
‘La Pasión según San Mateo’ de Bach emocionó y llenó el Palacio de Festivales. Una semana bíblica acompañada de sambas y danzas contemporáneas
La Pasión según San Mateo – Rias Kammerchor Berlín / Akademie für Alte Musik Berlín – Palacio de Festivales – 12 abril
Dicen las leyendas de la historia de la música clásica que el compositor Félix Mendelssohn (Hamburgo, 1809-Leipzig, 1849), siendo un niño prodigio con buena vista, se encontró en la carnicería de su ciudad -Leipzig- con que el tendero envolvía la carne en papel pautado, partituras originales de Bach (Eisenach, 1685 – Leipzig, 1750). En estas partituras y otras, almacenadas en una casa alquilada por el carnicero, estaba La Pasión según San Mateo. Verdad a medias (el carnicero envolvía con ellas medias, salchichas y casquería fina) fue el segundo descubrimiento de la obra maestra del genio de Bach, que tuvo el 11 de marzo de 1829 su recuperación con gran éxito popular, dirigiendo coros y orquesta el propio Mendelssohn. Desde entonces hasta hoy en día es un oratorio representado en las fechas pascuales. Este año el Palacio de Festivales la ha tenido programada con un altísimo nivel de calidad y respeto a lo original en los músicos y cantantes de la Akademia für Alte Musik Berlín como orquesta y el RIAS Kammerchor Berlín como coro. Berlín como garante de las mejores esencias bachianas y acogedora del apasionado director Justin Doyle (Lancaster, 1975).
Representada como Bach la concibió, la sala se encontró con un doble coro, una doble orquesta con instrumentos barrocos y seis cantantes principales. Doble órgano, dobles cuerdas, dobles vientos y una solitaria tiorba (que para los alemanes es un laúd) en tierra neutral junto a una viola de gamba. Era un espectáculo ver el empleo de una parte u otra del grupo en un ejercicio de levantarse y sentarse continuado que tuvo su momento más bello cuando a un concertino de la mitad primera (a la izquierda del publico) le sucedió el concertino de violín de la mitad segunda (la derecha). El aria Erbarme dich, mein Gott (Ten piedad, Dios mio) fue una delicia entre delicias, esperada y emocionante. El relator de los textos evangélicos estuvo encomendado al tenor Patrick Grahl, expresivo y con una voz adaptada a cada momento intenso; sus diálogos con el bajo Mattew Brook como Jesús conmovían dentro de un libreto que no por conocido deja de estremecer; y como muestra de instantes cuidados e impactantes -además de una violinista rompiendo cuerdas- estaría el coro gritando a Pilatos “¡Crucifícalo!”. Los sobretítulos en castellano que explicaban lo que estaba ocurriendo en alemán no ayudaron mucho apareciendo en ellos Judas antes de tiempo o demorando recitativos.
Mención aparte está la dirección de orquesta(s) y coro(s) en la que Justin Doyle volvió a mostrar sus cualidades interpretativas; mientras dirigía con firmeza y sensibilidad empatizaba con los instantes de prendimiento de Jesús, juicio, subida al Gólgota, muerte y sepultura. La orquesta respondía impecable y los coros brillaban. Sensacional concierto. Una sala Argenta llena estalló en aplausos y ‘bravos’, algo que los alemanes no hacen, pero que continuaron en siete largos minutos. Fue un sábado de muchas glorias.
Tiago Nacarato & Cainã Cavalcante – Beira Mar – Cine Los Ángeles – 11 de abril – 20:30 horas
No es fácil juntar a un guitarrista brasileño nacido en Fortaleza con un cantante y guitarrista portugués nacido en Oporto y que los dos hagan música llena de samba, bossa y alegría. Cainã Cavalcante (1990) es el mago de la guitarra y Tiago Nacarato (1990) la voz que le acompaña suavemente. Juntos dieron un concierto en Santander -dentro de una gira en al menos tres países europeos- ofreciendo lo mejor de sus repertorios.
Un encuentro “lusófono” tiene que empezar con aromas brasileiros tan emblemáticos como Aquarela do Brasil, la samba octogenaria más conocida en el planeta. Cainã, solo en escenario, fue el iniciador de la noche dando vueltas interminables a la melodía, a su guitarra y a las canciones que le venían a la cabeza. Parecía una caja de sorpresas rítmicas y lo fue. Creado el ambiente, llegó la presentación de Tiago con otra samba más moderna y triste –O Mundo é um moinho: “Presta atención, el mundo es un molino. Aplastará tus sueños, tan mezquinos. Reducirá las ilusiones a polvo”- que en su voz parecía una canción de amor. Los dos siguieron en un dúo cómplice en el que resonaban mares, playas, sonidos que recordaban las aguas a la guitarra de Paco de Lucía o al famoso adagio del Concierto de Aranjuez. Sonrisas, ánimos entre los dos y noventa minutos pasados a velocidades guitarreras. Hubo un bis, ¡cómo no!, una larga canción coreada por el público, muy nochentera: Grao. Una pareja amiga feliz y con ganas de transformar cada sala en un rincón de Brasil. Lo consiguen.
El vacío que llena – Babirusa Danza – Sala Pereda – 10 de abril – 19:30 horas
La tarde prometía fusión: danza con música clásica, danza con música electrónica. También prometía llenar un vacío, ¿con músicas, con coreográficas, con proyecciones de video? Con todo. Un espectáculo donde el centro era Beatriz Palenzuela, bailarina y coreógrafa, acompañada de un trio de intérpretes de música clásica en directo (Sara Castrillo -soprano-, Marta Gamaza -órgano-, Paulino García -tiorba-), grabaciones de una música pensada para la ocasión (original de Evil Kate) y videos para la escena de Rubén Vilanova.
El escenario vacío reflejaba bien el espíritu de la obra y las evoluciones de Beatriz expresaban búsquedas, ansiedades, silencios e inquietudes: “Siento que en mi danza hago visible cómo nos toca el mundo, siendo la carne del mundo. Mi danza es un lugar detrás de las palabras”. Un mundo interior que casaba con el fragor de la música grabada (a un volumen de sonido y graves desmesurado) y la belleza de las piezas de Vivaldi, Bach y Kapsberger. Los temas barrocos cantados por una soprano -que gusta actuar- se diluían entre proyecciones de bosques que no tranquilizaban mucho, más al ser mezclados con desastres ambientales.
Mucho esfuerzo detrás de cincuenta minutos danzantes, donde un vacío existencial confronta sonidos. Larga preparación para un montaje novedoso con una contradicción: la lucha por la sostenibilidad se puede expresar sin dejar sordos a los oyentes.