
«Tenemos que asumir el reto de la transición ecológica en la Universidad»
La semana pasada se produjo la toma de posesión de Conchi López como nueva rectora de la Universidad de Cantabria (UC). Por su experiencia en puestos de responsabilidad, dice que «sabe bastante bien a lo que vengo» y llega al cargo «con mucha ilusión» y con un sentido de la responsabilidad para «dejar una Universidad mejor de la que encontramos y más adaptada», como explica en una entrevista concedida a EL FARADIO. Y teniendo en cuenta que tiene por delante un mandato de seis años sin posibilidad de reelección, algo que no había sucedido antes.
Son muchos los ámbitos en los que actuar para conseguir ese objetivo, entre los que cita el ver «cómo estamos organizando todos los procesos de estabilización y de promoción del personal, sobre todo del profesorado más joven» y también que hay que «sacar ya de inmediato las ofertas de empleo publicadas el año pasado, que con las elecciones quedó en suspenso y empezar a preparar la nueva y luego hay que empezar a arbitrar medidas en el ámbito de gestión de la investigación, de simplificación administrativa o de transformación digital».
Pero también hay temas medioambientales en los que la Universidad de Cantabria tiene que avanzar. López refleja que tienen que «asumir el reto de la transición ecológica». De esta forma, es una institución que podría servir de ejemplo para otras, ya sean públicas o privadas.
La nueva rectora cita como importantes y relacionados con el medio ambiente temas como «la alimentación, el transporte, la eficiencia energética o la renaturalización del campus. Y por otro lado, también amplificar nuestra propia capacidad de actuar en el ámbito de la sostenibilidad, quizá haciendo proyectos más transversales y multidisciplinares».
López quiere que la UC participe aplicando «indicadores de gestión ambiental universitarios en los que ahora mismo no estamos participando para ver cómo de sostenibles somos nosotros en nuestra gestión. Queremos hacer ese autodiagnóstico para ser conscientes también de dónde tenemos que mejorar y tener un plan de acción de que nos permite ir mejorando», afirma.
Avanzar en sostenibilidad también incluye observar el tema de la contratación de la UC con empresas que sean un ejemplo mejor o peor de sostenibilidad. «Sí que nos han planteado esto en algún momento y sí que lo vamos a valorar, podría ser un elemento importante», admite.
En cuanto al consumo y la independencia energética de la UC, López cuenta que «se están empezando a hacer inversiones para instalar fotovoltaica, que hasta ahora había muy poquito, y que las ha dejado contratadas el anterior equipo». Cree que ahora el precio de esa tecnología en concreto «ya empieza a ser competitivo y razonable». E insiste en que «nos queremos incluir en ese diagnóstico de eficiencia universitaria, eficiencia o sostenibilidad de las universidades, para tener un autodiagnóstico que nos permita ver dónde es más importante actuar».
También se refiere la nueva rectora a los productos alimentarios que se consumen en el Campus. Por un lado se quiere mejorar la calidad de los productos, que «haya posibilidad de adquirir alimentos que no sean ultraprocesados», algo que se puede hacer también añadiendo opciones en las máquinas de vending y en las cafeterías y, por otro, intentando contactar con productores locales para reducir la huella de carbono y también el consumo de plásticos.
Tema complicado es el del transporte utilizado por estudiantes y trabajadores para llegar hasta la UC. López reconoce que mucha gente va en su coche hasta allí. Por eso quieren estudiar si se pueden mejorar las frecuencias de los autobuses del TUS que pasan por allí, pero también «vamos a tratar de hacer algún programa de coche compartido» como una forma de intentar una movilidad más sostenible de la comunidad universitaria.
En estos y otros temas va a ser muy importante la comunicación con los estudiantes. López huye de las críticas que se vierten sobre la juventud, simplemente ve que esta es una generación diferente, como ha pasado siempre. Y esta generación vive con cambios mucho más acelerados que antes. «Yo creo que hay un problema también en las formas que tenemos de comunicarnos. Ellos se comunican de formas radicalmente diferentes A nosotros nos parece que el correo electrónico es lo más y ellos es que ya ni lo leen», describe.
Ella es profesora de la UC y presume de tener «unos alumnos que son maravillosos, personas formadas, trabajadoras, que te leen a los clásicos, que hablan idiomas, que están comprometidos», por lo que se trata de conectar mejor y darles una mayor posibilidad de participación en las cosas que suceden en la Universidad.
Por tanto, López lanza el compromiso de dar voz, escuchar y ser transparente en su gestión, como forma de que se identifiquen mejor los problemas y aparezcan más posibles soluciones. «A nadie le gusta que le critiquen, pero cuando hay una cosa que no sale bien, pues también hay que reconocerlo», responde.