La Central de Navajeda: de conectar por el teléfono a conectar por la(s) cultura(s)
Un bar suele ser mucho más que un bar. Desde luego, en muchos barrios y pueblos son un espacio de socialización, a menudo uno de los momentos en que quienes a determinadas edades viven solos se encuentran con otros.
En Navajeda (Entrambasaguas), La Central era, claro, el bar, pero también el sitio donde se encontraba el primer teléfono público del pueblo. Igual que hace un par de lustros había quien iba a locutorios porque no había tanto acceso a Internet o llamadas internacionales asequibles en las casas, mucho antes había quien bajaba al bar para hacer una llamada (igual que había quien iba a casa de una vecina u otro bar que fuera el que tenía la televisión) en una época en la que quien más y quien menos lo más normal era que tuviera alguien viviendo y trabajando fuera de casa: en la ciudad, en Madrid, mucho más allá. La llamada semanal, o más tardía, desde esa perspectiva, era para muchas familias puro aire.
La Central vuelve desde este sábado en un proyecto que se parece tanto al de siempre que recupera el nombre de toda la vida y que sigue haciendo lo mismo: conectar.
Es un orgulloso bar de pueblo, que mira a su entonces como primer paso para recuperar historias locales, y teniendo clarísimo que el cierre de los bares de pueblo supone también la desaparición de los espacios de socialización tradicionales.
“Nuestra meta no es vender alcohol, sino retomar estos lugares para facilitar encuentros y realizar actividades socioculturales”, explican, en una semana de repartidores, retoques y espera, sus impulsores, una polaca y un cántabro relacionados con la Cultura, que por sus propias trayectorias conectan con lo excéntrico y lo periférico, que valoran sus herencias cántabra, celta y austrohúngara. Alfonso y Lena han viajado lo suficiente para asegurarse de que apuestan por la vida rural y que quieren dinamizarla junto a la comunidad local de la que forman parte activa.
La Central será todo eso que fue y, por tanto, será mucho más: un centro social comunitario y para todo el mundo: con sus blancos, vermús, cafés y partidas, pero también sus conciertos, tertulias, charlas, talleres y otras actividades. Existe también una asociación cultural homónima creada con el fin de gestionar estas actividades.
Para empezar, cada jueves por la tarde habrá tertulia internacional, para que quien quiera practicar sus conocimientos de inglés, francés, italiano, portugués, alemán o polaco pueda hacerlo junto a otras personas.
El sábado, 8 de febrero, desde las 14.00 horas con motivo de la apertura de La Central, habrá música tradicional a cargo del grupo Andanzio Bal Folk y especialidades culinarias cántabras y polacas.
La Central está en Barrio Padierne 40, en Navajeda, Entrambasaguas y cuenta con un amplio aparcamiento junto al bar. Para contactar con ellos o estar al tanto de sus novedades y actividades, se puede visitar su cuenta de Instagram: @lacentralnavajeda.
La jornada de apertura contará con una sesión vermú a las 14:00 horas, amenizada por Andanzio Folk. Además, ofrecerán blancos, vermú de solera, vino caliente, cerveza de calidad y especialidades polacas.
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