
El edificio municipal que lleva una década cerrado se justificó para no perder equipamientos públicos en Santander tras el cierre de un colegio
El portavoz del Partido Regionalista de Cantabria en Santander, Felipe Piña, denunciaba estos días que en la calle Santa Lucía existe un edificio que es de propiedad municipal y lleva una década cerrado, sin uso. La propia alcaldesa, Gema Igual, ha confirmado la evidencia, atribuyéndola a que no tiene un uso definido y a que para tenerlo habrá que “esperar el momento”.
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En concreto, el inmueble se encuentra en la calle Santa Lucía, 13, en el centro de la capital, a escasos metros de Cañadío o el Río de la Pila. Allí estaba antes el colegio religioso Divina Pastora, que cerró en 2005.
El Ayuntamiento quiso compatibilizar, y así lo reflejó en el Plan General de Ordenación Urbana de 2012, el uso residencial –viviendas- y el dotacional –equipamientos-. Se trataba de que la pérdida de un colegio, aunque no fuera público, no supusiera también la pérdida de dotaciones (servicios) para la ciudad.
Por eso, cuando se planteó levantar allí, sobre el gran solar dejado por el colegio Divina Pastora, un edificio se puso como condición que se añadiera otro de carácter público y propiedad del Ayuntamiento: para poder hacer uno, había que acometer el otro.
Pero diez años después de ese trámite –veinte después del cierre del Divina Pastora-, Santander no sólo perdió un colegio en el centro, sino que sigue sin tener una dotación municipal –un local para una asociación de vecinos, un centro de día, una ludoteca…-. Lo único que avanzó fue la construcción privada, algo recurrente en el modelo urbanístico de Santander.
EL AYUNTAMIENTO DEFENDIÓ EL TRÁMITE QUE PERMITÍA LA CONSTRUCCIÓN DE VIVIENDAS APELANDO A QUE SE CONSEGUÍA UN EQUIPAMIENTO PÚBLICO
En 2005 cerraba sus puertas el colegio gestionado por las Religiosas Franciscanas Misioneras de la Madre del Divino Pastor, que durante décadas había prestado servicio educativo en esa misma parcela. Con su clausura, el inmueble quedó sin uso, y su futuro pasó a manos del planeamiento urbanístico.
En el año 2012, el Plan General de Ordenación Urbana de Santander delimitaba ese espacio como la Unidad de Actuación AE-8(B) “Divina Pastora”, con un objetivo declarado: permitir la construcción de viviendas sin perder dotación pública en una zona densamente poblada. El mecanismo fue un convenio urbanístico.
El Plan General de 2012, con unas previsiones de población elevadísimas y unos cálculos forzados que llevaron a considerar todo el suelo de la ciudad libre, fue anulado por el Tribunal Supremo por lo relacionado con el abastecimiento de agua, pero las previsiones para esta zona siguen vigentes en la actualidad.
El Ayuntamiento forzó cálculos y priorizó ingresos para someter el Plan General a revisión
El acuerdo, firmado entre el Ayuntamiento de Santander y la empresa promotora Soluciones Integrales de Cantabria Siglo XXI, S.L. (SIDECAN), constituida ese mismo 2012, establecía condiciones concretas: el promotor construiría un edificio residencial de hasta 50 viviendas y, a cambio, entregaría de forma gratuita al Ayuntamiento un inmueble independiente para uso dotacional público, ya construido, con calidades equiparables al resto del conjunto, y con diez plazas de garaje, para una edificabilidad de 3.200 metros cuadrados.
Esta cesión era condición indispensable para que el promotor pudiera registrar la licencia de primera ocupación de las viviendas.
El Estudio de Detalle fue aprobado inicialmente en mayo de 2014 y, tras un periodo de alegaciones —entre ellas, por el impacto a un árbol singular o el incumplimiento de los anchos de acera mínimos según la normativa estatal de accesibilidad—, fue aprobado definitivamente por el Pleno del Ayuntamiento en octubre de ese mismo año.
Durante el debate plenario, la portavoz socialista —entonces Judith Pérez- expresó su oposición a la desaparición de un equipamiento escolar sin alternativa y se abstiene. El equipo de gobierno, ,entonces liderado por el alcalde Íñigo de la Serna, defendió que el colegio llevaba cerrado casi una década y que se obtiene, a cambio, un nuevo centro cívico y viviendas en un solar sin uso.
Si bien los trámites para el Estudio de Detalle y el Convenio urbanístico los acometió SIDECAN, fnalmente el edificio de viviendas de la parcela fue comercializado por Tecniobras bajo la marca “Divina Pastora Residencial”.
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