El aparcamiento de El Sardinero se financia con fondos europeos para la aceleración de las Zonas de Bajas Emisiones
El Ayuntamiento de Santander somete en estas semanas a licitación su proyecto para aparcamiento en los Campos de Sport de El Sardinero, en las explanadas a ambas lados del estadio del Racing en las que ya hay en la actualidad zonas de estacionamiento. Lo presupuesta en 4,1 millones de euros, ya han admitido que tendrá menos plazas que el actual y, frente a la falta de concreción sobre cómo se pagará, el proyecto ya contempla mecanismos de pago.
La obra se justifica como un aparcamiento disuasorio e intermodal, es decir, para aparcar y utilizar más el transporte público a la hora de acceder al centro urbano (funciones que ya se cumplirían con su actual definición, ya que es la misma ubicación junto a la autovía y el Intercambiador de autobús de El Sardinero, en línea con las nuevas líneas de movilidad internacional que buscan reducir las emisiones al intentar que se disminuya el tráfico de coches.
Y para financiarse, no íntegramente, ha recurrido a los fondos europeos creados a raíz de la crisis económica que supuso la paralización de la actividad por la pandemia del COVID-19. En España, esos fondos se gestionan a través del llamado Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia, creado por el Gobierno central. El PP hizo bandera de cuestionar que esos fondos llegaran a ayuntamientos y comunidades gobernados por ellos, pese a que se rigen por sistemas de puntos y efectivamente han llegado (La vez que el Ayuntamiento de Santander estuvo a punto de perder este tipo de fondos se debió a un error municipal y la solución vino gracias a una ampliación de plazo habilitada desde el Ejecutivo central).
LAS ZONAS DE BAJAS EMISIONES
Ese Plan de Recuperación se concibió como una forma de acelerar determinadas políticas u objetivos como la digitalización o la protección del medio ambiente, y dentro de él se articularon subvenciones a los municipios para la implantación de las Zonas de Bajas Emisiones, así como la transformación digital y sostenible del transporte urbano.
Las Zonas de Bajas Emisiones son espacios dentro de las ciudades en los que se reduce el uso del transporte privado, como los centros urbanos, en los que habitualmente se produce más tráfico. Son frecuentes en ciudades europeas y en España son obligatorias por Ley para núcleos de población que en Cantabria son Santander y Torrelavega. Tenían que haber estado listas en 2023, pero una vez superado el año electoral, tampoco se implantaron.
Torrelavega ha avanzado en su implantación, en medio de un debate social local entre quienes veían la delimitación restrictiva y los que la consideraban escasa, lo que refleja que había margen para su fijación. Po su parte, en la capital cántabra se fue dilatando sin que aún se haya ni planteado dónde serán, mientras se argumentaban cosas que nunca recogió la Ley, como que se quería prohibir totalmente el tráfico en todo el centro urbano. En realidad, se plantean limitaciones –se puede definir qué vehículos entran o no- y las calles afectadas las selecciona el propio Ayuntamiento.
FONDOS EUROPEOS LIGADOS A LAS ZONAS DE BAJAS EMISIONES
En concreto, según la documentación municipal del proceso de licitación consultada por EL FARADIO, el Ayuntamiento se presentó ya en septiembre de 2021 a ese convocatoria.
Lo hizo con la solicitud “Impulso a la movilidad activa, fomento del cambio modal y transformación digital y sostenible del transporte urbano de Santander», para el que solicitó una subvención de 7,8 millones de euros.
Finalmente, se les concedió 2,4 para el proyecto de construcción de “aparcamiento disuasorio intermodal” en la explanada del campo de fútbol de El Sardinero.
La concesión de esta ayuda es previa al cambio en el proyecto, que inicialmente preveía 1.300 plazas al sumar al aparcamiento actual una planta subterránea a la que renunció tras los estudios previos. Desde el Ayuntamiento se ha garantizado, ante las advertencias de la oposición, que la reducción de plazas no se traducirá en un descenso de la subvención.
La orden, detallada en los documentos municipales, recoge objetivos como la aceleración de la implantación de la zona de bajas emisiones, el fomento del cambio modal en el transporte urbano o reducir sus emisiones y aumentar la digitalización.
PANELES INFORMATIVOS
No es la primera vez que el Ayuntamiento de Santander justifica un proyecto en la necesidad de acelerar la implantación de Zonas de Bajas Emisiones que todavía sigue sin estar en funcionamiento: la conexión de los nuevos paneles informativos de las paradas de autobús se adjudicó de urgencia para cumplir esos objetivos y para no perder fondos europeos, para la digitalización y para la aceleración de la implantación de las Zonas de Bajas Emisiones.
La adjudicación fue con rechazo porque la primera versión de la licitación diseñada por el Ayuntamiento quedó desierta, es decir, no atrajo a ninguna empresa. Para la segunda, se contactó con empresas para que ayudaran a que se adaptaran mejor sus condiciones a la realidad del sector, pero finalmente sólo hubo una aspirante, Chispas (habitual en adjudicaciones o subcontrataciones ligadas al alumbrado o instalaciones como la pista de patinaje navideña en la Plaza Porticada.
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