Verdes Equo Cantabria pide que Cabárceno deje de estar adscrito a la Consejería de Turismo
El partido ecologista Verdes Equo Cantabria ha llamado la atención sobre el hecho de que el Parque de la Naturaleza de Cabárceno, cuyos gestores ordenaron hace días abatir a un leopardo persa, dependa de la Consejería de Turismo cuando es un espacio dedicado a la conservación ex situ, en cautividad, de fauna silvestre en peligro de extinción.
“La Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de flora y fauna silvestres y el marco normativo europeo establece que los parques zoológicos que mantienen animales en cautividad ex situ”, manifiesta Carmen Ibarlucea, coportavoz de la Red de Derechos Animales de Verdes Equo, “deben garantizar que su actividad se lleve a cabo con objeto de conseguir la educación, investigación y conservación de especies silvestres que garantice el cumplimiento de condiciones básicas de sanidad, bienestar y seguridad, para mantener la buena salud física y psíquica de los animales salvajes que habitan en dichos parques, y salvaguardar su vida”.
“El Gobierno de Cantabria es responsable del uso y gestión del Parque de Cabárceno, a través de Cantur, dependiente de la Consejería de Turismo, como Sociedad Regional Cántabra de Promoción Turística, por lo que se considera un recurso turístico”, destaca Gabriel Moreno coportavoz de la formación verde en Cantabria, “un concepto anticuado y desfasado del siglo pasado, alejado de su concepto actual de recurso genético con dos objetivos fundamentales establecidos por la normativa, que son, la protección de la fauna silvestre y la conservación de la biodiversidad, a lo que Cabárceno está obligado a cumplir como perteneciente a la Asociación española, europea y mundial de Zoos y Acuarios”.
El Parque de la Naturaleza de Cabárceno incorporó hace un mes a los 2 leopardos persas, hermanos de seis años, provenientes del Zoo Aquarium de Madrid en el que nacieron. Un hecho excepcional, ya que por primera vez esta especie se reprodujo en España. Yala y su hermano se incorporaron como una nueva especie protegida a través del Programa europeo de conservación de especies ex situ (EEP) específico, dependiente de la Asociación Europea de Zoos y Acuarios.
“Es lamentablemente evidente, que se ha producido un fallo de las medidas de prevención que debieran haber evitado la fuga de Yala, especialmente de un animal que ya mostraba una conducta muy activa y agresiva, de hecho el día anterior a la fuga se había peleado con su hermano y no entró a dormir en la “cuadra”, critica duramente Mónica Monteagudo, coportavoz de la Red de derechos animales del partido político verde, “por lo que no era difícil prever que pudiera buscar la manera de escaparse y que se debiera haber reforzado la vigilancia y seguridad del recinto, para evitar tener que decidir entre la seguridad de las personas y la vida de los animales, que por desgracia ya se ha visto que termina con la terrible muerte de los seres más vulnerables, que son objeto de protección y conservación”.
Es necesario que se actualice el protocolo para evitar estas desgracias y no poner en peligro la vida de los animales en peligro de extinción ni las vidas de personas trabajadoras del parque y visitantes, consideran, recordando que Cantur, como empresa pública, recibe financiación propia y de los presupuestos generales de Cantabria, además de los ingresos de entradas, por lo que «debe priorizar sus gastos e inversiones en Cabárceno en las cuestiones objeto de su funcionamiento como parque zoológico de conservación de fauna silvestre en peligro de extinción y centrar los esfuerzos económicos en reforzar las medidas de seguridad que eviten situaciones que acaben con la muerte de más animales en peligro de extinción».
Por todo ello, ven «urgente» que la Dirección del Parque de Cabárceno analice los fallos ocurridos y revise y actualice el protocolo de prevención de fugas para que no se repitan muertes evitables, tanto la del Leopardo Yala como la que ocurrió con la manada de 8 lobos, todos ellos muertos con un disparo, debiendo priorizar alternativas no letales que protejan tanto a trabajadores como a visitantes, sin menoscabar el bienestar animal y explorar medidas legales que garanticen una gestión más ética y profesional de las especies bajo su cuidado.
Verdes Equo viene denunciando públicamente que la mayoría de los zoológicos no cumplen realmente con los principios legales. Para que la conservación y la investigación sean genuinas, es necesario que acojan únicamente especies en peligro de extinción y participen activamente en programas de conservación. El Parque de Cabárceno es un ejemplo claro de este incumplimiento, ya que de las aproximadamente 150 especies que alberga, solo unas 35 están en peligro de extinción, lo cual indica que muchas otras están allí principalmente para generar ingresos mediante su exhibición.
FRANZ WEBER considera que Cabárceno es un «peligro» para los animales
Por su parte, la Fundación Franz Weber ha invitado a realizar una profunda reflexión sobre el modelo de parque de Cabárceno, advirtiendo que supone actualmente un «peligro» para los animales que allí están cautivos, después del abatimiento de Yala, un leopardo persa que apenas llevaba un mes en una de las instalaciones de este zoo, trasladado desde el parque de Madrid.
Los naturalistas señalan que al menos desde 2014 se han reproducido incidentes de gravedad en el parque zoológico, desde la nocturnidad de la matanza a tiros de todos los lobos adultos, el incendio que en 2018 supuso la muerte de tres jirafas en su propia caseta, la sanción de Inspección de Trabajo en 2021 tras el fallecimiento de un trabajador golpeado por una elefanta, y ahora la huida del felino de su espacio.
De este modo, la ONG internacional recuerda que la instalación está gestionada como si fuera un simple «parque de atracciones». El interés exhibicionista es tal, denuncian, que la organización sigue vendiendo la «visita salvaje», en donde los visitantes, previo pago de 230€ por adulto y 115€ por menor, pueden acceder a estancias de los animales, algo completamente desaconsejable si se trata de un centro que pretende la conservación y reintroducción de la fauna.
«La muerte de Yala es solo otro ejemplo más de que el Gobierno cántabro no plantea soluciones a corto ni a medio plazo para Cabárceno más allá de seguir explotando a decenas de animales como atractivo comercial y turístico», aseveran.
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