El Instituto Nacional de la Seguridad Social (INSS) en Cantabria se ha sumado a la red de Puntos Violeta, una iniciativa impulsada por el Gobierno de España para promover espacios seguros y de atención frente a la violencia de género. Las dos sedes del INSS en Santander, ubicadas en la calle Calvo Sotelo y en Nueva Montaña, han sido habilitadas como nuevos puntos de referencia para la información, sensibilización y acompañamiento a víctimas.

La delegada del Gobierno en Cantabria, Eugenia Gómez de Diego, ha presentado este viernes la iniciativa junto a la directora provincial del INSS, Eva Suárez, y la jefa de la Unidad de Coordinación contra la Violencia sobre la Mujer, Diana Mirones. Durante el acto, han destacado el compromiso de la Administración General del Estado en la lucha contra todas las formas de violencia machista.

Una treintena de trabajadores del INSS ha recibido formación específica en materia de violencia de género y acoso sexual, con especial atención a las nuevas formas de violencia: económica, sexual, vicaria y el ciberacoso. «El objetivo es dotar al personal de herramientas para detectar posibles casos, ofrecer una escucha activa y derivar a las víctimas a los recursos especializados», ha explicado Gómez de Diego.

Según ha informado la delegada, en Cantabria hay actualmente 1.501 mujeres incluidas en el sistema VIOGEN, «una cifra que refleja la magnitud del problema y la necesidad de seguir ampliando la red de apoyo institucional». En este sentido, Gómez de Diego ha subrayado la importancia de presentar denuncia y de buscar apoyo profesional: «salir del ciclo de la violencia es posible, pero es fundamental no hacerlo solas. Existen profesionales especializados que acompañan en cada paso del proceso».

Se recuerda que el teléfono 016 ofrece atención gratuita, confidencial y disponible las 24 horas, sin dejar rastro en la factura.

Con esta incorporación, la Delegación del Gobierno continúa extendiendo la red de Puntos Violeta en Cantabria, en la que ya participan las ocho oficinas del SEPE, la Universidad de Cantabria y diversas entidades locales. La estrategia busca sensibilizar a los empleados públicos, aumentar el conocimiento sobre el fenómeno de la violencia de género y contribuir a una atención más humana, empática y eficaz hacia las víctimas.

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