CTC presenta un sensor inteligente para monitorizar el cubrimiento efectivo de las balsas de regadío
El Centro Tecnológico CTC ha desarrollado una herramienta de medición para incrementar la eficiencia del sistema de monitorización del proyecto LIFE H2OLOCK. Gracias a la aplicación de la inteligencia artificial, esta solución permite calcular cómo se comporta la cubierta flotante en condiciones de viento y cómo afectan las zonas descubiertas a la eficiencia del proyecto. Este avance resulta significativo para mejorar la robustez de los resultados de esta investigación europea, cuyo objetivo principal es controlar la evaporación del agua que se produce en las balsas de regadío.
Así lo han dado a conocer los responsables del proyecto en CTC, Verónica González de Lena, responsable del área de Industria y Energía, y el doctor Alejandro Pérez, gestor de Proyectos de I+D+i durante la ‘General Assembly Meeting’ del proyecto. Una cita celebrada en Setúbal, en la que participaron todos los socios del consorcio para evaluar los avances realizados hasta la fecha., analizar los retos superados y prever las siguientes etapas.
La revisión de las actividades de monitorización en los sitios demostrativos, tarea liderada por el centro tecnológico cántabro, fue uno de los objetivos prioritarios de la reunión. El control de los datos de las balsas de regadío seleccionadas es uno de los pilares principales de esta propuesta, ya que permite evaluar el impacto real de las tecnologías desarrolladas en la gestión eficiente del agua y la mitigación de riesgos climáticos, como las sequías. A pesar de que el proyecto no ha concluido, los datos recogidos hasta la fecha ya permiten hablar de una reducción notable en la evaporación del agua.
El sistema desplegado en la balsa de La Jeresa, propiedad de la Comunidades de Regantes de Lorca, es más completo técnicamente y lleva más tiempo en funcionamiento. Precisamente ahí es en donde se ha implementado esta herramienta de IA. La solución tiene capacidad para detectar las zonas descubiertas bajo las condiciones de viento y calcular el impacto de estas circunstancias en la eficiencia de la cobertura.
Además, en esta localización, se están recogiendo datos procedentes de una estación meteorológica para monitorizar parámetros ambientales; existen células de carga para registrar las fuerzas sobre los sistemas delimitadores de la balsa; funcionan sensores de presión para monitorizar la evaporación; hay cámaras que captan imágenes para correlacionarlo con la superficie de cubrición en la balsa y también una pequeña planta fotovoltaica flotante de la que se registra la potencia generada. Todas estas fuentes de información proporcionan datos en tiempo real y son la base de futuras herramientas para prevenir situaciones de escasez de agua.
Por su parte, el demostrativo portugués genera un volumen de datos inferior. Los socios del consorcio realizaron una visita al embalse para observar de qué forma las tecnologías instaladas (los módulos flotantes y el sistema de monitorización) están ayudando a optimizar el uso de los recursos hídricos en el ámbito agrícola. Además, se celebró un taller en el que CTC explicó como el uso de metodologías basadas en inteligencia artificial pueden ayudar a los agricultores a maximizar el control y la toma de decisiones sobre sus sistemas de explotación. Asimismo, hubo charlas sobre las tecnologías de irrigación en cultivos perennes, en donde expertos en la materia y actores locales exploraron las necesidades hídricas de la región y las posibles aplicaciones de las soluciones desarrolladas en H2OLOCK.
Cabe recordar que LIFE H2OLOCK dispone de 1,8 millones de euros de presupuesto para desarrollar un concepto innovador para la gestión sostenible de las balsas agrícolas. La implementación de una cubierta modular protege el agua de la evaporación y permite instalar células fotovoltaicas para la producción de energía renovable.
Si se alcanzan los resultados esperados, la aplicación de esta solución reducirá la evaporación del agua hasta un 85-90 %. Además, contribuirá a lograr explotaciones agrícolas de riego energéticamente autosuficientes y minimizará el crecimiento de algas sin uso de alguicidas.
Para ello, cuenta con un consorcio formado por un equipo interdisciplinar europeo. Arana, empresa coordinadora del proyecto y pionera en Europa en la cobertura sostenible de balsas de agua para uso agrícola; la Comunidad de Regantes de Lorca (CRL), una de las mayores comunidades de regantes en España; la Asociación de Agricultores Portugueses Avipe, enfocada en el sector de la vid; la ingeniería Arada, especializada en infraestructuras hidráulicas con experiencia en proyectos de ahorro de agua y energía; la consultora Global Factor International, especializada en neutralidad climática y sostenibilidad; y el propio Centro Tecnológico CTC.