«La ciudadanía de Santander asiste perpleja, una vez más, a decisiones del gobierno municipal del Partido Popular, sacadas de la chistera, en relación con las bicis eléctricas». Es la conclusión a la que llega Verdes Equo Cantabria según se van conociendo planes del Ayuntamiento de Santander para impulsar el uso de la bicicleta en la ciudad.

Recuerda el partido verde que con fondos europeos se pusieron hace un año puestos de bicicletas eléctricas, que después se han podido ampliar con los mismos fondos, pero sin resolver todas las cuestiones planteadas por la ciudadanía a través de los colectivos de movilidad y los partidos políticos.

Desde Verdes Equo Cantabria creen que hay una serie de cuestiones que cualquier gobierno municipal debería haber planteado para la instalación de las bicis eléctricas en la ciudad de Santander. Para empezar, que haya un Plan de Movilidad Sostenible que de forma global permita encajar las bicicletas eléctricas como medio de transporte en la ciudad. Sin embargo, denuncian que las diferentes versiones llevan años en el cajón de los diferentes concejales de Movilidad que han pasado por el Ayuntamiento.

Dicho plan sería una pieza clave si las bicicletas eléctricas, o cualquier tipo de bicicleta, «pudieran rodar por la ciudad como medio de transporte, siempre que se dieran unas condiciones adecuadas, que no se dan actualmente, para circular por la calzada como un vehículo más de forma segura», dice Verdes Equo Cantabria.

¿Dicho Plan de Movilidad Sostenible debería contemplar en primer lugar reducir el gran número de vehículos que actualmente campan a sus anchas por la ciudad en detrimento de peatones y ciclistas?

Una ciudad pequeña como Santander, según este partido, reuniría unas buenas condiciones para desarrollar un plan ambicioso de Movilidad Sostenible, que el Gobierno municipal del Partido Popular «es incapaz de llevar a cabo en todos estos años» al frente del Consistorio. «De vez en cuando hace una actuación de movilidad de la que hay que echar mucha imaginación para encontrarla sentido», reflejan.

Un ejemplo es la no implantación de las Zonas de Bajas Emisiones que el Gobierno de España obliga a poblaciones de más de 50.000 habitantes como es el caso de Santander. «Llevamos un par de años de retraso» afirman, puesto que la fecha de implantación debía ser el 1 de enero de 2023. Sin embargo, todavía no se conoce cómo se llevará a cabo.

Verdes Equo Cantabria señala que, tanto en las primeras instalaciones de bicis eléctricas como en las recientes, es difícil encontrar un sentido a la ubicación de los puestos donde se ubican. «No tenemos constancia de que se haya consultado a la ciudadanía (asociaciones de barrios), a los colectivos de movilidad, a los partidos políticos, etc».

De aquí pasan a cuál debería ser el espíritu de los avances en movilidad sostenible en Santander. Temen que en el Ayuntamiento «están pensando siempre en los turistas para vender la ciudad como muy moderna”. Creen que eso es un «claro error porque las bicicletas eléctricas serían un medio de transporte muy adecuado para la ciudadanía, sobre todo para los barrios más distantes del centro de la ciudad». Y añaden que el precio por su uso es superior a otras ciudades y el Ayuntamiento debería valorar un tiempo de uso recudido, de media hora o, al menos, un cuarto de hora gratuito.

La formación ecologista demanda también un mayor ejercicio de transparencia al Ayuntamiento. Estiman que sería positivo conocer los datos de uso de las bicis eléctricas. Cuánto tiempo las usan los ciudadanos, cuáles son los recorridos más habituales o cuánto se recauda por este servicio.

Para Verdes Equo Cantabria la movilidad es una cuestión crucial dentro de la vida de un municipio como Santander. Consideran que, a nivel local, se puede hacer mucho en cuanto a la lucha contra la emergencia climática, pero también por intentar que la vida sea más saludable y su calidad aumente para quienes viven en la ciudad como para quienes entran y salen cada día de ella.