Historia de un despropósito: el aparcamiento de El Sardinero que el PP se empeñó en vender como disuasorio
Eldiario.es, El Diario Montañés o la Cadena Ser informan este viernes de que el proyecto de aparcamiento en El Sardinero, junto a los Campos de Sport, que el Ayuntamiento de Santander insiste en ‘vender’ como disuasorio perderá los fondos europeos que iban a ayudar a financiarlo al cambiar de forma sustancial el proyecto, que pasó del subterráneo anunciado en plena campaña electoral a una remodelación del de superficie ya existente.
La noticia generaba todo tipo de reacciones y las seguirá produciendo en los próximos días y horas: el PSOE anunciaba una convocatoria de prensa urgente e IU pedirá la paralización en el pleno. Sucede en plena Semana Europea de la Movilidad, con ayuntamientos del entorno de la Bahía, como Astillero, apostando por nuevas formas de circulación, y el mismo día que se producía una nueva -y exitosa-cita del bicibús del Estella, en Peñacastillo.
Este mismo viernes, además, Cantabristas anunciaba en redes sociales la convocatoria de una concentración de protesta, el próximo sábado 28 de septiembre, a las 12.00 horas, contra un proyecto presupuestado en 4,1 millones de euros.
Oposición y colectivos vecinales o de movilidad, además de un intenso debate tuitero, advertían de que tal y como estaba concebido, no respondía a los parámetros mínimos de lo que se entiende como aparcamiento disuasorio, además del riesgo de lo que se ha difundido hoy, la pérdida de fondos europeos que, paradójicamente, iban encuadrados en una convocatoria para acelerar la implantación de las Zonas de Bajas Emisiones, en los que el Ayuntamiento va particularmente rezagado.
LA ADJUDICACIÓN
El proyecto ya despertó dudas en el propio proceso de adjudicación del estudio previo, el que se hizo para diseñar un aparcamiento subterráneo finalmente descartado por los costes. Este estudio se adjudicó tras aceptarse una baja temeraria de la finalmente adjudicataria, en un proceso en el que, por cierto, aparecen empresas relacionadas con el derrumbe de hace varios años en Sol 57.
EL DETALLE DEL PRESUPUESTO
Una vez adjudicado, yendo al detalle de los pliegos, consultados por EL FARADIO, se corroboraba que el proyecto consistía básicamente en volver a asfaltar la zona, además de levantar nuevas instalaciones.
EL PAGO
Uno de los asuntos que todavía esta semana la alcaldesa Gema Igual no quería confirmar era si será de pago o no: las declaraciones públicas marcadas por la indefinición no se corresponden con lo detallados que son los pliegos públicos, que confirman que, efectivamente, tiene sistemas de pago ya previstos y presupuestados.
El proyecto de aparcamiento en El Sardinero contempla sistemas de pago
EL MODELO DE MOVILIDAD
Por aparcamiento disuasorio se entiende aquel que está en las periferias y sirve para dejar el coche en él y coger otro medio de transporte hasta llegar a los centros urbanos en los que suele haber más tráfico: el objetivo es reducir el volumen de vehículos y, por tanto, de emisiones , con la consiguiente mejora en la salud (y el impacto económico positivo que confirman distintas investigaciones en las zonas en que desciende el tráfico o se mejoran las zonas peatonales).
El aparcamiento se vendía también desde el PP como intermodal: intermodal significa que permite la conexión con otros medios de transporte. En este caso, ya se contaba con la parada de la línea central del MetroTus. De hecho, esa línea hizo que en el pasado la alcaldesa se refiriera al estacionamiento como disuasorio. Las únicas aportaciones en clave de intermodalidad ahora son la mejor conexión con la autovía, prevista en los pliegos, o con la incorporación de puntos de recarga de vehículos eléctricos.
En cualquier caso, como recordaba el modelo de ciudad aprobado la pasada legislatura y aquí ni se ha mencionado, la instalación de disuasorios lleva una consecuencia lógica: un incremento de las frecuencias y capacidad del transporte público.
EL MODELO DE CIUDAD
Más allá de todo lo relacionado con la movilidad y los reiterados tropiezos del PP santanderino con esta área (desde el frustrado Metrotus hasta el modelo de movilidad ciclista basado en la ocupación de las aceras en lugar de en las calzadas o las dilaciones constantes en el cumplimiento de la Ley que establecía las Zonas de Bajas Emisiones), en el aparcamiento de El Sardinero afloran constantes en el modelo urbanístico de la capital, como la renuncia a los servicios públicos o la falta de control de las actividades privadas.
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