobre el que se han dado varios giros y que también genera protestas ciudadanas. En este caso, una recogida de firmas a través de la plataforma Change.org. La petición ha logrado ya más de 800 firmas para que el aparcamiento de los Campos de Sport de El Sardinero siga siendo gratuito, como hasta ahora.
El proyecto del Ayuntamiento de Santander cambió de cómo era en origen a cómo se pretende ejecutar. De más de ocho millones de euros se quedó en poco más de cuatro, pero porque ya no se hará un aparcamiento subterráneo. Es decir, no se aumentará la capacidad del espacio, pese a que los fondos europeos iban a sufragar un porcentaje muy alto del coste de las obras. Y dejará de ser gratuito, lo que pone en tela de juicio la condición de disuasorio que se le otorga al aparcamiento.
El espacio de este aparcamiento, según recoge la petición de firmas, sirve para que personas de las afueras de la ciudad o que vienen de otros municipios puedan dejar ahí su coche y después llegar en el TUS, o caminando, hasta su puesto de trabajo o su lugar de estudios. Es decir, un sitio con posibilidad de albergar unos 800 vehículos particulares para no tener que llenar más el centro de la ciudad.
Por eso la petición dice que la decisión se puede reconsiderar y seguir fomentando la movilidad sostenible sin cobrar a los usuarios del espacio. Y pide el apoyo también de la ciudadanía de Santander, sea o no sea usuaria de ese aparcamiento.
Aunque ha habido mucha indefinición en las declaraciones que han salido desde el Ayuntamiento respecto a si el parking será de pago o no, en los documentos, consultados por EL FARADIO, de licitación del proyecto sí se recoge que haya un sistema centralizado de control de accesos, que permitirá gestionar el acceso de los vehículos y el pago, por un importe de 178.389,560 euros.
El proyecto de aparcamiento en El Sardinero contempla sistemas de pago
Lo que estaba pensado era hacer ese aparcamiento subterráneo, lo que podía aumentar la capacidad de acoger vehículos privados en unas 500 unidades. El proceso de licitación del proyecto llegó a ponerse en marcha y la adjudicación fue para Ingeconsul, gracias a una baja temeraria que fue permitida por la Mesa de Contratación.
Tras el cambio en el proyecto, el Ayuntamiento tuvo que acudir al argumento del mantenimiento de las plazas. Al no haber parking subterráneo y hacer algunos arreglos en la superficie, el aparcamiento va a perder un pequeño número de plazas, pero, fundamentalmente, se va a quedar como está.
Al conocerse el cambio del proyecto, empezaron a llegar las críticas. La Mesa de Movilidad Bahía de Santander señalaba los retrasos que se estaban acumulando a la hora de llevar a cabo la obra, y también que, con el cambio a una fórmula de pago, el aparcamiento deja de ser disuasorio.