Más allá de la grieta: las familias del Menéndez Pelayo reclaman un colegio “en buenas condiciones”
Son las 8.45 y un niño pregunta a su madre por qué hay tanta gente y movimiento a la hora de entrar a clase: es normal que le llame la atención porque al trasiego habitual en el Menéndez Pelayo (Santander, calle Santa Lucía) se le sumaban globos, una pancarta y medios de comunicación.
“Porque queremos que lo arreglen cuanto antes”, responde, paciente, la madre, mientras una señora mayor –una abuela, suponemos´-, vigila que el crío suba la cuesta por la que se entra al patio.
Es el Menéndez Pelayo un colegio especial, resistente en un centro de la ciudad cada vez más poblado de ruedines y terrazas, pero también resistente porque no hay tantos colegios públicos en plena ciudad y en esta zona (lo siguiente es irse ya al Cisneros o el Mendoza). No es que no haya colegios, sino que dominan los concertados y este es el público. Por tanto, es un centro que en su mayoría es una elección de las familias que lo buscan y que resisten a todas las particularidades de la zona mientras generan lazos de comunidad.
“Queremos un colegio en buenas condiciones” es el lema tanto de la pancarta que desplegaron familias y chavales como de los lemas que cantaban, y la forma que tenían de recordar que, aunque sea el último día de clase por las navidades, en su agenda siguen sus problemas.
Están los más urgentes, que es la reparación de la grieta que apareció en el patio del colegio y que se ha ido extendiendo por alguna pared, atribuida por instituciones a problemas en el refugio de la Guerra Civil que hay en sus subterráneos habilitado para defender a la población civil de los bombardeos de la aviación nazi aliada de Franco.
En esa parte, la urgente, en la que se habían anunciado incluso algún plazo para las obras luego retrasado, se está pendiente de nuevos estudios en base a los que se redacte el proyecto y luego se adjudiquen las obras.
Algo que esperan que se haga “con urgencia y responsabilidad”, señalaban en la lectura del manifiesto, en el que recordaban que las grietas les están llevando a desplazar al alumnado a otros centros para la actividad física al haberles privado del patio y el pabellón deportivo.
Pero las familias también comentaban que más allá de la grieta y la urgencia, está el estado general del colegio, ya denunciado en un vídeo difundido por familias: ventanas en mal estado o falta de medios de emergencias son algunos de los ejemplos del deterioro del Menéndez Pelayo que no son nuevos, ya que hace años ya se produjo otro desprendimiento y en general acusan falta de mantenimiento, como apuntaban también representantes de partidos que acudieron a la protesta, como PSOE y Cantabristas.