Las familias del Colegio de Educación Infantil y Primaria (CEIP) Menéndez Pelayo de Santander muestran su “indignación” por la falta de comunicación oficial, incluyendo plazos de actuación concretos y de planificación tras la clausura hace dos semanas del patio del centro debido a la aparición de grietas.

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Desde el AMPA y las familias admiten que so bien han existido  comunicaciones con el consejero de Educación, Sergio Silva, desde el día de la clausura del colegio hasta el día de hoy las familias no han recibido comunicación oficial alguna por parte ni del Ayuntamiento de Santander, con competencias en mantenimiento de centros, ni de la Consejería, lo que ha generado una “gran preocupación y desconcierto”.

Según detallan, las “escasas” explicaciones proporcionadas hasta el momento se han centrado “exclusivamente” en los problemas técnicos (las grietas) y su reparación de urgencia, pero, objetan, “sin considerar el bienestar y las necesidades de los niños y niñas”.

Así, hasta la fecha, no se conoce el alcance del daño ni tampoco el plan de actuación para solucionarlo, ni los plazos que se están barajando.

Esta falta de información y planificación ha hecho que el alumnado lleve dos semanas sin poder utilizar ni el patio cubierto ni el pabellón, lo que afecta negativamente a su desarrollo y bienestar, explican: en estos momentos, los niños y niñas no tienen un lugar donde jugar ni descansar en caso de lluvia ni un lugar apropiado en el que realizar Educación Física, Psicomotricidad o actividades extraescolares.

MÁS ALLÁ DE UNA SITUACIÓN PUNTUAL

Sobre todo, recalcan que “no es una situación puntual”, ya que el colegio tiene serias deficiencias desde hace años.

Entre ellas, citan  el plan de evacuación del centro, que carece de escalera de incendios (desde la que evacuar a las plantas superiores en caso de emergencia) o de mangueras contra incendios, el mal estado de las ventanas, el pésimo estado de los baños o el patio, que se encuentra seriamente dañado, todo ello en un edificio histórico de la ciudad.

Las familias y la AMPA han expresado su preocupación y han solicitado reiteradamente intervenciones para mejorar el estado del colegio, pero hasta la fecha la mayoría de estas reivindicaciones no han sido atendidas.

Por eso, la AMPA insta a una comunicación “clara y transparente” por parte de las autoridades competentes de manera urgente y solicita un plan de actuaciones “transparente, con plazos establecidos y consensuados” con la comunidad educativa.

“Es inaceptable que, tras dos semanas, no se haya proporcionado un informe definitivo sobre la situación y las medidas que se van a adoptar, tanto técnicas como educativas”, señalan, y recalcan que “es imperativa una solución inmediata y eficaz” que permita al alumnado volver a utilizar estas instalaciones de manera segura sin que su actividad diaria y su bienestar se vea afectado por una situación inesperada (como las actuales grietas), por un cierre de los espacios del colegio (“con el tremendo perjuicio que esto causaría a las familias”) o por unas actuaciones que se realicen en los espacios del centro dentro del horario lectivo o periodo escolar.

El AMPA está siguiendo de cerca la situación del centro y las diferentes actuaciones, e insta asimismo a las autoridades a considerar el impacto emocional y físico que esta situación está teniendo en el alumnado.

“No se puede permitir que la dejadez de las instituciones en primer lugar y la falta planificación y comunicación en segundo afecte a la educación y el bienestar de nuestros hijos e hijas”, critican, por lo que solicitan una reunión con el Ayuntamiento de Santander y la Consejería de Educación, Formación Profesional y Universidades del Gobierno de Cantabria para ser informados “en primera persona” de la situación.