Contra el uso “sesgado” de la Constitución: UGT recuerda que también garantiza las pensiones
El sindicato UGT lleva varias semanas intentando darle la vuelta a discursos que corren el riesgo de instalarse en el debate público en torno a cuestiones como la sostenibilidad de las pensiones, los servicios públicos o el papel de los impuestos.
Este miércoles finaliza en Santander el ciclo de charlas ‘’Explicar el discurso’, en el que durante semanas y por distintos puntos de Cantabria se han organizado mesas redondas con representantes de partidos progresistas con representación institucional (PSOE, Izquierda Unida, Podemos).
Será a las 19.00 horas en el Salón de Actos del Instituto Santa Clara, en Santander.
Desde el sindicato, su responsable de Empleo, Julio Ibáñez, criticaba los intentos de dar una connotación “negativo” que habla de los impuestos como un “castigo” o las pensiones como “un lujo que no nos podemos permitir”.
Frente esto, ellos rebaten argumentando que “los impuestos son necesarios para mantener el Estado del Bienestar” o que las pensiones son algo que los usuarios “han pagado durante toda su vida” .
En este sentido, UGT lamentaba el “uso sesgado de la Constitución”, defendiendo que “nadie puede darle el carné de constitucionalista a otro” y advirtiendo de que “el constitucionalismo no puede basarse en el artículo 155” porque, recordaba, “la Constitución también dice que la fiscalidad debe ser progresiva”.
“Los ciudadanos pagamos impuestos, pero recibimos servicios, que deben ser mejorados, claro, pero no son un castigo, son el precio de los servicios” que, apostillaba, “deben ser de calidad”.
Al respecto, advertía de ciertos mensajes que hablan de su deterioro porque “muchas veces esto se dice para crear una mala imagen” como paso previo a la privatización.
También en la Constitución se habla de las pensiones, que deben ser “sostenibles y suficientes”. En consecuencia, añade, “habrá que buscar fórmulas de financiación” que pueden ser “los propios presupuestos” (es decir, financiarlo al igual que el resto de servicios públicos, como la sanidad o la educación, con los presupuestos, en lugar de con la ‘hucha’ a la que se recurre).
Ibáñez defiende las pensiones como sostenibles, y expresa su temor a que no lo sean con el actual mercado de trabajo: ya que se calculan en función de la vida laboral, “no será sostenible si tenemos salarios bajos, jornadas parciales…” –como constatan mes a los mes los datos del empleo en Cantabria, en los últimos se reflejó la firma de 26.000 contratos para garantizar 1.000 empleos, es decir, en realidad fueron contratos parciales– que harán que su importe en el futuro pueda ser menor.
Además, alertaba de que “hay mucho interés en denigrar el sistema de pensiones” porque existen “muchos intereses detrás” por parte de empresas que aspiran a que “nos hagamos planes privados”.