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Violencia vicaria, redes de apoyo para las víctimas o formación de profesionales: algunas claves en la lucha contra la violencia de género
El juicio que se sigue esta semana en la Audiencia Provincial contra un hombre acusado de asesinar a su pareja, Eva Jaular, y su hija, de menos de un año de edad, está siendo muy descriptivo de algunos de los problemas a los que se enfrentan las víctimas de violencia de género, que es aquella que se produce contra las mujeres simplemente por serlo y que se manifiesta de muchas formas, desde el control económico hasta los insultos, hasta llegar al extremo de matar.
En este caso de Liaño de Villaescusa las declaraciones en la vista, con jurado popular, están mostrando algunos de estos problemas, como la violencia vicaria, aquella que se ejerce de forma indirecta, a través de los hijos, el clima de amenazas previo o la minusvaloración del riesgo por parte de profesionales como la Guardia Civil.
La Asociación Consuelo Berges, que agrupa a mujeres víctimas de violencia de género en Cantabria, ha separadas y/o divorciadas en Cantabria, ofrece para EL FARADIO algunas claves en base a lo visto en el juicio y a su experiencia diaria durante décadas ayudando a mujeres a sentirse fuertes social, psicológica y materialmente para salir de la situación de sometimiento y violencia.
1. Las consecuencias sobre los hijos
Tal y como advierten, «la violencia que sufren las mujeres no solo tiene graves consecuencias sobre ellas, sino también sobre sus hijos e hijas». En muchos casos, han explicado, «a pesar de las últimas reformas legislativas, estas madres deben seguir en contacto directo con el maltratador porque sus hijos e hijas, aun siendo víctimas, tienen establecidas visitas con su padre o, en otros casos, deben compartir la custodia».
Esta situación puede generar graves secuelas psicológicas y emocionales en los menores, al obligarles a convivir con un entorno de violencia y miedo.
2. La violencia vicaria
Desde la asociación han alertado de que esta situación facilita que «el maltratador continúe ejerciendo violencia a través de la instrumentalización de los hijos e hijas, lo que se conoce como violencia vicaria. Esta estrategia de control impacta negativamente en la relación materno-filial y ocasiona graves consecuencias para la salud psicoemocional de los menores». Esta forma de violencia es especialmente dañina, pues busca dañar a la madre a través del sufrimiento de los hijos.
3. El aislamiento reduce las redes de apoyo
Otro de los puntos que han señalado es que muchas de estas mujeres carecen de una red de apoyo, debido a que «el propio maltratador se ha encargado de aislarlas, separarlas de sus familias y coaccionarlas para romper sus vínculos con su entorno social o laboral». Esto provoca que se enfrenten a sentimientos de soledad y aislamiento, lo que, según han explicado, «dificulta que puedan abandonar la relación violenta y, en algunos casos, incluso propicia que retomen la relación ante la falta de apoyo».
4. Más allá de la violencia física
Desde Consuelo Berges han insistido en que la violencia de género «va más allá de la violencia física» e incluye «conductas como el exceso de control, insultos, humillaciones, amenazas, abuso emocional o la limitación del acceso a los recursos económicos del hogar». Han advertido de que muchas mujeres «normalizan y justifican estas conductas, minimizando los riesgos que suponen para ellas y para sus hijos e hijas».
5. La importancia de formar a los profesionales
En este sentido, la organización ha hecho un llamamiento a reforzar la formación en violencia de género para los profesionales que atienden a mujeres, familias y menores, ya que «identificar estos indicadores no es tarea fácil sin una preparación específica». Asimismo, han señalado la importancia de prevenir la victimización secundaria que sufren muchas mujeres en la atención institucional.
Sobre la Asociación Consuelo Berges
La Asociación Consuelo Berges es una entidad que trabaja en Cantabria ofreciendo apoyo a mujeres separadas y/o divorciadas, con especial atención a aquellas que han sido víctimas de violencia de género. Su sede se encuentra en Calle Reina Victoria 33, Entlo., Santander (C.P. 39004) y su teléfono de contacto es 942 210 521. También es posible contactar a través del correo electrónico mujeres@consueloberges.com o visitar su página web www.consueloberges.com.
Recursos para mujeres víctimas de violencia de género
A nivel nacional, las mujeres que sufren violencia de género pueden acudir a diferentes recursos y líneas de atención:
- Teléfono de atención a víctimas de violencia de género (016): Gratuito y confidencial, no deja rastro en la factura.
- Emergencias (112): Para situaciones de peligro inmediato.
En Cantabria, además, existen servicios como:
- Centro de Atención Integral 24 horas para mujeres víctimas de violencia de género y sexual, que proporciona atención inmediata en crisis. Teléfono: 942 214 141.
- Centro de Información y Atención Integral a la Mujer (CIAIM), que ofrece asesoramiento jurídico, social y psicológico. Teléfono: 942 214 141.
- Oficinas de atención a la víctima en los juzgados, donde se brinda apoyo jurídico y psicológico.
- Centros de Información y Atención Integral (CIAI) en Cantabria:
- Santander: Calle Las Marzas, 20.
- Laredo: Calle Garelly de la Cámara, 2, entresuelo.
- Torrelavega: Calle Lasaga Larreta, 1, 7B.
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