La Fundación Franz Weber pide a Cantabria detener los «toca toca» de animales en zoos tras el suceso en Tailandia
El luctuoso suceso ocurrido en un falso santuario de elefantes en Tailandia, donde una española falleció a causa de la reacción de uno de los paquidermos, ha reabierto el debate sobre los tocamientos a animales en parques zoológicos y acuarios, siendo España uno de los países que permite estas actividades.
La Fundación Franz Weber ha advertido que existen riesgos incontrolables en los parques de Cantabria, en el caso de Cabárceno los visitantes pueden tocar diferentes animales sin problema alguno e incluso se ofertan «experiencias» que posibilitan estos tocamientos a jirafas y otros seres vivos previo pago de 250€ por adulto y 125 por niño hasta los 12 años.
También el parque de Santillana del Mar ofrece un paquete denominado «cuidador por un día» dirigido a personas menores de edad y que permite interactuar con varias especies e incluso facilitar su alimentación, un contexto de especial riesgo.
Contactos antinaturales.
Para los animales, el contacto físico con humanos no solo resulta innecesario, sino profundamente estresante. Cada especie tiene su propio lenguaje corporal y formas de comunicación que los humanos no comparten ni entienden.
Cuando un visitante los toca o invade su espacio, los animales no pueden interpretar las intenciones humanas y, en muchos casos, perciben estas interacciones como una amenaza.
Esto activa respuestas de miedo o estrés, que a largo plazo pueden desencadenar problemas crónicos como trastornos en el sistema inmunológico, alteraciones en su comportamiento natural y un sufrimiento constante debido a la imposibilidad de escapar o defenderse.
Además, la domesticación o el entrenamiento forzado para soportar estas actividades no eliminan el estrés inherente, sino que los somete a un proceso de condicionamiento que ignora completamente sus necesidades biológicas y psicológicas. La verdadera conservación debe centrarse en el respeto y la comprensión de cada especie, no en su explotación como herramientas de entretenimiento
La exigencia al Gobierno cántabro
Atendiendo a la Guía de Aplicación de la Ley sobre parques zoológicos y acuarios de 2003 se mencionan aspectos como que los espacios que alojen animales deberían contar con vallados que imposibiliten el contacto físico.
Los naturalistas denuncian que no pocos zoos incentivan las actividades de «toca toca» aplicando un sobre coste en la entrada o cobrando por la toma de imágenes bajo la excusa de que se trata de animales adiestrados, tranquilos o incluso «rescatados».
Así, estas «experiencias» violan los principios de conservación promocionados por las propias empresas con programas específicos y exponen a cualquier persona visitante, incluidos menores de edad, a reacciones adversas provocadas por el miedo, estrés o cualquier contexto de difícil control durante la propia actividad.
Por este motivo FFW ha reclamado al Gobierno de Cantabria el fin de estas actividades, que se podría incluir tanto en la Ley reguladora de 2003 como en un nuevo Decreto que obligue también a estas empresas a informar sobre el grado de reintroducción de animales en sus hábitats naturales, o su participación en programas con incidencia real sobre la conservación en estos entornos.