Cumplir 40 años no es cosa fácil. Un cambio de dígito que a muchas personas les supone vértigo, crisis o momento de ir realizando balances. Sobre todo porque supone asentarse en la madurez e ir dejando atrás etapas de juventud.
Quizás a las entidades nos pase un poco lo mismo.

Un 10 de Enero de 1985 se constituye en Cantabria una asociación que busca ayudar a las personas con problemas provocados por el consumo de sustancias, principalmente la heroína, y que tantos estragos estaba causando en numerosas familias de la región.

Lo hicieron con la inocencia con la que nacen las cosas. Con los primeros tropiezos de echar a andar y con las inquietudes y ganas por aprender y ponerse “en marcha”. Nunca mejor dicho, porque enseguida a los dos años, crearon lo que sin saberlo iba a significar el buque insignia de AMAT, de nuestra ciudad y nuestra región: la marcha AMAT. Algo tan querido como compartido cada 12 de Octubre.

Con los mismos aprendizajes que da la etapa de la niñez, del crecimiento y del desarrollo, se fue asentando con muchísimas dificultades una entidad que se iba profesionalizando, siempre con los apoyos de quienes nos iban sustentando, colaborando y ayudando. Se hacía realidad la existencia de un recurso pionero en la región para ayudar a cientos de familias afectadas por las adicciones.

Con la energía, inquietud y amplias expectativas que la genial etapa de juventud conlleva, también tuvimos ese empuje de rebeldía ante situaciones complejas, ante la continua aparición de retos nuevos, con otras sustancias, con el juego, videojuegos, las redes sociales etc., Todo ello con multitud de problemas asociados al consumo, y sobre todo, con la defensa de las personas y familias con problemas de adicción. Era necesario derribar el estigma.

Y así, año tras año, y casi sin darnos cuenta, nos hemos acercado a esta etapa de madurez, que tanto vértigo puede dar. ¿Crisis de los 40? Pues la verdad es que creemos que no. Esperamos que nos toque vivir una de las mejores etapas de nuestra trayectoria, porque hemos de avanzar hacia un futuro siempre incierto, pero sabedores de que no lo hacemos solos. Felices porque no lo hacemos solos. Queremos hacerlo con la madurez que nos da la experiencia de lo vivido, pero con la misma gana, energía y tesón que tiene el mantener un espíritu joven.

Con la serenidad de saber hacer las cosas, pero con la inquietud de siempre mejorar para estar ahí en primera línea. Porque cada vez es más necesaria nuestra misión de acompañar en el cambio de muchas vidas, y porque así lo atestiguan las miles de personas que son el principal motor porque el que aquel 10 de Enero de hace 40 años nació AMAT – Afrontando Adicciones.

Unas adicciones que han evolucionado en el transcurso de estas cuatro décadas, y a las que hemos tenido que ir adaptándonos para ofrecer el mejor servicio posible a tantas persona y familias afectadas. Continúa siendo una problemática difícil de encajar, necesaria de asumir y valiente de afrontar.

Por eso queremos agradecer a los cientos de colectivos de diversa naturaleza su apoyo en estos años. A las instituciones, entidades y particulares que nos respaldan y empujan para seguir hacia adelante. Y sobre todo, a las personas y familias afectadas por demostrarnos que con dedicación, esfuerzo, implicación y compromiso, superar las adicciones es algo posible.

Ese mismo compromiso es el que AMAT seguirá teniendo con quien nos necesite, por muchos años más.