El Defensor del Pueblo pide que se extreme la prevención para evitar los «super incendios»
El Defensor del Pueblo pide al Gobierno central y a las comunidades autónomas que intensifiquen sus tareas de prevención de los incendios forestales.
Lo hace en su informe anual, consultado por EL FARADIO, en el que constata que la zona Noroeste es donde más se han concentrado, citando los casos de Galicia, el norte de León, Cantabria y haciendo hincapié en la situación de una Asturias “duramente castigada” (donde ardió una superficie mayor que la superficie afectada en todo Castilla y León).
El Defensor del Pueblo, que fiscaliza a petición de los ciudadanos los fallos en el funcionamiento de las instituciones, se detiene en el análisis de las causas, observando que aquellos que se definen como grandes incendios forestales vienen aumentando tanto en frecuencia como en intensidad.
“En algunos casos se habla incluso de «super-incendios», de una extensión nunca vista, y que llegan a provocar modificaciones en la climatología creando lo que se conoce como tormentas de fuego o tormentas ígneas, en las que los incendios son de tal intensidad que crean su propio sistema de ventilación, que los aviva, haciendo así extremadamente difícil su control y posterior extinción”, describe.
Y sitúa como causa “última” el cambio climático, con los factores de el aumento de las temperaturas y la sequedad del ambiente, como constatan informes cientifícos de Naciones Unidas.
Pero también se refiere a otra causa de carácter social, la despoblación de las zonas rurales (el “shock” que describió en la última oleada de incendios la investigadora de la UC Virginia Carracedo), lo que se traduce en el “abandono” del aprovechamiento de recursos forestales, que tradicionalmente se utilizaban como combustible y, a su vez, ha generado la existencia de masas de vegetación mucho mayores, con el consiguiente aumento del riesgo de incendio.
En consecuencia, las actuaciones contra los incendios deben enmarcarse en la lucha contra el cambio climático.
Y apunta a centrar los esfuerzos en la prevención, “más que incidir de forma preponderante y desproporcionada en aparatos logísticos de extinción de incendios (personal, equipamiento, hidroaviones, infraestructuras, etcétera)”.
El Defensor del Pueblo también reclama una mayor coordinación entre las distintas administraciones, en especial en el apartado de prevención, “mínimo” en muchas comunidades.