«En la COP29 se ha impuesto la decisión de los PetroEstados»
Climática nació dentro de otro medio de comunicación como La Marea. Han ido caminando hermanados con ese otro medio, conscientes de que la conversación sobre lo que sucede con el clima cambiante que cada vez nos afecta de una manera más negativa merece el esfuerzo de un medio pequeño que sigue al detalle la información medioambiental.
La cooperativa abrió un proceso de crowdfunding para asegurar la viabilidad del proyecto. Aún sigue abierto. Ya han logrado el objetivo mínimo marcado, pero siguen pidiendo apoyo para acercarse al objetivo óptimo.
La ventaja que Eduardo Robaina destaca en una entrevista concedida a EL FARADIO, en la sección de ‘La energía del cambio’, en colaboración con Solabria, es que financiarse a través de suscriptores y donantes les permite no depender de la publicidad, por lo que «no le debemos nada a nadie».
Defienden que son un medio «basado en lo que dice la ciencia», en tiempos donde la desinformación, las mentiras y el desprecio hacia los científicos están a la orden del día. Recientemente se ha podido ver con la Dana que afectó especialmente a la provincia de Valencia, con una gestión que ha puesto en duda el funcionamiento y la información que ofrecían instituciones como la Agencia Estatal de Meteorología y la Confederación Hidrográfica del Júcar. Robaina destaca que esto sucede igual a nivel internacional.
Uno de los momentos más importantes del año en cuanto al volumen de trabajo es la cumbre climática, lo que se llama ‘Conference Of Parts’ en inglés, de ahí las siglas COP. Este año se ha celebrado la edición número 29, en Azerbaiyán.
Robaina explica que este es el evento central, pero que hay reuniones durante todo el año para ir configurando la agenda de los asuntos que se tratarán en la cumbre. Y recuerda que no sólo acuden países (197 en total), sino que hay presencia de empresas, lobbys e incluso la sociedad civil, que también puede acudir. Sin embargo, la celebración de este evento en lugares donde no se garantizan los derechos humanos, es mucho más difícil que los activistas climáticos puedan hacer oír su voz. En 2022 se celebró en Egipto, en 2023 en los Emiratos Árabes Unidos, y este año en Azerbaiyán. PetroEstados.
El objetivo principal de este año era determinar una cifra para la financiación de los países más vulnerables en cuanto a la mitigación y la adaptación al cambio climático. Robaina refleja que «Los países del sur venían con una cifra elevada y no la han conseguido». Valora que «no se han ido de vacío. Los países del Sur global han sido muy críticos, pero lo importante es que se sigue avanzando».
Sin embargo, queda esa sensación de derrota, porque el texto que se aprueba es «la decisión de los PetroEstados» y «el relato del Norte global». El hecho de que países que son exportadores de combustibles fósiles alberguen estas cumbres contribuye a «blanquear su imagen» y que no haya una gran contestación, porque no es lo mismo ir a una manifestación en Dubai que en París.
En 2025 se verá si la COP30 toma un aire distinto al celebrarse en una sede muy diferente. Será en Belén, en Brasil, un país que ahora tiene un presidente como Lula da Silva, que lleva más incorporada en su discurso la necesidad de combatir el cambio climático.
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