Las basuras de Santander salen a licitación en 251 millones por 10 años
El Ayuntamiento ha sacado a licitación el nuevo contrato de las basuras de Santander, con el que se espera regularizar la situación de un servicio que ha pasado sucesivamente por un deterioro de la calidad, múltiples quejas, su resolución, una polémica política constante que incluyó la petición de una comisión de investigación por parte de la oposición, la judicialización de la relación con la anterior empresa (el Grupo SADISA) su adjudicación por emergencia a otra empresa, en una modalidad, la de emergencia , que se ha prolongado por tres años, además de un intento fallido de convocar el concurso
La cifra en la que sale a licitación, según documentación municipal consultada por EL FARADIO, es de 251,2 millones de euros (precio sin impuestos) por un período de 10 años, u contrasta con las de las anteriores adjudicaciones: la última, en 2012, se acabó adjudicando en 15,9 millones de euros anuales, esto es, 159 millones. Y la comparación no es del todo exacta ya que para esta ocasión la limpieza de playas no está incluida en este contrato, mientras que sí que lo estaba en aquel.
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A partir de ahora, las empresas interesadas en hacerse con este servicio –a las que se pide experiencia en la gestión de un servicio similar en una gran ciudad– deberán presentar sus ofertas, antes de dos meses. Es ahí donde se verá si se puja a la baja para hacerse con el servicio, que es la tónica de las dos últimas adjudicaciones a SADISA (ASCAN).
UNA ENMIENDA A LA TOTALIDAD A LOS ÚLTIMOS AÑOS
El repaso al pliego es una enmienda a la totalidad de todo lo que ha fallado en los tres últimos contratos (los dos de ASCAN y el de emergencia de PREZERO, el actual): se habla expresamente de reposición de contenedores y papeleras, de la plataforma de gestión, del correcto mantenimiento de la recogida neumática, de campañas permanentes de desratización, de evitar la pérdida de personal, de disposición de medios, de renovación de maquinaria… cuestiones todas estas que han fallado todos estos años de contenedores rotos o ratas en barrios.
En detalle, según refleja documentación municipal consultada por EL FARADIO, el primer año se contempla un gasto de 27,7 millones (30,5 con impuestos) y en los siguientes, de 22,3 millones (24,5 con impuestos) que se repetirá durante los demás años.
El contrato incluye la recogida de residuos urbanos, domésticos y comerciales, el mantenimiento de todas las instalaciones asociadas a la recogida neumática y soterrada, la limpieza de las calles, las recogidas selectivas, la limpieza de la conexión al alcantarillado, la desratización, la instalación de contenedores, el mantenimiento de las papeleras y todo lo relacionado con educación, formación y sensibilización ambiental.
Una parte importante es el de los costes de personal, que se subroga (que pasa de la actual empresa a la futura): de hecho, previa a su aprobación se ha producido la prórroga del convenio laboral, que finalizaba el 31 de diciembre de 2024. Lo que se ha pactado es su prórroga hasta 2025 añadiendo el IPC real del año, y también se deja claro que deberán cubrirse cualquier baja por jubilación o fallecimiento con nuevo personal.
El pliego incluye 18,2 millones de euros el primer año de puesta a cero, una especie de limpieza general antes de empezar a funcionar.
El plan de choque se extiende a la modernización de las papeleras, con 100.00 euros de inversión ese primer año para sustituir las deterioradas, y luego se estipula la reposición de todas las que sean necesarias. «No se admitirá un parque de papeleras deteriorado cualquiera que sea la causa», señala expresamente el pliego que contempla estudios de la situación si se percibe un deterioro significativo y lo ve como causa de resolución del contrato.
Y a los cinco años se hará una auditoría económica, bien desde Intervención del Ayuntamiento, bien por servicio externo, con consecuencias para la empresa si se detectan desviaciones de gasto.
En los pliegos se hace hincapié en que ante la duración tan prolongada del contrato (una década), se deberá atender tanto a los cambios en la ciudad como a las innovaciones tecnológicas. De hecho, se contempla una inversión de 50.000 euros anuales en medidas de innovación (como nuevos sistemas de papeleras, por ejemplo).
También se exige el compromiso de disponer de medios humanos y materiales especificados, que deberán estar disponibles en cuatro meses desde la firma del contrato.
Se renovará en su totalidad el parque de contenedores en superficie, que tendrá que ser de nueva fabricación y tendrá uniformidad en el serigrafiado. La frecuencia mínima de recogida para todos los contenedores del municipio será diaria (pero adaptado a la velocidad de llenado en caso de que se llenen antes, en todo caso, nunca podrán superar el 75%), y barrido manual con un mínimo de 3 días a la semana. Los contenedores empleados en la actual contrata quedan fuera de todo uso y serán retirados por el adjudicatario. Deberá haber renovación constante si se rompen, en un plazo máximo de 24 horas, por lo que tendrán que tener stock suficiente.
«No se admitirá un parque de contenedores deteriorado cualquiera que sea la causa. Si se advirtiese un deterioro del parque de contenedores que haga presumir que no se está invirtiendo en reposición , reparación y mantenimiento o limpieza por parte del adjudicatario», entonces se analizará la situación y podrá ser causa de resolución del contrato.
Se les pide planes específicos para verano, Semana Santa, Navidad y carnavales, así como ocio nocturno –con referencia a minimizar el ruido de la recogida durante la madrugada-, Semana Grande o pintadas, entre otros. Se exige la limpieza de escombreras y vertederos ilegales.
En el caso de la recogida neumática, en la que se debe tener experiencia o subcontratar, la empresa debe obtener y recopilar los datos que permitan al Ayuntamiento monitorizar en tiempo real la prestación del servicio, y también tener alternativa en caso de rotura, al igual que en la recogida subterránea o soterrada.
Deberá hacerse limpieza preventiva en el alcantarillado, y campañas de desratización (tres campañas anuales de choque y luego tratamiento cada 15 días, además de medidas ante episodios extraordinarios que se detecten)
Tendrán que habilitar y mantener una plataforma de gestión tecnológica (valorada en 1,2 millones), con funciones tanto de organización como de información de incidencias, con un equipo propio a tiempo completo, y con control municipal, aunque se abre la posibilidad de subcontratar el control a una empresa externa.