COPSESA cobrará 40.000 euros extra por obras en el Mercado de Puertochico, al margen de la rehabilitación que le había encargado la empresa responsable del proyecto, Baika.

En concreto, según refleja documentación de la adjudicación, consultada por EL FARADIO, se trata de 39.492,09 euros por el concepto de reparaciones en la plaza sobre el mercado,, que serán para la constructora ligada en su origen al exalcalde de Ramales de la Victoria por el PP, adjudicataria recurrente en la ciudad gobernada por este partido.

Y es a través de un contrato menor, es decir, una adjudicación prevista para obras que por su concepto o precio se busca agilizar y no se someten a los procesos de presentación de varias ofertas por parte de las empresas interesadas.

Eso, la competencia, si sucedió con la propia reforma del Mercado, que no fue para COPSESA sino para otra empresa, Baika, adjudicataria y responsable. Esta sociedad contrató para las obras a esta constructora, después de que la anterior, Berlitec, desistiese ante los impagos por parte de Baika, que cifró en 42.000 euros, como viene contando EL DIARIO MONTAÑÉS.

El nuevo modelo del Mercado de Puertochico impulsado desde el Ayuntamiento de Santander supuso la reforma de las instalaciones de un espacio que venía sufriendo años de abandono y falta de inversión que estaban traduciéndose en menos visitas de vecinos a sus puestos.

Todo dentro de un modelo que implica, en una segunda fase tras su entrada en funcionamiento, una extensión a servicios de hostelería. Administrativamente, hacer la obra implicaba la gestión del espacio en la parte hostelera (los puestos de alimentación siguen dependiendo del Ayuntamiento de Santander), y esa es la responsabilidad de Baika.

BAJAS, SOBRECOSTES …

A la hora de competir por una obra, en Santander y en otras administraciones es habitual que las empresas rebajan sustancialmente la cifra que marca de origen el Ayuntamiento, convirtiéndose de algún modo el proceso en una especie de subasta a la baja en la cantidad económica –con la calidad o parte técnica no se acepta este juego a la baja–.

Es lo que se conoce como baja temeraria, un método criticado por otras empresas y por partidos políticos al excluir del proceso a quienes no pueden rebajar las cifras –es decir, a las más pequeñas, en detrimento de grandes grupos, muchas veces estatales- y por las consecuencias de esa rebaja de lo que cuesta hacerlo en la calidad del producto o en las condiciones de los trabajadores.

Y muchas veces va acompañada de posteriores retrasos en los plazos o de sobrecostes económicos (que hacen que, a la hora de la verdad, la adjudicación a la baja no sea real y se convierta en una forma de alterar la competencia contra quienes presentaron ofertas más ajustadas).

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… Y CONTRATOS MENORES

Las cantidades económicas extra ligadas a proyectos no siempre se producen por la vía del sobrecoste, es decir, del modificado del contrato. En otras ocasiones se realizan adjudicaciones a través de contratos menores para obras ligadas al mismo proyecto, pero consideradas al margen de su definición.

Es lo que se ha dado en este caso, al interpretarse la reparación de la plaza sobre el Mercado (el espacio que rodea al Centro Cultural Doctor Madrazo) como una obra diferenciada de la reforma del propio mercado bajo la plaza.

Y es lo que ha sucedido en otras obras, también con COPSESA, como recientemente en la reforma del MAS, el Museo de Arte de Santander. Allí, además de la fuerte rebaja económica y de los sobrecostes posteriores, se adjudicó un contrato menor ligado a obras eléctricas para el Museo.

COPSESA sumó casi 50.000 euros por un contrato menor de unas obras ligadas al MAS no incluidas en el proyecto general

O, hace años, justo al lado, en el parque de Tetuán (Amaliach) a la construcción del parque —que sufrió sobrecostes al ‘aparecer’ durante la obra infraestructura eléctrica- se sumó después la compra de los utensilios de juego del parque.

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O SUBCONTRATACIONES

Este caso es diferente a los mencionados antes, respecto a los que supone un giro de tuerca: si en los otros eran obras concedidas a COPSESA y en las que luego, además de retrasos o sobrecostes, se produjeron contratos menores, en este lo que hay es una subcontratación por un valor cercano a los 40.000 euros de los trabajos por parte de la adjudicataria principal. Para este paso fue necesario que la primera subcontratada abandonara los trabajos tras denunciar impagos por un valor cercano a los 41.000 euros por parte de la empresa concesionaria.