DÍA DEL LIBRO

La Vorágine cumple 12 años agitando la cultura crítica y el trabajo asociativo desde Santander

El colectivo sostiene una librería asociativa, un centro de cultura crítica y una editorial y aporta al bien común liderando o colaborando con diferentes acciones colaborativas
Tiempo de lectura: 4 min

La librería asociativa La Vorágine abrió sus puertas un 24 de abril de 2013. “Un día después del día del libro, quizá para ser conscientes de que antes ya existía casi todo”, explica Emmanuel Gimeno, uno de los miembros del colectivo que la impulsa. Ahora, cuando La Vorágine cumple 12 años, ya “hablamos de un proceso asentado, con una fuerte comunidad alrededor y, creemos, que con importantes raíces en un territorio que necesita, como todos, de ser agitado”, recalca María Rivero Abascal, otra de las piezas claves del colectivo y una de las libreras habituales de La Vorágine.

La fotografía hoy, 12 años después de sembrar la quimera, contempla una librería con un fondo medio de unos 12.000 títulos que, aunque apostando al generalismo, contienen un fuerte porcentaje de libros de no ficción centrados en el pensamiento político y social, así como en los feminismos, la historia o la memoria colectiva. “Entre nuestras secciones hay algunas poco habituales en otras librerías, como la de ‘Cuerpos’, ‘Antipsiquiatría’, ‘Decolonialidad’ o ‘Lectura fácil’, pero también son secciones clave la de poesía o la de narrativa, pero con una apuesta clara por las ediciones más independientes o audaces”, explica Carmen Alquegui Lanas, la otra librera de La Vorágine.

Además, la editorial La Vorágine acaba de sumar el título 80 entre sus seis colecciones, en un trabajo “lento pero lleno de sentido. Ni se publica cualquier cosa ni tenemos ansiedad por sumar títulos porque no nos guía el sentido comercial”, explica Pilar Chato, que forma parte del colectivo de La Vorágine y ahora concentrada en el proceso editorial.

Al mirar la vista atrás, La Vorágine acumula la programación de 1.656 eventos diferentes en estos 12 años, entre los que hay presentaciones de libros, encuentros con autoras, charlas, talleres, proyecciones… En total, han pasado por esta programación 47.764 personas, lo que da una media de 28 participantes en cada uno de los 138 eventos o acciones que se programan cada año. “La programación ha sido clave desde nuestros inicios porque siempre dijimos que La Vorágine es un espacio de encuentro, de rozamiento, un espacio para hacernos preguntas en común”, matiza María Rivero Abascal.

Sólo en los últimos 12 meses, La Vorágine ha programado 120 actividades, con la participación de 4.205 personas y la interacción con personas clave del pensamiento contemporáneo y de la creación como Silvia Federici, Edurne Portela, José Ovejero, Yayo Herrero, Jairo Marcos, Mª Ángeles Fernández, Mariona Fernández Palou, Antonio Orihuela, Cristina Fallarás, Gabriela Wiener, Almudena Sánchez, Guillem Martínez, Jorge Riechmann, Emanuela Borzacchiello, Liliana Suárez-Navaz, Josep María Esquirol, Ángel Calle, Mª Ángeles Pérez López, Irantzu Varela, Juan Ponte o Cesar Rendueles, entre muchas y muchos otros.

Pero si algo gusta al colectivo de La Vorágine, conformado por seis personas que sostienen la actividad de forma horizontal y sin ánimo de lucro económico, es la comunidad que se ha formado alrededor del proceso. En este momento hay 121 aliados y aliadas de La Vorágine que con sus aportes reducen la presión económica al proceso, nueve voluntarias y voluntarios que colaboran en tareas habituales, y cientos de personas que saben “que La Vora, como nos llaman muchas, es un espacio de cuidados donde la diversidad y el cariño son más importantes que las ventas o la administración”, confiesa Carmen Alquegui.

Esa comunidad es lo que anima e impulsa a La Vorágine a colaborar con muchos otros procesos en Cantabria y en el resto del país y a liderar proyectos importantes para la sociedad como FELISA (Feria del Libro de Santander y Cantabria), Cine sin Niebla, ciclos como (Des)esperanza Climática o (In)capaces, e impulsar nuevos espacios, como Poemapa, centro cultural y de activismo que La Vorágine ha abierto en Bogotá (Colombia) en colaboración con el colectivo Human Rights Everywhere.

La última iniciativa en común de La Vorágine ha sido la celebración del Día del Libro con el resto de librerías y espacios culturales del Barrio del Buen Vivir, donde está su sede. “Sabemos que solas no vamos a ningún lado y que en este mundo el hecho de hacer cosas juntas sin esperar recompensa económica a cambio ya es cambiar las cosas. Nuestro objetivo es que ser un salmón que, gracias a ir contracorriente en compañía de iguales, sea muy difícil de pescar”, concluye Gimeno.

Mostrar comentarios [0]

Comentar

  • Este espacio es para opinar sobre las noticias y artículos de El Faradio, para comentar, enriquecer y aportar claves para su análisis.
  • No es un espacio para el insulto y la confrontación.
  • El espacio y el tiempo de nuestros lectores son limitados. Respetáis a todos si tratáis de ser concisos y directos.
  • No es el lugar desde donde difundir publicidad ni noticias. Si tienes una historia o rumor que quieras que contrastemos, contacta con el autor de las informaciones por Twitter o envíanos un correo a info@emmedios.com, y nosotros lo verificaremos para poder publicarlo.