Los niños saharauis se preparan para el viaje mientras continúa la represión a activistas
Los niños saharauis participantes en el programa solidario Vacaciones en paz celebraban esta semana una fiesta de despedida previa al inicio de su viaje a distintas comunidades autónomas, entre ellas Cantabria, dentro de esta iniciativa de apoyo a un pueblo confinado en el desierto, olvidado por la comunidad internacional y sometido a una represión de sus libertades que poco a poco va trascendiendo.
La llegada de los niños a Cantabria, de la mano de las asociaciones Cantabria por el Sáhara y Alouda Cantabria, está prevista para el próximo 3 de julio.
Aquí serán acogidos por familias durante el verano, alejándoles de las altas temperaturas y malas condiciones del desierto del Sáhara estos meses. El programa les permite mejorar su estado de salud, al facilitarles acceso a revisiones médicas o la posibilidad de mejorar su dieta.
El Sáhara Occidental formó parte del territorio español durante más de cien años. En noviembre de 1975, Marruecos invadió esta antigua colonia española, “La Marcha verde”, en la que participaron alrededor de 350.000 hombres, mujeres y menores saharauis, además de un contingente militar de 25.000 soldados.
Debido a esta ocupación ilegal, una gran parte de la población saharaui, huyó de su país para refugiarse en una zona desértica al suroeste de Argelia, denominada “La hamada”. Es el desierto más inhóspito y duro del mundo, alrededor de la población de Tindouf.
Después de 44 años y tras varios intentos de convocar referéndums de autodeterminación y de continuas negociaciones auspiciadas por la ONU, el pueblo saharaui permanece en lo que conocemos como los campamentos de refugiados, atrapados en un entorno complicado, atormentado y doloroso.
Un ejemplo de esta situación es el caso de la periodista Nezha Khalidi, acusada de ejercer la profesión sin estar acreditada (una acusación habitual con la que Marruecos pone trabas a quienes tratan de documentar los abusos que sufre la población civil).
Pertenece a Equipe Media, un grupo activista y mediático lanzado por periodistas autóctonos partidarios de la liberación del Sáhara Occidental, que estuvo recientemente en Cantabria para visibilizar su trabajo.
Nezha Khalidi fue arrestada el 4 de diciembre cuando difundía en directo a través de Facebook un vídeo de una manifestación en El Aaiún, en favor de la independencia.
Ayer, 24 de junio, el juicio contra ella,quedó visto para sentencia que se dictará el próximo 8 de Julio. Fuentes cercanas a la defensa de Khalidi aseguran que la informadora ha quedado en libertad hasta que se pronuncie el veredicto. La periodista afirmó ante el juez, que es víctima de una “venganza” por sus actividades en un medio por su carácter “fiable e independiente”.
El juicio ha tenido una repercusión inusual y, organizaciones como Human Rights Watch o Reporteros sin Fronteras han salido en su defensa. Además, se ha realizado sin observadores internacionales ya que las autoridades policiales marroquíes, impidieron la entrada a los cinco extranjeros, dos estadounidenses del Colegio de Abogacía de Estados Unidos y tres españoles del Consejo General de Abogacía Española, frenándoles en el aeropuerto e incluso, en el caso de los españoles, impidiendo que se bajaran del propio avión.
EL RAP SAHARAUI SE SIENTE HUÉRFANO
Por otra parte, fuentes familiares confirmaron ayer la muerte del joven rapero Said Lili en el mar mientras intentaba escapar en una patera a Gran Canarias junto a decenas de jóvenes saharauis.
Sus amigos y familiares, afirman que era un joven con mucha iniciativa. Fue agredido, perseguido y finalmente detenido en su territorio por el simple hecho de reivindicar su libertad y la de todos los saharauis, a través de su música.
Su testimonio era uno de los que reflejaba el documental ‘Life is waiting’