Convocada una manifestación urgente por Palestina este sábado

Esta vez, los activistas se reunirán en la Plaza del Ayuntamiento de Santander, donde formarán un gran lazo negro hecho con paraguas, en solidaridad con las personas asesinadas en Gaza y Cisjordania, especialmente ahora que Israel ha roto el alto el fuego pactado
Tiempo de lectura: 8 min

La Plataforma de Apoyo a Palestina insta a la ciudadanía a que vuelva a salir a las calles. Aunque la última manifestación se produjo el pasado fin de semana, la situación que se vive en Gaza vuelve a ser más que dramática, después de que el ejército israelí haya reiniciado sus ataques sobre la población civil.

Este sábado, a las 18:00, se convoca manifestación en la Plaza del Ayuntamiento. Se pide a los asistentes que lleven prendas de ropa negras, como símbolo de duelo por las víctimas. Se formará un gran lazo en la plaza con paraguas, por lo que se insta también a quien quiera unirse a esa acción a que lleve el suyo.

También se pretende guardar dos minutos de silencio por la tragedia continua que se está viviendo, y como llamada de atención a una comunidad internacional que no está evitando lo que sucede allí. Después se leerá el siguiente manifiesto:

«La oscuridad se cierne sobre Gaza. La oscuridad de los malditos, acechando a los abandonados por el resto del mundo, a los invisibles para aquellos que no quieren ver. La impotencia y el terror se adueñan de todo. La muerte avanza sin freno, alimentándose de pedazos bajo los escombros, de niños famélicos, de enfermedades y de dolor. En cada rincón de este lugar, donde los sueños se deshacen como polvo, cada niño, cada madre, cada joven, cada anciano lleva la peor de las cargas. Un peso insoportable que no puede ser contado por estadísticas ni cifras, solo por la violencia de los cuerpos que caen y la memoria de los que quedan. Lo que está padeciendo esta gente es uno de los mayores sufrimientos que haya podido experimentar nadie jamás. Y es imperativo repetir que es un sufrimiento calculado y provocado por las demandas de nuestra sociedad y los intereses de los gobiernos occidentales.

Sin embargo, seguimos mirando desde lejos, con las manos vacías de esperanza. Pero Gaza no está lejos. Gaza es el reflejo de lo que nosotros permitimos. Y, por tanto, es el reflejo de lo que somos. Gaza no es solo un lugar, es una realidad global que involucra a todos, a cada uno de nosotros, pues es el grito ahogado de la humanidad que ya no puede permitirse la indiferencia. No, no podemos seguir diciendo «no es mi gente, no son mis asuntos». Porque este horror, este dolor, esta injusticia, sobrepasa todo lo conocido, es el infierno en la tierra, consentido y permitido, es la fractura de nuestra sociedad ¿»civilizada»?.

Gaza es el campo de concentración donde el aire huele a muerte, a contaminación, a radioactividad. No hay atisbo de futuro en el horizonte, solo escombros, polvo y ecos de gritos callados. Cada bomba que explota destruye sueños, destroza la dignidad humana, negando el derecho más elemental: el derecho a la vida. Y ahí, en la inocencia destrozada de los niños que ven y sufren los peores horrores inimaginables, se encuentra nuestra vergüenza, el pecado de haber dado la espalda a la humanidad que compartimos.

¿Qué nivel de horror experimenta un niño con sus extremidades reventadas y amputadas sin anestesia? Lo siento, hay que decirlo. ¿O su madre presenciándolo, o viendo a su bebé muriendo de hambre? ¿U otro niño o madre recogiendo trozos de su ser más querido? ¿Cómo podemos seguir con nuestras vidas mientras nuestros gobiernos occidentales infligen estas pesadillas a cerca de dos millones de personas? Recordemos, que la omisión de socorro es un delito penal. Toda nuestra sociedad, no solo nuestros infames e interesados gobernantes, está incurriendo en delitos. Se está viendo claramente cuán horrible es el ser humano.

¿Dónde está el llanto del mundo cuando cerca de 100 niños son asesinados cada día? ¿Dónde está nuestra voz, nuestra ira, nuestra compasión? Nos han enseñado a olvidar, a mirar a otro lado, a no preocuparnos más que de nosotros mismos, a no pensar demasiado, a justificar con espantosas mentiras la limpieza étnica, el genocidio disfrazado de «defensa» y «seguridad». Nos han hecho creer que el sufrimiento tiene límites, que el dolor tiene fronteras, esto pasará, como tantas otras cosas que suceden en el mundo y se desvanecerá en el tiempo. Pero en Gaza no hay fronteras para el sufrimiento. El sufrimiento es infinito y se extiende más allá del desierto, del mar, de los continentes. Es un sufrimiento que está en nuestra indiferencia, en nuestra aceptación pasiva de que unos seres humanos puedan ser borrados de la faz de la tierra por el simple hecho de existir en un lugar estratégico que alguien desea dominar.

No hay excusas. No hay justificación que valga. La violencia de Estado, especialmente cuando consiste en exterminar a población civil, no se puede revestir con eufemismos ni con discursos falsos de paz. Gaza es la negación de la humanidad, el fin de los derechos humanos, la traición a nuestros principios y a todos los que lucharon por nuestras libertades.

Y mientras tanto, en Gaza, mientras la tierra se sacude y las vidas se deshacen, aún hay algo que resiste. Algo que nos da ejemplo. Algo que debería hacernos agachar la cabeza y avergonzarnos aún más. Porque si bien las bombas caen, la humanidad no puede ser exterminada tan fácilmente. Los periodistas que arriesgan su vida para contar la verdad, los médicos que se baten con la muerte para salvar la vida, los padres que protegen con sus propios cuerpos a sus niños, y estos que, a pesar de todo lo que ven y sufren, siguen soñando, siguen existiendo, siguen recordándonos que la dignidad humana no puede ser aplastada. Y siguen pidiendo socorro, manteniendo una fe fuera de lo común. Algo que se escapa a nuestro entendimiento.

Aún no es tarde para los que siguen en pie. Debemos persistir en la acción, en la denuncia, en la resistencia, en la lucha por una paz que no sea la sumisión del débil, sino el reconocimiento de la humanidad de cada ser.

No hemos gritado lo suficientemente alto. Quizás debamos presionar más a menudo, o quizás debamos ser menos obedientes y sumisos. La culpa, la vergüenza, la indiferencia, es nuestra. La esperanza, la justicia, la lucha, también lo son. ¿Qué haríamos por nuestros propios hijos?»

Día de la Tierra Palestina en Marina de Cudeyo

El Comité de Solidaridad con los Pueblos – Interpueblos, junto al Ayuntamiento de Marina de Cudeyo, organiza dos actividades por el Día de la Tierra Palestina, una jornada internacional que recuerda las protestas de 1976 contra la expropiación de tierras y que simboliza la lucha del pueblo palestino por su derecho a existir.

El viernes 28 de marzo, a las 19:00 horas, se proyectará en el Centro Cultural de Pontejos el documental ‘Hijas de la Nakba’, que recoge los testimonios de mujeres palestinas que resisten de distinas formas. Al día siguiente, el sábado 29 de marzo, a las 12:00 horas, se realizará la plantación simbólica de un olivo y la colocación de una placa conmemorativa en el Parque del Barquero (Pontejos).

El Día de la Tierra Palestina se celebra cada 30 de marzo desde 1976, cuando miles de personas palestinas se manifestaron contra la expropiación de tierras agrícolas por parte del Estado de Israel en la región de Galilea. Durante la represión de esas protestas, el ejército israelí mató a seis personas e hirió y detuvo a cientos. Desde entonces, la fecha se ha convertido en una jornada de resistencia simbólica.

En los últimos años, el Día de la Tierra también se ha vinculado a otras formas de resistencia no violenta, como la Gran Marcha del Retorno, una serie de protestas iniciadas en Gaza en 2018, en las que han muerto más de 200 personas por fuego israelí, según cifras de organizaciones de derechos humanos.

La jornada suele incluir manifestaciones, plantaciones de olivos, actos culturales y educativos, así como el izado de la bandera palestina como símbolo de resistencia. El olivo, en particular, es un árbol de fuerte carga simbólica, al representar el arraigo y la permanencia frente al desarraigo y la expulsión.

Sobre el documental

Las hijas de la Nakba´ es un documental de la directora Estela Falastin. Esta producción audiovisual «muestra de qué forma las mujeres palestinas han participado y han estado presentes en todas las formas de lucha y resistencia contra la ocupación colonial, primero británica y posteriormente sionista. El documental nos sumerge en el día a día de diferentes mujeres palestinas y cómo cada una de ellas, a su modo, hace frente a la colonización israelí, a un sistema patriarcal que se endurece con la colonización y a una mirada occidental que las relega a un papel de víctimas».

Aitor Sánchez Smith y su documental sobre el Cabezón por Gaza, en Madrid

El documental ‘Cabezón por Gaza’, dirigido por el realizador cántabro Aitor Sánchez Smith, se proyectará el sábado 29 de marzo a las 19:00 horas en el espacio madrileño Librería Traficantes de Sueños, ubicado en la calle Duque de Alba, 13, en Lavapiés. El acto se completará con una mesa redonda que reunirá a activistas, profesionales de la salud y responsables de ayuda humanitaria vinculadas con la situación en Palestina.

En el coloquio posterior intervendrán Lorena Gamito, directora de Ayuda Humanitaria de UNRWA España (Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina en Oriente Próximo), Santi González Vallejo, del Comité de Solidaridad con la Causa Árabe, la doctora Afnan Abdelkader, nacida en Gaza, y Lucía Mazarrasa Alvear, integrante del colectivo Rumbo a Gaza y vecina de Cabezón de la Sal. La moderación correrá a cargo de Pepa Moleón.

Mostrar comentarios [0]

Comentar

  • Este espacio es para opinar sobre las noticias y artículos de El Faradio, para comentar, enriquecer y aportar claves para su análisis.
  • No es un espacio para el insulto y la confrontación.
  • El espacio y el tiempo de nuestros lectores son limitados. Respetáis a todos si tratáis de ser concisos y directos.
  • No es el lugar desde donde difundir publicidad ni noticias. Si tienes una historia o rumor que quieras que contrastemos, contacta con el autor de las informaciones por Twitter o envíanos un correo a info@emmedios.com, y nosotros lo verificaremos para poder publicarlo.