
Sin limpieza y con poco mantenimiento: la propuesta de la empresa de las escaleras mecánicas de Santander confirma la tendencia a la baja técnica cuando sólo hay una aspirante
El nuevo contrato para el mantenimiento de las escaleras, rampas mecánicas, ascensores y plataforma giratoria de Santander se encamina hacia su adjudicación a la actual responsable, la empresa TK Elevadores, ya que esta ha sido única licitadora en el procedimiento.
Sin expectativa por quién se llevaría el contrato –pendiente de trámites formales–, quedaba por conocer qué oferta económica y técnica había presentado, sobre todo ante varios antecedentes en adjudicaciones en Santander en las que concursos con una única aspirante se traducían en la renuncia a la baja económica y una rebaja de los condicionantes técnicos.
Es, de hecho, el mundo (de las licitaciones) al revés: las normas de contratación fomentan (premiando con puntos) que las empresas planteen rebajas económicas respecto al precio marcado por el Ayuntamiento y también que se ajusten lo más posible a sus especificaciones técnicas. No cumplir esas condiciones supone un factor de riesgo para perder el contrato frente a unos competidores con los que se cuenta por sistema, ya que a la hora de presentar la propuesta se desconoce cuántos o quiénes se presentan.
En la parte económica, adelantada por EL FARADIO, se comprobó la primera premisa para estos casos d oferta única: una mínima baja económica respecto a los casi 5 millones en disputa: un 5% –consiguiendo todos los puntos posibles en este punto–, que contrasta con las bajas habituales en Santander, que rondan el 20-25%, con casos que rozan el 40.
LA PROPUESTA DE TK ELEVADORES
En detalle, la oferta técnica de TK Elevadores no se compromete a realizar una limpieza intensiva de los equipos, lo que le ha supuesto 0 puntos en ese criterio del pliego, cuando podía suponer hasta 2,5.
Además, en la valoración técnica, la empresa sólo obtuvo 3 puntos de los 5 posibles en la memoria técnica, 6 de 10 en la gestión del servicio y 12 puntos de 20 en el plan de mantenimiento. Sí que oferta todo lo posible en la disponibilidad o el tiempo de respuesta. En total, su puntuación en la parte técnica fue de 25 sobre 40.
Tras años de quejas por tramos parados y averías, el mantenimiento fue precisamente el argumento esgrimido por el Ayuntamiento para justificar el aumento del presupuesto del nuevo contrato respecto al anterior, si bien el pliego (el detalle de las condiciones que se deben cumplir) lo que contemplaba era más tramos, subidas de precios en los materiales y sustitución de elementos.
El pliego
El documento con las especificaciones económicas exigía una solvencia económica que acreditase un volumen de negocio anual, en servicios similares, de al menos 1.030.020,58 euros, lo que supone un aumento del 108,6% respecto a 2021, cifra a la que TK Elevadores alcanzó gracias a los 314.000 euros adicionales fuera de contrato, que elevaron su media anual a 1.066.333,52 euros . En cuanto a la solvencia técnica, se exigía haber ejecutado en algún año reciente un contrato similar con una facturación anual de al menos 721.014,41, que cumplía de sobra simplemente con ese anterior contrato con el Ayuntamiento. El pliego también requiere acuerdos de suministro con hasta tres fabricantes y experiencia específica en contratos de naturaleza similar, y marcaba años de experiencia.
Concurso en lugar de prórroga
A diferencia de otros contratos municipales en los que se ha optado por prórrogas –uno de ellos con la propia TK Elevadores--, en este caso se decidió licitar uno nuevo con un 51% de aumento respecto al anterior. Sin embargo, no dio tiempo a preparar el nuevo concurso tras agotarse el plazo del anterior, lo que supuso que se pagara a la empresa al margen del contrato, para evitar que no se prestase el servicio, en una figura que implica menos garantías y capacidad de control como las que figuran en el contrato. La prórroga, según pliegos, es una propuesta del Ayuntamiento que la empresa puede aceptar o no.
Tener las escaleras mecánicas fuera de contrato resta garantías y control
Una aspirante: sin baja económica y con ‘baja’ técnica
No es la primera vez en Santander en la que en un concurso en el que a la hora de la verdad se descubre que sólo hay una participante, esa empresa se la juega y apenas realiza baja frente al precio fijado por la institución, sabiendo que es un contrato por el que se compite con otras empresas que irán a la baja porque la normativa lo fomenta.
Es lo que ha sucedido en Santander en adjudicaciones como la del Parque 2020 (a La Encina), al campo de golf de Mataleñas (a COPSESA, y luego hubo sobrecostes), las nuevas señalizaciones de las paradas de autobús (a Chispas, cuyas condiciones se consultaron con empresas del sector para favorecer que hubiera más aspirantes) o el campo de fútbol de El Regimiento (que acabó manchando de caucho a los jugadores).
En estas licitaciones no sólo se mantuvo la cifra del Ayuntamiento o se rebajó mínimamente, sino que lo que se tiró a la baja fueron las propuestas técnicas, y eso que la misma dinámica de contratación que lleva a premiar con puntos la rebaja económica premia el mayor ajuste posible a la parte técnica
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