Pedro Halfter – Charla al Piano – Sala Pereda – 20 de marzo – 19:30 horas

Pedro Halfter tiene mucha relación con el mar, con los mares: “Volver al mar es volver a vivir”. Descubrió Comillas y sus playas en tiempos de postpandemia; ahora está pasando semanas de preparación a un estreno operístico, amarrado al duro banco de director de orquesta de un edificio que semeja una draga en medio de la bahía. Es el ‘director musical’ del que dependen la orquesta Oviedo Filarmonía, dos coros, catorce solistas, un grupo de monjas carmelitas y descifrar con estilo propio un libreto con casi tres horas de música: “Dirigir requiere un esfuerzo emocional importante que en el caso de la ópera Diálogos de Carmelitas es mayor. Su final es uno de los más impactantes de cualquier época, tanto por su belleza como por estar basado en un hecho real. Nos deja sobrecogidos”. (Aquí hay que hacer spoiler: dieciséis monjas carmelitas son guillotinadas en 1794 durante la época del terror de la Revolución Francesa. La partitura hace sentir los dieciséis golpes de guillotina. Claramente, ¡sobrecoge!).

Su charla fue toda una MasterClass donde cada parte de la ópera era explicada al piano anunciando algunas claves: “Do menor es una tonalidad de muerte y estas tres notas la anuncian”. Una charla que terminó siendo un pequeño concierto de un artista hijo de una gran pianista -Marita Caro- y del tercer Halfter compositor, Cristóbal.

Confidencias: “Los debates que teníamos mi padre y yo en las sobremesas eran apasionados. Recuerdo puntos de vista

casi opuestos sobre la vigencia de la tonalidad o su muerte. Yo creo que la tonalidad está en la propia estructura y en el sentimiento de la música”. Un debate que le sigue apasionando: “La tonalidad es la sujeción, la naturalidad. Si no es algo artificial y no es humano. Lo obvio, lo claro y lo natural lo sentimos como cercano”. Y unas recomendaciones como ‘jefe’ de orquesta: “Solo pido tres cosas a los cantantes que dirijo: Llegar puntuales – Saberse el papel – Ser profesionales y aportar algo al personaje… si no es imposible construir un protagonista”.

Pedro Halfter, de Nueva York a Cantabria, del rio Hudson a la bahía de Santander… Puede que no se vaya tan pronto de estas orillas y muelles siguiendo el consejo de su hijo pequeño que quería abandonar la playa “cuando se terminen las olas”. Y olas tiene el Cantábrico.

Astur Ensemble – Renacimiento Folclórico – Hall Palacio de Festivales – 22 de marzo – 11:30 horas

Lo mejor del espacio que llaman “Hall Reina Victoria” (¿el elegir este nombre no será el anuncio de un nuevo hotel, vistos los gustos hosteleros de los responsables?) es conocer en tiempo real la temperatura y humedad de la sala. El sábado pasado era de 20.4 º centígrados y un 50.3 % de humedad relativa. Las conmociones del concierto aumentaron la circunstancial relatividad.

En escena, sobre una tarima y escoltados por figuras de bailarines legendarios, un cuarteto de cuerda creado en 2022 -violines, viola y violonchelo- presentó varias piezas con los sonidos del folclore en sus notas. Ellos son Astur Ensemble (profesores de conservatorios asturianos) y su recorrido musical unió a Juanjo Mier (1947-1997) con Dimitri Shostakóvich (1906-1975) y Giovanni Sollima (1962).

El primer tema fue el Re-Nacimiento trocado de Mier, tocado delante de la persona a la que fue dedicado (“A Maribel, que vive en cada una de estas notas”), con la familia y nieto acompañando; un regalo que no hacía falta trocar (cambiar) por nada más. Interpretado antes por otros cuartetos, la emoción y expresividad aportadas por los cuatro intérpretes astures fue brillante: supieron transformar un villancico renacentista en lo que quería el compositor: “pasar por el corazón”. Nota sobresaliente para Alberto Gorrochategui al chelo, Ricardo Fernández a la viola, David Hevia y Carlos Tagarro a los violines.

El difícil Cuarteto de cuerdas nº 8 de Shostakóvich fue otro momento emocionante, ejecutado con gran intensidad en esa difícil mezcla de placidez y estruendo de sus cinco movimientos. Dedicado a “las víctimas del fascismo y de la guerra” se agradecen momentos que recuerdan valses y melodías rusas tradicionales. El salto al tercer compositor de la mañana permitió encontrar melodías celtas –Sonnets et Rondeaux– en un compositor vivo italiano. Hubo propina, danzarina y argentina: Por una cabeza, tango de Carlos Gardel (1935). Velada cálida en un sala que acabó a los mismos 20.4 º con que empezó un ensemble cada día más conjuntado, astur y algo cántabro. Un placer.

Cumpleaños Feliz, Monsieur Boulez, compositor

Hoy hace cien años que nació Pierre Boulez (1925-2016), compositor, director de orquesta y pedagogo musical. Era un 26 de marzo de 1925. No parece que vayan a celebrarlo mucho por estas tierras como lo hacen ya los parisinos y franceses en general. Desde este rincón recordamos su cumpleaños centenario en este marzo donde también nacieron Bach, Vivaldi, Haydn, Chopin…