La Ferrería de Cades crece como recurso turístico
En la ribera del río Nansa, en el municipio de Herrerías, se encuentra la Ferrería de Cades, un conjunto declarado Bien de Interés Local a principios de 2014 por el Gobierno de Cantabria y que se está convirtiendo, poco a poco, en un nuevo recurso turístico para la comunidad autónoma.
Tal y como explicaba en una entrevista en Buenos Días Cantabria su directora, Carmen Fernández, se trata de un edificio que se terminó de construir en 1752 y en el que se puede disfrutar de un «ingenio hidráulico» rodeado de una naturaleza espectacular. La visita guiada permite contemplar en vivo y en directo cómo se trabajaba el hierro en pleno siglo XVIII.
El agua que se capta en el río Nansa, unos 1.000 más arriba y transportada mediante un canal, ponía en marcha dos molinos harineros además de la propia ferrería. La casa blasonada de los propietarios, y la presencia de una panera, completan este conjunto rural.
Recientemente se ha realizado una rehabilitación integral de la ferrería, de su maquinaria, del molino anexo, así como de todo su entorno. De esta forma, el visitante encontrará en su interior un pequeño montaje expositivo y un audiovisual, que sirven de complemento a las explicaciones de la visita guiada y a las demostraciones de su puesta en funcionamiento.
Un relajante paseo por el bosque de ribera próximo, entre hayas, fresnos o avellanos, es la forma perfecta para terminar la visita a un lugar cada vez más conocido.