Izquierda Unida de Cantabria ha lamentado la decisión judicial que obliga al refugio La manada cántabra a devolver las cinco vacas maltratadas a su dueño después de tres años.

La responsable de bienestar de Cantabria, Victoria Cedrún, concluye que los acontecimientos, tanto los de quien tenía a las vacas famélicas y en estado “paupérrimo” como la decisión judicial, “muestran a las claras todo el camino en bienestar animal que queda por recorrer”.

Así, desde IU cuestionan que el juez no haya tenido en consideración la actuación del SEPRONA, organismo que incautó a los animales al conocer su estado y que pidió al refugio que los atendiera. “No se entiende que en todo el proceso no se haya tenido en cuenta tampoco al SEPRONA en las declaraciones, que es quien interviene en primera instancia retirando los animales a quien no los tenía en buenas condiciones”, ha añadido.

“Varios años después, las vacas, que se han recuperado y han tenido terneros, volverán con quien claramente los ha maltratado, lo que manda un mensaje a la sociedad nefasto y además daña la imagen del propio sector ganadero en su conjunto cuando la actitud de la mayoría ni se parece”, ha lamentado la dirigente de IU.

La formación también recuerda que este caso ejemplifica la normativa pendiente por aprobar, como aquella referida a los santuarios, o que los animales de producción siguen sin verse como animales de compañía una vez salen de la cadena de producción.