El Cuerpo Consular de Santander cumple 165 años, y los actos de conmemoración arrancarán el próximo 19 de diciembre, con una reunión entre cónsules y empresarios. Los actos se desarrollarán durante 2025.

Esa antigüedad de los funcionarios consulares tiene su origen en las relaciones comerciales asociadas principalmente al entorno marítimo. En España, tras la publicación de la Real Cédula de Carlos III, el 29 de noviembre de 1785, por la que se crea el Consulado de Mar y de Tierra de Santander para contribuir al desarrollo económico y mercantil de la nación, comienza el desarrollo tecnológico, industrial y económica en una época que se denominó de la Ilustración.

Estas instituciones fueron las que evolucionaron hacia las Cámaras de Industria, Comercio y Navegación. Estos organismos eran los promotores del comercio nacional, de ultramar y dinamizadores de las infraestructuras locales y de la actividad comercial, y a raíz de ella derivaron relaciones comerciales, acuerdos y tratados legislativos de derecho internacional y marítimo.

Con las actividades comerciales, se afianzan en las localidades de estas instituciones de comercio las figuras de los funcionarios consulares, que son nombrados entre nacionales por los países que mantienen relaciones comerciales con dichos hubs de comercio.

Las primeras competencias de estos servidores públicos, eran diligenciar los documentos de las mercancías que partían hacia los países que les habían nombrado, como eran los manifiestos de carga.

Con el Convenio De Viena de 1961 y la entrada de España, en 1965, en la Organización de Naciones Unidas estas figuras consulares empiezan a ser un pilar fundamental en las sociedades de las ciudades.

La alcaldesa, Gema Igual, se reunía el sábado en el Palacio de La Magdalena con el Decanato del Cuerpo Consular en Santander y cónsules en representación de dicho organismo, acompañada de Mateo Echevarría, concejal de Transparencia, Inmigración y Cooperación al Desarrollo, junto con el Decano del Cuerpo Consular de Santander Rodolfo Maza-Madrazo (Dinamarca), Carmen Ealo de Sá (Brasil), Luis Del Río (Chile), Rafael Bustamante (Ecuador) y el vicedecano Ernesto Madariaga (Honduras).

Desde la parte consular se destaca su defensa de las actividades comerciales o el apoyo a españoles en el extranjero o la representación de personas de otros países y sus cónsules; y desde el Consistorio se ponía en valor la aportación de este cuerpo a las relaciones entre países y a la multiculturalidad.