El ganadero propietario de las vacas protegidas en el refugio La manada cántabra pide llevarlas directamente al matadero
El ganadero de Sarón propietario de las vacas desnutridas que fueron puestas en custodia legal en el refugio de animales La manada cántabra ha pedido que cuando salgan de allí, este miércoles, sean llevadas directamente al matadero para su sacrificio.
Se trata de cinco reses que hace dos años fueron encontradas en muy mal estado, mal alimentadas y en condiciones de insalubridad (sin ventilación, con poco espacio), por lo que las autoridades decidieron ponerlas a salvo. Una vez que la Justicia no ha visto que fuera delito penal, ha ordenado devolverlas al propietario, este mismo miércoles, día en que este santuario de animales ha convocado una concentración de protesta a la que acudirán activistas defensores de derechos de los animales de todo el país. Será a las diez en Escobedo.
El caso es que el ganadero propietario de las reses y responsable de su estado antes de que el refugio las cuidara y ayudara a mejorar ha pedido formalmente que el traslado de las cinco vacas sea directamente al matadero para su sacrificio en lugar de a su explotación en Sarón, tal y como revelaba en redes la responsable de La manada cántabra y confirman a EL FARADIO fuentes del Ejecutivo cántabro.
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Sin embargo, esa petición no será atendida ya que el mandato judicial señala expresamente que el traslado tiene que ser a la explotación ganadera, por lo que se debe respetar tanto el contenido de la sentencia como las instrucciones posteriores para dar por finalizada la custodia que ha hecho el refugio, permitiendo que las reses salieran de su estado de desnutrición. En cualquier caso, además de que el traslado será supervisado por personal público, el acceso a un matadero lleva sus procesos y además desde La manada cántabra apelan a un tratamiento que han hecho a las vacas y que necesita varias semanas para hacer efecto.
La asociación Humanicemos, personada en el proceso como acusación popular, llamó en su momento la atención no sólo sobre el hecho de que el refugio tendrá que costear con sus recursos el traslado –después de haber hecho frente durante dos años a los costes de atención y mantenimiento de las reses-, sino que todo esto servirá para que finalmente el propietario acabe obteniendo un lucro económico por su actividad.
EL ESTADO DE LAS RESES
Veterinarios del Gobierno de Cantabria confirmaron que las vacas tenían un peso extremadamente bajo, con huesos que asomaban, y con problemas de nutrición. El informe determine un estado de carne deficiente y un tamaño menor al que les corresponderían por edad.
La Guardia Civil formuló denuncias por infracciones a la Ley de protección animal, por irregularidades en bienestar animal y por condiciones deficientes higiénico sanitarias.
Durante la fase de instrucción judicial, el propietario justificó el estado de las reses en que tenían una edad avanzada y en que al estar gestando y produciendo, se quedaban más delgadas. Otros veterinarios certificaron que las condiciones higiénicas debían mejorarse.
Un informe veterinario encargado por La manada cántabra advirtió de que la falta de alimentación de calidad, que les había llevado a un estado de anorexia, les hubiera llevado, de continuar, a la muerte.
EL PROPIETARIO DE LAS VACAS SACRIFICÓ A UN PERRO DESPUÉS DE QUE LA GUARDIA CIVIL LE ADVIRTIERA DE LAS CONDICIONES EN QUE SE ENCONTRABA
Al propietario le consta una denuncia hace años, en enero de 2019, por la Guardia Civil también por maltrato animal, en este caso por el estado de un perro, encadenado, en un habitáculo expuesto al exterior, lleno de agua en pleno momento de lluvias, lleno de barro. Al acudir los agentes, el ganadero les dijo: “Tan mal no está, no me parece que el perro esté sufriendo”. Cuando poco después acudieron a intentar resolver la situación, este les informó de que había sacrificado a dos perros, entre ellos al que se encontraba en esas condiciones.
Y no era el único caso: en 2013 se observaron varios perros en “pésimas” condiciones sanitarias y de bienestar animal: animales atados con cadenas extremadamente cortas, algunos a la intemperie y con el recinto anegado de agua.
Además, uno de los agentes de la Guardia Civil que intervino relató la actitud hostil del propietario de las reses y otras personas que había en la vivienda durante la visita que hicieron en esta caso, que llegó a dirigirse a la voluntaria así: “Mira, guapa, sé que eres tú la que me ha denunciado”.