Los zoos tienen que pasar por un gran proceso de reconversión que les haga evolucionar de “jaulas pequeñas” que convierten a los animales en “meros cromos vivientes” a ser centros de rescate de la fauna autóctona.

Es el mensaje que traslada Pedro Pozas, de Gran Simio, en conversación con EL FARADIO con motivo de su estancia en Santillana del Mar, acompañado de representantes de la Federación DEAN (que agrupa a asociaciones en defensa de los animales en Cantabria).

Pozas rechaza que los zoos están cumpliendo las funciones científicas, educativas o culturales con las que se justifica su existencia para ser “un negocio que se quiere mantener” o “una atracción turística” a costa de “quitar” a los animales su forma de vida, sin “buscar alimento o poder relacionarse con quienes quieren”.

El responsable de Gran Simio remarca que la propia Comisión Europea ha confirmado que no hay aval científico a la función de los zoos más allá del que transmiten ellos mismos, la parte interesa: al preguntar a la UE de dónde salía el aval, la respuesta fue que el único con el que se cuenta es el que proporcionó la propia asociación de zoos.

Frente a esto, apuesta por un gran cambio que los convierta en centros de rescate de especies autóctonas que traten a las especies rescatadas y las reintroduzcan de nuevo en su entorno una vez se recuperen.

Al respecto, Pozas rechaza que estén contribuyendo al fin que se invoca de la reproducción en cautividad de especies en extinción, poniendo como ejemplos los cruces que se hacen entre especies y subespecies que no suponen el mantenimiento que se buscaba, y que en la práctica lo que están sirviendo es “que las jaulas vacías –cuando los animales van muriendo—queden repuestas” con nuevos ejemplares apartados de su hábitat. Si lo que se buscara es la supervivencia de las especies, rebate, entonces se las devolvería a sus hábitats para que vivieran en libertad y se destinaría para ese objetivo parte del dinero conseguido.

SIN AVANCES EN LA LEY DE GRANDES SIMIOS

Pozas ha denunciado el retraso de más de un año en la aprobación de la Ley de Grandes Simios, un texto específico que se promete en la Ley de Bienestar Animal aprobada el año pasado.

«Todo avance es bienvenido, pero la Ley quedó incompleta tras la exclusión –al llegar al Senado- de los perros de caza y la prohibición de espectáculos con delfines en circos», ha  recordado, mientras apunta al reglamento de la Ley –la concreción del texto al detalle, aún por desarrollar- como un hito del que estar pendiente.

Iniciativas del Proyecto Gran Simio

Además de la defensa de los grandes simios, el Proyecto Gran Simio trabaja en la conservación de bosques tropicales y en la protección de comunidades indígenas. Uno de sus proyectos recientes es el Proyecto Leonor, con el que han conseguido construir una escuela para una comunidad indígena en Argentina.

 

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La brecha en el reglamento contra  el comercio de especies protegidas

Otro de los frentes en los que trabajan es la campaña contra el reglamento CITES, una normativa internacional que regula el comercio de especies protegidas para evitar su explotación y extinción, y en el que han encontrado una brecha.

Pozas ha denunciado que esta normativa presenta lagunas legales que permiten el tráfico ilegal de animales al permitir el comercio de especies nacidas en cautividad y sin familia. Lo que sucede es que «los cazadores furtivos matan a las familias de los simios, capturan a los bebés y los transportan ilegalmente a Asia, donde se les da una documentación falsa como si hubieran nacido en cautividad”, por lo que reclaman que el reglamento CITES prohíba la venta de cualquier ser vivo bajo su protección.

PROYECTO GRAN SIMIO

El Proyecto Gran Simio es una organización internacional que lucha por la protección y defensa de los grandes simios, como chimpancés, gorilas, bonobos y orangutanes. Su principal objetivo es lograr el reconocimiento de derechos básicos para estas especies, incluyendo el derecho a la vida, la libertad y la no tortura. Además, trabajan en la conservación de los hábitats naturales de estos primates y en la protección de las comunidades indígenas que coexisten con ellos en diferentes regiones del mundo.

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