El secretario general del Partido Regionalista de Cantabria, Miguel Ángel Revilla, y el secretario general del PSOE Cantabria, Pablo Zuloaga, han refrendado con su firma el acuerdo de Gobierno alcanzado para los próximos cuatros por las comisiones negociadoras de ambos partidos el pasado  viernes.

Foto del pacto de Gobierno con un apretón de manos entre PRC y PSOE.

El acuerdo “lógico” y “respaldado” por los ciudadanos en palabras de Revilla que, durante su comparecencia con la prensa, ha reconocido sus diferencias con Zuloaga pero insiste en que están “obligados a ser amigos”, aunque ha destacado que lo importante es que sean “compañeros leales”.

“Con los resultados electorales, si algo estamos encomendados es a mejorar el futuro de Cantabria y que lo haremos mejor en buena sintonía, sin duda, así como que haremos todo lo posible para que esa sintonía sea la mejor”, ha asegurado, a su vez, el líder socialista.

Zuloaga considera “fundamental” que ambos partidos trabajen “fuertes, unidos y leales” por el futuro de Cantabria, «con más y mejor empleo, más y mejores libertades y con más y mejores servicios para todos los cántabros y las cántabras». Así, tienen por delante el reto de sacar adelante una legislatura en la que quedan pendientes varias políticas de la anterior, como la ordenación del territorio o una ley de protección de las personas LGTBI.

En la formación del Gobierno, los regionalistas, además de la Presidencia del Gobierno, gestionarán las áreas de Presidencia y Justicia, Obras Públicas, Ordenación del Territorio, Urbanismo, Innovación, Industria, Turismo,  Comercio, Ganadería, Pesca, Desarrollo Rural, Medio Ambiente y Educación. Mientras que los socialistas, estarán al frente de la Vicepresidencia,  que incluye las áreas de Universidades, Cultura y Deporte, Políticas Sociales, Sanidad, Igualdad,  Economía y Hacienda.

“SINTONÍA ENTRE EL GOBIERNO DE ESPAÑA Y EL DE CANTABRIA”

El secretario general del PRC ha incidido en que se trata del acuerdo “lógico” porque “es bueno que haya sintonía entre el Gobierno de España y el de Cantabria” y porque las dos formaciones ya han gobernado juntas en anteriores ocasiones (2003-2007, 2007-2001 y 2015-2019). “Venimos de ocho años de gobierno juntos y en la que la última legislatura ha sido positiva para Cantabria”, ha apuntado.

Además, se trata de una coalición “avalada” por los ciudadanos y  “responde” a lo expresado por estos en las urnas el pasado 26 de mayo en las que los dos partidos obtuvieron más del 55% de los votos emitidos. “Los ciudadanos querían seguir apostando por un gobierno de coalición. Tenemos un gran respaldo electoral, ya que los ciudadanos han valorado positivamente la gestión de estos cuatro años”, ha sentenciado Revilla.

EL PP CREE QUE EL PACTO DE GOBIERNO NACE “MUERTO”

La primera reacción a este pacto de Gobierno ha venido por el Partido Popular, partido que se propuso a Revilla como alternativa de socio de Gobierno anteriormente, cuando el PRC pidió sus votos para la opción de sacar adelante un Gobierno en minoría.

Su secretaria general en Cantabria, María José Sáenz de Buruaga, augura que el acuerdo de Gobierno nace “muerto” y cree que “no traerá estabilidad a Cantabria si no más de lo mismo”.

“El asunto terminó como nos temíamos, con el voto de Revilla en Madrid a cambio de los votos del PSOE en Cantabria. Yo te doy la presidencia, tú me la das a mí y Cantabria y los cántabros que esperen”, ha lamentado, ante una legislatura que cree que estará “cargada de tensión” y con una convivencia complicada entre los líderes, que solo traerá un “conjunto vacío para Cantabria”.

“Da lo mismo lo que acuerden y lo que firmen porque dentro de unos años no será más que otro rosario de promesas y compromisos incumplidos”, ha dicho Buruaga, quien ha hecho hincapié en que el PRC y el PSOE son viejos conocidos y todo el mundo sabe que no tienen ni proyecto, ni gestión, ni credibilidad, ni resultados y que su acuerdo de gobierno nace muerto.

Buruaga ha advertido de que los regionalistas no han podido rebajar más el listón, porque los supuestos compromisos no son más que promesas vacías que no obligan a Pedro Sánchez a nada en concreto. “Estamos ante un timo de la estampita y un nuevo fraude a los cántabros, porque no hay fechas ciertas de finalización de nada ni compromisos presupuestarios concretos, solo vaguedades frente a los campeones del incumplimiento en Cantabria”.