La propuesta técnica presentada por TK Elevadores España S.L.U., única empresa que concurre al contrato de mantenimiento integral de ascensores, rampas y escaleras mecánicas del Ayuntamiento de Santander, ha recibido una valoración de 25 puntos sobre 40.

Sin limpieza y con poco mantenimiento: la propuesta de la empresa de las escaleras mecánicas de Santander confirma la tendencia a la baja técnica cuando sólo hay una aspirante

Así se recoge en el informe técnico elaborado por el Servicio de Vialidad, al que ha tenido acceso EL FARADIO, que pone de manifiesto debilidades significativas en aspectos clave del servicio, como la gestión operativa y el plan de mantenimiento.

El pliego contempla una inversión de 4.985.299,62 euros (IVA incluido) para un periodo de cuatro años, prorrogable por uno más.

Sólo una empresa, la anterior adjudicataria, presentó oferta, y lo hizo sin aplicar ninguna rebaja económica respecto al presupuesto de licitación.

La empresa de las escaleras mecánicas retiene el contrato en Santander tras una baja de un 5% en un concurso en el que era la única aspirante

El plan de mantenimiento, principal debilidad

Mientras en lo económico presenta una baja de apenas un 5% respecto al precio de licitación, en lo técnico sí que hay descensos sustanciales respecto a lo exigido, tal y como se desprende de los informes municipales.

Donde más penalización recibe la oferta de TK Elevadores es en el plan de mantenimiento, que logra sólo 12 puntos de los 20 posibles, a pesar de que se anunció desde el Ayuntamiento que precisamente en ese apartado se subiría el presupuesto en un 51% respecto al anterior y a ser precisamente donde se han centrado las quejas vecinales y políticas por las frecuentes averías y tramos parados.

En el apartado de memoria técnica, la puntuación otorgada ha sido de 3 puntos sobre 5. El informe detalla que “la gestión y administración de la conservación es mejorable”. También se señala que “el desarrollo de la gestión de incidencias y la mecánica general operativa es mejorable”.

La documentación técnica presentada justifica el desarrollo del inventario y ofrece una explicación adecuada, pero se indica que la adaptación a las infraestructuras del Ayuntamiento “resulta correcta”, sin destacar por su valor añadido.

La puntuación más baja relativa al total posible se da en el apartado de plan de mantenimiento, valorado con 12 puntos sobre 20. Según el informe, el plan es considerado “bueno”, pero presenta “márgenes de mejora”. Se menciona que el mantenimiento preventivo y otras tareas están correctamente desarrolladas, y que el mantenimiento correctivo “se considera bien planteado”.

No obstante, el informe técnico remarca que el mantenimiento predictivo por frecuencia es “adecuado pero mejorable”, y que, en conjunto, “la valoración general refleja la necesidad de una mayor profundidad técnica en algunos de estos aspectos para alcanzar una puntuación más alta”.

La gestión del servicio, que incluía aspectos como el sistema informatizado y la gestión de repuestos y stock, ha sido puntuada con 6 puntos sobre 10. El informe la considera adecuada, pero no destaca ninguna innovación ni valor añadido significativo en este bloque.

El mejor resultado lo obtiene el apartado de medios propuestos por el adjudicatario, con 4 puntos sobre 5. La documentación referida a la oficina, almacén, acopio de materiales, retén de personal, maquinaria y medios auxiliares ha sido valorada positivamente. El personal propuesto “se ajusta correctamente a lo requerido por el contrato”.

El hecho de no alcanzar la máxima puntuación sugiere, según el informe, que “podría haberse incluido un mayor grado de concreción o mejoras relevantes en relación con los medios previstos”.

UNA PRÁCTICA ARRIESGADA

• BAJA TÉCNICA SIN REBAJA ECONÓMICA:

La oferta, pendiente de formalización definitiva, es una práctica arriesgada en materia de contratación: la normativa y la dinámica competitiva lleva a ofrecer rebajas económicas, ya que es algo que se valora, y a la hora de presentar la oferta se desconoce si habrá más competidores –como es habitual- o no, como ha sido este caso.

Del mismo modo, lo que ha hecho TK Elevadores también ha sido arriesgado en el plano técnico, ya que en esos apartados lo que se premia es justo acercarse lo más posible a los criterios fijados. Lo habitual es prácticamente calcarlos, y aquí la propuesta queda muy distante.

• RENUNCIAR A COMPETIR CUANDO SE SABE SI HAY COMPETENCIA

Es, en cualquier caso, una práctica que, como viene contando EL FARADIO, se ha producido en más licitaciones en Santander en las que también se ha dado otra circunstancia, la de contar con un único participante. Sucedió con la reforma del campo de golf de Mataleñas (COPSESA), la conexión eléctrica de los paneles informativos del TUS (Chispas), el campo de fútbol del Regimiento (SENOR) o el Parque 2020 (La Encina).

En todos estos casos, además de producirse posteriores deficiencias técnicas en los proyectos y/o sobrecostes posteriores, las empresas plantearon rebajas en la parte técnica, pero no en la parte económica, pese a que debían contar con la posibilidad de que otras competidoras quisieran los mismos servicios y presentaran ofertas más atractivas, esto es, más baratas y técnicamente mejores.

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