El Gobierno del Partido Popular, con el consejero Sergio Silva a la cabeza, demuestra una vez más su desprecio por la educación pública y por las necesidades reales de la ciudadanía, en opinión de la formación morada. Creen que su respuesta ante esta crisis ha sido la dejadez y la improvisación. En lugar de buscar soluciones reales, como exigir una prórroga del contrato de arrendamiento o habilitar un espacio alternativo, optan por el camino fácil: dispersar a los alumnos y desmantelar la comunidad educativa de El Pedregal, según dice Podemos en un comunicado de prensa.

Mercedes González, Coordinadora Autonómica de Podemos Cantabria, ha sido tajante: «no vamos a permitir que se cierre El Pedregal sin dar la batalla. Lo que está haciendo el consejero Silva es un ataque directo a la escuela pública. Hay familias, niños y niñas con proyectos vitales que se están viendo truncados por la desidia de un gobierno que gobierna de espaldas al pueblo.»

«Este no es solo un problema de espacio o de contratos, es una cuestión de voluntad política. Y lo que está demostrando el PP en Cantabria es que no le importa ni la calidad educativa, ni la comunidad escolar, ni el futuro de nuestros hijos e hija», ha remarcado la dirigente morada.

Las familias llevan semanas exigiendo diálogo, alternativas y compromiso. Y lo que han recibido es silencio institucional y una política de hechos consumados. Podemos Cantabria se pregunta si es así como piensa el señor Silva proteger la educación pública, puesto que esto es desmantelar, en lugar de fortalecer, un centro educativo público.

Desde Podemos Cantabria apoyan todas las movilizaciones y exigen al Gobierno de Cantabria que deje de mirar para otro lado. Le recuerdan al consejero Silva que debe estar al servicio de las familias y «no de los intereses privados ni de la comodidad de su Consejería».

Instan a la Consejería de Educación a rectificar inmediatamente, a sentarse a negociar con las familias, el Ayuntamiento y la Fundación Barquín Hermoso, y que garantice la continuidad del CEIP El Pedregal. «Cualquier otra decisión será una irresponsabilidad histórica y una agresión a la educación pública cántabra», concluye.