«Han buscado expulsarnos por la vía de la inanición»
Desde el pasado martes, se produce una situación realmente anómala. La Junta de Personal Docente, en la que están integradas diversos sindicatos, se reunía con el consejero de Educación. Sin embargo, consideran que ha ido rompiendo todos los puentes de negociación y no llevaba a ese encuentro una contrapropuesta para dialogar. Y decidieron encerrarse.
Diegu San Gabriel, miembro de la Junta, afirma, en una entrevista concedida a EL FARADIO en pleno encierro, que el único punto del orden del día era la adecuación salarial del personal, algo que lleva ya 16 años de retraso en Cantabria. Esa es una adecuación que depende del Gobierno autonómico y no del central. Y es una de las reivindicaciones que tienen.
Al encontrarse una nula voluntad de negociación, decidieron que era el momento de realizar una movilización, y han elegido la propia sede del Gobierno para quedarse. Hasta el viernes no hay una nueva reunión. Y han pedido hasta la mediación de la presidenta de Cantabria, María José Sáenz de Buruaga, para resolver la situación.
Agradecen el apoyo que han recibido, pero están en una situación más que peculiar. Dicen que están durmiendo en el suelo y que no les dejaban recibir comida hasta hoy, por lo que las cosas se han llegado a poner «tensas».
Si alguno sale, sabe que no podrá volver a entrar, con lo que tampoco han podido ir a por ropa. De hecho, durante la concentración de apoyo que se produjo a las puertas del edificio, el propio San Gabriel se cambió de camiseta y de calcetines en plena calle, por dentro de la verja, como pudo documentar EL FARADIO. «Al final conseguí que me dejaran meter unos calzoncillos, pero ni cojín ni saco de dormir», cuenta.
Con el paso de las horas, sus condiciones se han ido endureciendo, hasta el punto, según este profesor de Historia, de que les han dejado cerrados bajo llave, en un cuarto sin ventanas, y sólo les dejan «salir al baño de un en uno y pidiendo permiso».
San Gabriel dice que no han querido entorpecer, en ningún momento, las labores de las personas que trabajan en el edificio. Pero el trato recibido deja mucho que desear. Por eso piensa que el Gobierno no quiere una imagen de desalojo de las personas encerradas, y por «han buscado expulsarnos por la vía de la inanición».
Encierro docente en Peñaherbosa tras 16 años de salarios congelados
En principio, no temen represalias laborales por este encierro, por los derechos que tienen ganados por ser trabajadores de la función pública. Tratan de defender unas mejores condiciones laborales y también la profesión que ejercen, por lo importante que es. Este viernes se verá si consiguen desbloquear la situación o si prolongan el encierro.