
La sociedad civil entona el «basta ya» en Santander para denunciar la aniquilación de Gaza
Los llamamientos a la movilización se vienen intensificando en los últimos meses, sobre todo desde que Israel rompiera el alto el fuego en Gaza el pasado marzo. Las iniciativas culturales también han ido a más, y todo por poner siempre en primer plano la situación de una región donde las imágenes son aterradoras día tras día, con el riesgo de que miles de personas puedan perder la vida por los bombardeos del ejército israelí o incluso por hambre, dado que la entrada de ayuda humanitaria sólo se produce a cuentagotas.
Este fin de semana se convocaban dos movilizaciones principales: la manifestación de este mediodía en Santander, y la marcha que tendrá lugar mañana domingo, desde la estación de FEVE de Torrelavega hasta el parque Conde de San Diego de Cabezón de la Sal, y que arrancará a las 9 de la mañana.
En la capital de Cantabria, miles de personas, 6.500 según los convocantes de la manifestación, Interpueblos y la Red Solidaria contra la Ocupación Palestina, han caminado desde Puerto Chico hasta la Plaza del Ayuntamiento. La intención es que el grito de solidaridad e indignación se oiga cada vez más alto para que cambie la respuesta de la comunidad internacional ante lo que se ve cada día en Gaza.
Por eso, durante toda la movilización se ha gritado «basta ya». Basta de colaborar con el proyecto colonizador sionista, basta de equidistancia, basta de no reconocer el legítimo derecho del pueblo palestino a su defensa, basta de comerciar armas con Israel y basta de mentiras.
Una de las acciones preparadas para esta manifestación es que varias personas llevasen un bulto blanco en brazos, pensando en los bebés asesinados durante este año y medio largo de ataques indiscriminados que han cercenado o acabado con un sinfín de familias. Y también pensando en los bebés que tienen seriamente comprometido su futuro por vivir donde viven.
Otro de los momentos de la movilización ha sido el detenerse ante la sede del Banco Santander para denunciar la participación que tiene esta entidad financiera, así como el BBVA, en empresas armamentísticas que está teniendo un papel protagonista en los bombardeos que se suceden en la Franja de Gaza. Los manifestantes han animado a no ser cómplices de estas empresas.
Además, desde el Comité Interpueblos se ha leído un comunicado en el que lamentan como «ante nuestras miradas atónitas y con el corazón encogido, vemos cómo se están desarrollando toda una serie de atrocidades de una magnitud desgarradora. Son cometidas sobre todo un pueblo cuyo territorio está siendo colonizado por el sionismo desde hace más de un siglo. Han ido en aumento progresivamente, año tras año, hasta llegar al actual genocidio que se está viviendo en Gaza, en donde más de dos millones de personas llevan 20 meses atrapadas bajo las bombas y el bloqueo israelí que les priva de los más básico para sobrevivir».
Las cifras que destacan en el comunicado hablan por sí solas: «con el 95% de las viviendas dañadas o destruidas y el resto de infraestructuras arrasadas, sin refugio posible ni lugar en donde esconderse, ya se han contabilizado más de 60.000 civiles asesinados y muchos más de 120.000 heridos que no pueden ser auxiliados, sabiéndose que las cifras son mucho mayores. Según la ONU, 14.000 bebés están en riesgo inminente de morir de hambre». Y se preguntan cuántos niños y niñas murieron de hambre anoche mismo, o cualquier día, en un territorio que no entiende de días laborables o festivos.
Sostienen los convocantes que, desde octubre de 2023, Israel ha lanzado sobre Gaza más de 70.000 toneladas de explosivos, el equivalente al impacto de seis bombas como la de Hiroshima, en un territorio más pequeño que la Comarca del Besaya.
«Desde su creación, Israel lleva cometiendo crímenes de guerra y de lesa humanidad con total impunidad y ahora no lo es menos con el genocidio del pueblo palestino en la Franja de Gaza. Todo esto ha sucedido ante las cámaras, que vomitan en nuestros hogares las abominables imágenes, el sufrimiento extremo de una población que está siendo castigada sin piedad, simplemente por pertenecer a una tierra que otros ansían poseer. Con cada bomba que cae sobre la población desvalida, con cada niño o niña que muere de hambre, se abre una grieta más en el sistema de valores éticos en los que se fundamentaba nuestra sociedad y que nuestros gobernantes están permitiendo que se derrumbe», decían en el comunicado.
Se preguntan hasta dónde tiene que llegar Israel para que haya una respuesta contundente, no solamente basada en palabras. «La internacional reaccionaria ha cerrado filas en favor de Israel. O se le paran los pies al sionismo de forma tajante, con hechos, con apoyo a la resistencia palestina, sin medias tintas ni palabras vacías, o la humanidad irá a la deriva hacia regímenes autoritarios», afirman.
Exigen los convocantes que, de una vez por todas, «se suspendan inmediatamente las relaciones comerciales, económicas y diplomáticas con Israel, un Estado encausado formalmente por genocidio ante los tribunales internacionales, y en cumplimiento, entre otras, de sus obligaciones como firmante del Estatuto de Roma. No adoptar oficialmente ninguna medida ante esta situación y en estas circunstancias convierte a las autoridades españolas en colaboradoras de estos crímenes y garante de su impunidad», concluían.
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