
Repsol está tan asociada a combustibles contaminantes que los consumidores ya lo tienen asumido
El Juzgado de lo Mercantil n.º 2 de Santander ha desestimado la demanda de Iberdrola contra Repsol al no apreciar que exista en sus comunicaciones y campañas una publicidad engañosa, ilícita y desleal que constituya competencia desleal.
En su demanda, Iberdrola argumentaba que Repsol, la empresa que compró lo que en su momento fue la eléctrica de origen cántabro Viesgo, estaba llevando a cabo prácticas de «greenwashing» al promocionarse como empresa comprometida con la sostenibilidad y la transición energética, cuando su negocio sigue centrado en los combustibles fósiles.
Así, sostenía que Repsol emplea mensajes publicitarios que inducen a error, presentando su actividad como respetuosa con el medio ambiente y líder en energías limpias: la empresa denunciaba expresiones como «Repsol Compromiso Cero Emisiones Netas 2050» o «Lideramos la transición energética», publicadas en la web de la petrolera y utilizadas en campañas publicitarias.
Pero el juzgado ha rechazado la demanda de Iberdrola basándose en que los consumidores ya asocian a Repsol con los combustibles fósiles y, por tanto, no hay engaño real en su estrategia publicitaria. Según la sentencia, los usuarios son plenamente conscientes de que la empresa sigue operando principalmente en el sector petrolero, pese a sus esfuerzos por posicionarse en energías renovables.
En este sentido, el juez considera que el concepto de sostenibilidad en la actualidad no implica la eliminación total de emisiones contaminantes, sino un equilibrio entre lo económico, lo social y lo ambiental. Por ello, los mensajes de Repsol no serían jurídicamente engañosos, ya que el consumidor medio no espera que la compañía sea 100% ecológica.
En concreto, señala que el consumidor español conoce Repsol “de un modo casi universal (98,4 por ciento), asociando en un 97,7 por ciento su actividad a las estaciones de servicio y venta de combustibles, cuya naturaleza perjudicial para el medio ambiente no precisa aclaración”.
También afirma que no hay pruebas de que los clientes de Repsol hayan contratado sus servicios creyendo erróneamente que la empresa solo opera con energías limpias.
Y añade que la normativa actual no prohíbe a las compañías promocionar su compromiso con la sostenibilidad siempre que realicen inversiones en energías renovables, como es el caso de Repsol.
En cualquier caso, señala, que “en ningún momento se realizan alegaciones medioambientales, sino de compromiso con la sostenibilidad”, y que las campañas no mencionan “características de un producto (por ejemplo, menos perjudicial o más eficiente) sino del posicionamiento de la empresa respecto del compromiso internacional con la sostenibilidad”.
EL GREENWASHING, A JUICIO
El fallo también desestima las acusaciones de greenwashing en relación con las promociones de descuentos en combustibles vinculadas a la contratación de electricidad. El tribunal entiende que estos incentivos comerciales no contienen afirmaciones medioambientales explícitas ni buscan ocultar el negocio principal de la empresa.
El magistrado concluyó que la publicidad de Repsol no era objetivamente falsa ni engañosa porque las afirmaciones sobre sostenibilidad están dentro de lo que se considera publicidad corporativa genérica y no necesariamente una promesa concreta sobre sus productos.
Además, razonaba que el concepto de «sostenibilidad» es amplio y no se restringe solo a las energías renovables, de modo que empresas que aún dependen de los combustibles fósiles pueden legítimamente hablar de sostenibilidad en el contexto de la transición energética.
Y matizaba que Repsol ha hecho inversiones reales en energías renovables y tecnologías bajas en carbono, por lo que sus afirmaciones sobre compromiso ambiental no pueden considerarse completamente falsas.
Iberdrola señalaba que algunas promociones de Repsol, como descuentos en gasolina a clientes que contraten electricidad, eran una forma de engaño ambiental (greenwashing), ya que incentivaban el consumo de combustibles fósiles bajo el pretexto de la sostenibilidad.
El magistrado desestima esta acusación porque las promociones no contenían afirmaciones medioambientales directas, los descuentos son una estrategia comercial habitual y no necesariamente un intento de «maquillar» la imagen ecológica de Repsol y la oferta incluye también electricidad y energía solar, por lo que no puede considerarse como un incentivo exclusivo al consumo de combustibles fósiles.
REPSOL
La compra de Viesgo hace que Repsol tenga una presencia notable en Cantabria. Repsol,
Entre sus principales accionistas se encuentran:
-
BlackRock, Inc.: posee un 6,201% del total de los derechos de voto, distribuidos en un 6,031% de forma directa y un 0,170% a través de instrumentos financieros.
-
Norges Bank: el banco central de Noruega tiene una participación del 5,452% en Repsol.
Además, los accionistas institucionales de Repsol se distribuyen geográficamente principalmente entre Europa y Estados Unidos, destacando Estados Unidos con un 32,98% y Reino Unido con un 24%.
Las grandes empresas energéticas dominan el discurso de la sostenibilidad. El medio ambiente y el mercado energético necesitan transparencia. Súmate a la conversación y apoya la información independiente. Hazte socia o socio de El Faradio por 5 euros al mes en este enlace.