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Un fondo financiero cofundado por la siguiente generación de los Botín gestionará el Campus Tecnológico Altamira
HABRÁ AMPLIACIÓN
El Gobierno de Cantabria ha presentado este martes el Campus Tecnológico Altamira, un nuevo proyecto industrial enfocado en el desarrollo de tecnologías vinculadas al tratamiento de datos y la inteligencia artificial.
El proyecto Altamira, un campus tecnológico de centro de datos de gran capacidad, enfocado a inteligencia artificial y cloud computer con vocación de ser de los principales de Europa, con unas cifras que “apabullan” y que desgranaba la presidenta María José Sáenz de Buruaga: una inversión de más de 3.600 millones de euros (la mayor inversión empresarial de la historia de Cantabria, similar al presupuesto autonómico, la cuarta parte de su PIB) y la construcción de 1.500 puestos de trabajo en la fase de desarrollo, y más de 1.450 cuando esté operativa construcción (350 de forma directa, 1.100 indirectos). Se ubicará sobre el polígono VIPAR y un nuevo suelo que se desarrollará entre Piélagos y Villaescusa, ocupando en total más de 600.000 metros cuadrados.
La iniciativa contará con la participación de Stoneshield Capital, fondo de inversión fundado en 2018 por Felipe Morenés y Juan Pepa.
La gestión del campus correrá a cargo de XDC Properties, filial de Stoneshield Capital, especializada en el desarrollo y explotación de activos inmobiliarios y de infraestructura crítica. La operación refleja la creciente implicación de los fondos de inversión en el tejido industrial y tecnológico, desplazando en parte a los modelos tradicionales de financiación industrial vinculados a la banca clásica.
Un fondo con presencia en sectores estratégicos
Stoneshield Capital basa su modelo de negocio en la adquisición, gestión y desarrollo de activos inmobiliarios e infraestructura en el sur de Europa. Su cartera incluye inversiones en residencias de estudiantes a través de la empresa MiCampus, que gestiona la residencia universitaria de Cazoña en Santander; centros de datos con su filial X-Data; y distritos científicos y de innovación, como el Barcelona Science Innovation District (BaSID) y el Madrid Science Innovation District (MaSID). Además, tiene participación en el sector inmobiliario con un 25% del capital de Neinor Homes.
Los impulsores del fondo
Felipe Morenés, hijo de Ana Botín, presidenta del Banco Santander, es licenciado en Economía Política por la Universidad de Georgetown. Su trayectoria incluye experiencia en UBS Investment Bank en el área de Fusiones y Adquisiciones, así como en el grupo de Renta Fija en Londres.
Por su parte, Juan Pepa, empresario argentino nacido en 1978 en Intendente Alvear, La Pampa, cuenta con una destacada carrera en la gestión de inversiones inmobiliarias. Antes de cofundar Stoneshield Capital, fue socio en Lone Star Funds, donde dirigió operaciones por más de 10.000 millones de euros en Europa. Ha trabajado en Citigroup en Londres y es licenciado por la Universidad de San Andrés en Buenos Aires, con un MBA de Babson College. Además, está vinculado a iniciativas benéficas en el Reino Unido, Argentina y España.
El Campus Tecnológico Altamira pretende convertirse en un polo de innovación en Cantabria, atrayendo inversiones y fomentando el desarrollo tecnológico en la región. El proyecto sigue la línea de otras iniciativas promovidas en Europa para consolidar ecosistemas digitales y potenciar sectores clave como el tratamiento de datos y la inteligencia artificial.
“ANTE LAS EMPRESAS HUÍAN DE CANTABRIA”
“Antes las empresas huían de Cantabria, y ahora se acercan a nuestra comunidad porque nuestras políticas generan confianza, ofrecen certidumbre y apuestan por sectores que marcan un modelo productivo más innovador”, ha aseverado la presidenta.
Para la jefa del Ejecutivo autonómico, la llegada de esta “importantísima” inversión “valida y da sentido a todas las políticas y todas las decisiones que hemos adoptado en esta primera parte de la legislatura para transformar Cantabria y convertirla en una tierra de primera con más empleo y de más calidad y oportunidades para todos”.
“Después de años de vacío, un gran proyecto industrial aterriza en Cantabria porque nuestras políticas generan confianza, ofrecen seguridad y apuestan por sectores que marca un modelo productivo más competitivo e innovador”, ha afirmado la presidenta, que ha avanzado que Altamira es “la primera gran inversión” de las que llegarán.
“No es un anuncio, es una realidad ya en marcha gracias a la actitud proactiva de un Gobierno capaz de vencer los obstáculos que había por el camino. Por primera vez, el Gobierno supera a la velocidad del sonido las dificultades de falta de suelo para retener la inversión, y por primera vez, el proyecto tiene los incentivos, tanto en regulación como en ayudas”, ha señalado la presidenta para quien “eso es el cambio, y por eso, Altamira está aquí”.
La presidenta Buruaga en la presentación del proyecto ha estado acompañada por el consejero de Industria, Empleo, Innovación y Comercio, Eduardo Arasti,junto a los responsables del grupo empresarial que promoverá esta importante inversión de la mano del Gobierno de Cantabria, Javier Ibáñez, responsable de adquisiciones de Stoneshiel, y Javier Gonzalo, CEO de su filial XDC Properties.
La previsión es que las obras de la primera fase empiecen en menos de un año, en enero de 2026, una vez que concluya la tramitación del proyecto singular de interés regional (PSIR) que ya está redactado y que el Gobierno espera aprobar en diciembre.
El objetivo es que las obras de las fases dos y tres, que también se acometerán a través de un PSIR, comiencen en 2028, de manera que el Campus Tecnológico de Centros de Datos Altamira comience a operar en 2032.
El proyecto se va a desarrollar en una parcela de 636.432 metros cuadrados en el polígono de la Sociedad Vipar, sin desarrollar desde hace 18 años, y en un suelo industrial completamente nuevo a desarrollar en los municipios de Piélagos y Villaescusa, en una ubicación estratégica en torno a la A-8, la S-30 y su conexión con la A-67, muy cerca del puerto y el aeropuerto.
La subestación de Penagos, de 220.000 voltios, proporcionará la potencia necesaria para el proyecto: 100 megavatios en 2028 y 500 en 2030.
La primera fase se va a desarrollar en el actual polígono de VIPAR, sociedad participada en un 85% por la empresa pública SEPIDES y en un 15 por SICAN.El pasado 25 de noviembre, la Junta General de Socios de VIPAR aprobó iniciar la comercialización de la parcela Altamira 1, de 374.572 metros cuadrados, con un precio mínimo de venta de 7,8 millones.
El grupo promotor del proyecto Altamira presento la única oferta de compra, por lo que la venta se formalizará en el próximo Consejo de Administración.
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