Leonora Carrington, inquilina imprevista en ‘La habitación de al lado’ de Almodóvar
En la última película de Pedro Almodóvar, ‘La habitación de al lado’, se hace referencia a dos pintoras que, aunque comparten apellido, no tienen relación familiar: Dora Carrington y Leonora Carrington, la pintora surrealista que fue torturada en el sanatorio del doctor Morales, en Santander, tras sufrir una violación grupal por un grupo de falangistas en Madrid.
En una de las escenas, muy al principio, las protagonistas, Julianne Moore y Tilda Swinton se refieren a la figura de Dora Carrington y hacen una mención expresa a que, pese al apellido, no debe confundirse con Leonora, señalando además que esta última es “más famosa” que Dora.
DEL ANTIFASCISMO AL SURREALISMO DESDE ABAJO
Leonora Carrington, nacida en Inglaterra en 1917, es una de las figuras más destacadas del surrealismo del siglo XX. Su vida estuvo marcada por la rebeldía y la búsqueda constante de libertad, tanto en su arte como en su vida personal.
Desde joven, mostró un desdén por las normas sociales y una pasión por la pintura que la llevó a París, donde se unió al círculo surrealista y conoció a Max Ernst, con quien mantuvo una relación amorosa y artística.
Sin embargo, la Segunda Guerra Mundial y la detención de Ernst por su nacionalidad alemana desencadenaron una serie de eventos que llevaron a Carrington a un colapso nervioso. En 1940, tras un intento fallido de huir a Lisboa y sufrir una violación grupal por milicianos falangistas en Madrid, fue internada en un sanatorio en Santander, donde sufrió tratamientos inhumanos que la marcaron de por vida. Este periodo oscuro de su vida quedó plasmado en su obra y en su libro *Memorias de abajo*, donde relata las torturas y el sufrimiento que vivió en el sanatorio dirigido por los doctores Mariano y Luis Morales.
La estancia de Leonora Carrington en Santander no solo dejó cicatrices emocionales, sino que también influyó profundamente en su arte. Sus experiencias en el sanatorio se reflejan en sus pinturas, llenas de simbolismo y figuras oníricas que exploran la locura y la sanación.
Tras liberarse del encierro, Carrington acabaría viviendo en México. Con el tiempo, su legado artístico se ha reconocido con un museo propio allí, mientras distintas obras literarias repasan su biografía y hace unos años se organizó la primera exposición monográfica que puso en valor su labor pionera en el arte feminista o la conexión con la espiritualidad de la tierra al margen de la religión.
Pese a su reconocimiento internacional y artístico, en Santander nada la recuerda mientras el conocido popularmente como el parque de La Vaca sigue llevando formalmente el nombre de su torturador, el doctor Morales.
DORA CARRINGTON
La referencia a Leonora es mínima en la película, pero nos sirve para recordarla. De hecho, en ‘La habitación de al lado’ la mención principal es a Dora Carrington, una pintora inglesa nacida en 1893, encuadrada en el círculo de Bloomsbury, un grupo de intelectuales y artistas británicos. Su vida estuvo marcada por su relación con el escritor Lytton Strachey, con quien compartió una profunda amistad y una vida bohemia. A diferencia de Leonora, Dora no alcanzó el mismo reconocimiento en vida y su obra fue redescubierta y valorada póstumamente.
LA HABITACIÓN DE AL LADO: MUJERES AYUDÁNDOSE, ARTE Y COMPROMISO
‘La habitación de al lado’, la última película de Pedro Almodóvar, la primera rodada en inglés, es un drama que explora la amistad y el dolor a través de la historia de dos mujeres, Ingrid y Martha, interpretadas por Tilda Swinton y Julianne Moore, cuya amistad se refuerza cuando la primera le pide a la segunda ayuda a la hora de afrontar su muerte. Mujeres ayudándose entre sí, en la mejor tradición de Almódovar, en una película marcada por la sofisticación estilística y las referencias culturales, no exenta de encendidos discursos sobre la eutanasia o el cambio climático.