
¿Hace un poco de yoga? El Teresuca propone diversas actividades, al margen de los conciertos
Aunque en un festival parece que lo importante es siempre la música en directo, el Teresuca Fest siempre ha estado empeñado en ofrecer otras cosas diferentes e interesantes para quienes acudan a la cita.
El arranque será con la clase de Yoga de Marian Rodríguez, a partir de las 10 de la mañana. Ángela Rivas, del Centro Social Smolny, cree, en una entrevista concedida a EL FARADIO, que «es una hora buenísima, porque además ese parque con toda la arbolada es una maravilla para hacer este tipo de actividad».
A las 11 y media, una actividad que también estuvo el año pasado, llegará la exhibición de baile de Dance and art, y se abrirá también un taller creativo que durará todo el día en el Parque Jado de Santander.
A las 12:00, aunque habrá otras sesiones durante el día, tendrá lugar el taller de RCP a cargo de la doctora Carmen Fuentes. Algo que ojalá no nos haga falta practicar nunca, como dice Rivas, pero que es útil saber hacer.
Una novedad de este año será la presencia de la Asociación Apapachando para niños con enfermedades raras y sin diagnóstico en Cantabria. A las 12:45 tendrán una charla, que estará conducida por el director de El Faradio, Oscar Allende, y a las 16 un taller titulado ‘ponte en mi lugar’, para que los niños se hagan conscientes de lo difícil que es vivir con una discapacidad. «Se les hace vivir situaciones cotidianas, por ejemplo, atarse un cordón, beber agua, sin los sentidos, sin ver, sin escuchar, sin poder utilizar una pierna o un brazo, para que ellos sientan cómo es vivir con una discapacidad», explica Rivas.
No será lo único específico para los niños. En el Parque se vivirán dos sesiones de cuentacuentos. La primera, a las 13:00, con Nahúm Cobo, y a las 17:00, con Cristina Carreras.
A las 14:00 será el momento de parar a comer, mientras Lúkaro se sube al escenario a cantar, en lo que será el primer concierto del día. Después, a las 15:00, taller de pintacaras, con Superpekes, y también uno de Scratch y Chapas.
Desde que arranque Lúkaro, ya habrá música todo el tiempo, excepto en las paradas entre un grupo y otro, pero las actividades seguirán hasta, aproximadamente, las 18:00. Desde ahí, ya la música será la gran protagonista.
Rivas recuerda que no hay que pagar entrada, sino que se pide que los asistentes lleven alimentos no perecederos. La idea es que quien quiera pase un día en familia, con precios populares en las barras, y disfrute de un día donde la comunidad es lo más esencial. Se puede ir incluso con mascotas, pero se pide que haya una responsabilidad para una convivencia sana en todo momento. «No se permite ninguna clase de machismo, ni de homofobia, ni de xenofobia, porque si vienes a buscar problemas pues no, eso no se va a tolerar, no ha pasado ningún año por suerte, pero eso lo queremos dejar claro porque es un espacio para todo el mundo, condición, raza, etnia», aclara.