La excepcionalidad de lo normal: Santander tira de crédito extrapresupuestario para instalar paradas de bus cubiertas contra la lluvia
El Ayuntamiento de Santander no parece beneficiarse del conocimiento de la administración que debería darle el hecho de que lleve siendo gestionado por las mismas siglas desde hace décadas –es uno de los argumentos, la experiencia, que el PP invoca campaña tras campaña-.
Contratos tan básicos en una ciudad normal como el de las basuras suman tres años en situación de emergencia –sin que se vislumbre una mejora en la limpieza de las calles y se sigue sin desatascar la adjudicación del contrato– y otros tan cotidianos como el asfaltado de viales encadenan prórrogas y fallos de pliegos o modificados.
La situación afecta a cosas tan cotidianas como las paradas de autobús: mientras nos vamos acostumbrando a los nuevos paneles informativos (ver más información aquí y aquí), resulta que en la ciudad, cuyo clima es tan conocido que inspira canciones costumbristas, sigue habiendo paradas al descubierto, sin marquesina que las proteja de la lluvia o el viento.
Y sucede en especial en las zonas más rurales que sigue teniendo la ciudad, como San Román, donde además el transporte público se revela como básico para los segmentos de la población que no se desenvuelven en coche, como las personas mayores (en esta zona se produce una mezcla entre las viviendas y usos de lo que siempre fue un pueblo con las de los nuevos desarrollos residenciales, un mundo más ‘achaletado’ y ligado al automóvil).
Así lo venían denunciando colectivos como San Román en Acción, surgido en los últimos años e impulsor de distintas acciones en el barrio, de lo reivindicativo a lo cultural –esta misma semana organizan la presentación de un libro de Marcos Pereda-, y que este arranque de semana eran noticia también por un proyecto cultural, seleccionado por Santander Creativa, que aprovecha el urbanismo táctico y otras actividades para reforzar la identidad del pueblo.
Los vecinos de San Román reivindican la identidad del pueblo a través del arte urbano
MODIFICACIÓN PRESUPUESTARIA
La Comisión de Economía del Ayuntamiento de Santander aprobaba este lunes una modificación presupuestaria por importante de 585.518 euros para acondicionar las zonas donde se instalarán 43 nuevas marquesinas para el TUS.
Esto significa que no era un gasto previsto en los Presupuestos del año y se tiene que recurrir a estas fórmulas para ‘hacerle hueco’ presupuestariamente hablando al trabajo. Es una fórmula pensada para circunstancias excepcionales (a nivel autonómico, el ejemplo más claro fueron las gastos extraordinarios de la pandemia) y que para Santander fue rutina la pasada legislatura, con mayoría pero no absoluta del PP y de una paradójica negativa a consensuar partidas con los demás grupos (en el Parlamento de Cantabria es lo que vemos con PP y PRC, sin ir más lejos), por el rechazo del equipo de Gobierno a que se abordarse más a fondo la crisis de las basuras. Lo que se hacía era prorrogar el presupuesto del año anterior –y del anterior- y luego ir haciendo modificados para que la realidad encajara.
Pero para este año ya había presupuestos de verdad que no hacían necesaria esta práctica para cubrir un gasto, el de marquesinas para paradas ya existentes, que no parece un súbito descubrimiento sobrevenido.
PARA HACER HUECO A UNAS MARQUESINAS COMPRADAS HACE UN AÑO
Y ojo, que lo que se autoriza son las obras de acondicionamiento de las zonas en las que se instalarán –en algunas hay que ampliar las aceras, hacer algún tipo de obra–, no la compra de las marquesinas
Las marquesinas como tal estaban compradas desde hace un año, como observaba el portavoz de Izquierda Unida, Keruin Martínez, quien además se remitía a que la propia Gerencia del TUS había lamentado la falta de una inversión específica y determinada para las obras necesarias para cumplir con esta actuación.
Es decir, el Servicio Municipal de Transportes (SMTU) ya adquirió en 2023 las marquesinas que se van a instalar ahora, y que han estado esperando su instalación en los almacenes.
Desde Izquierda Unida recordaban al PP cuestiones como que “vivimos en una ciudad del norte y, como tal, las lluvias y el viento son nuestros compañeros durante varios meses”, además de enumerar los problemas de los barrios afectados con el transporte público, con tramos en que no tienen” ni una acera en condiciones”. Martínez apremiaba al Ayuntamiento a que ahora que ya están todos los trámites, se haga rápida la obra, avisando de la inminencia del invierno.
REIVINDICACIÓN VECINAL
Desde el PSOE, por su parte, el portavoz Daniel Fernández anotaba ese tanto no a la pura gestión municipal, sino al movimiento vecinal de San Román –y al Partido Socialista-.
Fernández se remitía a la recogida de firmas impulsada por los vecinos, con más de 600 firmas en La Albericia, La Gloria y San Román, y todo dos años después de que se aprobara una moción en el Ayuntamiento. En total, de las aprobadas, habrá seis marquesinas en la calle La Gloria.
Con todo, en cualquier caso, siguen quedando 86 paradas de autobús en la ciudad y sus pueblos sin marquesina.