Dos horas ha durado el discurso de investidura de Miguel Ángel Revilla. El quinto que pronuncia en el Parlamento de Cantabria, tal y como ha recordado al inicio de su intervención.

Lo hace en una situación que reconoce que “puede ser simular a otros escenarios”, en su pacto con el PSOE, al que ya pasó por votos la pasada legislatura. Pero ha querido resaltar las “grandes diferencias” de la situación actual, después de que su partido se haya convertido en la formación hegemónica en Cantabria y se haya convertido en el partido que más ha crecido.

Miguel Ángel Revilla en su discurso ante el Parlamento.

“Aun así no permite llegar a una mayoría estable para gobernar en solitario”, ha añadido, por lo que ha optado por “la solución lógica”, que es el pacto con el Partido Socialista, previo pacto nacional para que estos se aseguren el apoyo del diputado del PRC para investir a Pedro Sánchez.

Revilla ha destacado la experiencia de gobierno que lo une a su socio, así como las “coincidencias en el programa muy abundantes”, que considera que ha sido, además, respaldado por los cántabros porque ambos partidos han salido reforzado de las urnas.

Además, ha destacado la gran diferenciar de esta legislatura con respecto a la anterior, como es el hecho de que, juntos, consigan sumar los votos necesarios en el pleno del Parlamento para garantizar la aprobación del presupuesto.

Pese a ello, Revilla destaca la importancia de la estabilidad y se ha comprometido a “no tirar de rodillo” para sacar solo adelante las cuestiones con los 21 diputados que suman ambas formaciones. “Dentro de 15 días llamaré a las fuerzas sociales para trasladarse nuestros propósitos y pedirles opinión, dentro de la estrechez presupuestaria, qué tenemos que hacer para que Cantabria siga prosperando”, ha adelantado, en referencia a los sindicatos y la patronal.

Asimismo, ha asegurado que “tiende la mano” a los portavoces de los demás grupos políticos” para que se reúnan y acuerden los principios básicos que hay que llevar a cabo. Quiere huir, para ello, de los insultos que cree que han protagonizado la última etapa parlamentaria. “Podemos discutir, discrepar pero no faltemos a la gente”, ha reclamado.

Por eso, ha finalizado el discurso reclamando la figura del recientemente fallecido Rafael de la Sierra. “Hemos asistido a lo que debería ser una unánime forma de conducta, un reconocimiento de todos, de izquierdas, de derechas, de todos…”, ha reconocido, destacando del que fue uno de sus hombres de confianza su rectitud, rigor y su capacidad de “decir las cosas con dureza pero elegancia”.

OBJETIVOS MARCADOS Y CAMBIOS EN LAS CONSEJERÍAS

En su discurso, Revilla ha defendido el trabajo de la pasada legislatura en diferentes materias y ha repetido sus objetivos marcados en esta legislatura que, a grandes rasgos, coinciden con sus reclamaciones nacionales, tanto en materia de infraestructuras, como el tren de altas prestaciones o la implantación de La Pasiega como el pago y el impulso del hospital Valdecilla.

“Quiero que sea el primer hospital de España que aplique la terapia de protones contra el cáncer”, ha anunciado, lo que cree que lo convertiría en “un referente” ya que esta terapia solo se lleva a cabo en otros dos hospitales nacionales, que son privados.

Además, ha resaltado algunos cambios en el Gobierno, como es el cambio de Vivienda de la cartera de Obras Públicas a la Consejería de Políticas Sociales. “No hay nada más social que atender a los que no pueden acceder al mercado de la vivienda libre”, ha insistido.

Otro de los cambios es el de Turismo, que saldrá de Industria para ir a Educación. El objetivo en esta materia es “desestacionalizar julio y agosto, que siga haciendo continuidad en septiembre”, para lo que ha anunciado varias conexiones nuevas desde el aeropuerto Parayas-Seve Ballesteros a destinos como Bolonia o Viena.

Sobre educación, por cierto, ha puesto el ejemplo de Portugal, destacando que dan autonomía de gestión a los centros educativos, aunque también ha puesto el foco en la necesidad de apostar por la escuela rural, que cree que “es la base para no continuar con la despoblación”.

“Hay que crear un proyecto que atienda a la diversidad del alumnado, teniendo en cuenta las novedades demográficas y atendiendo a la escuela rural”, ha añadido, aunque sin referencias a otras diversidades, como las del colectivo LGTBI. Recordemos que la pasada legislatura quedó en el tintero la ley de apoyos a los derechos de estas persona y que, en la semana del Orgullo, se sigue reclamando su aprobación en Cantabria.

Por último, el presidente ha vuelto a insistir en una cuestión que trajo polémica en el pasado, y es su afirmación de que en Cantabria no existe la corrupción. “En Cantabria no se oye nada de mordidas y de comisiones”, ha asegurado, recordando que era lo habitual en los 80 y 90 en los que él se encontraba “pero de víctima”. “Creo que se podrá hacer las cosas más o menos bien pero la corrupción no; creo que hay una buena imagen de que aquí no se trinca”, ha recalcado de nuevo.

LOS PARTIDOS DE LA OPOSICIÓN VE EN EL DISCURSO UN “VACÍO” “SIN ILUSIÓN” PARA UN NUEVO PROYECTO

Las reacciones de los partidos políticos de la oposición coinciden en que no ven cambios de proyecto, ni ilusión o entusiasmo.

Desde el Partido Popular, su portavoz parlamentario, Iñigo Fernández cree que en el discurso “no había proyectos, no había compromisos, no había propuestas concretas en ningún ámbito”. “Ha pasado superficialmente sobre un tema tan importante como el modelo de financiación de las comunidades autónomas”, ha afeado Fernández.

Ha sido “un discurso vacío, sin propuestas, sin programa, sin proyecto de región. No hay proyecto, no hay trabajo, no se respira ni siquiera ilusión. Nos da la sensación que ni el candidato tiene ilusión por gobernar, nos da la sensación de que el proyecto está vacío y que la figura del candidato cada día que pasa se desinfla”, ha lamentado.

Desde Ciudadanos, su portavoz parlamentario, Félix Álvarez, cree que “ha sido una declaración de intenciones muy bonita pero lejos de la realidad de Cantabria”, y que las palabras del líder del PRC han sido «un remake de lo vivido en los últimos cuatro años».

«PRC y PSOE viven en Narnia, pasean muy poco por la calle y no conocen la realidad de miles y miles de cántabros que trabajan dos, tres o cuatro meses en esta región», ha lamentado el portavoz de Cs, para quien «la triste realidad» de la comunidad autónoma se centra en que «somos una de las cuatro autonomías que no ha recuperado la riqueza de antes de la crisis».

Félix Álvarez ha llamado la atención acerca de que en Cantabria  «tenemos la mayor precariedad laboral de toda España», en la que «los jóvenes se siguen marchando a buscar un futuro que ni este Gobierno ni los anteriores les han proporcionado». «La realidad es muy distinta de lo que pinta el señor Revilla», ha concluido.

Desde fuera del Parlamento, Izquierda Unida ve “falta de rumbo y entusiasmo” en el discurso y el gobierno de Revilla, tal y como ha expresado la coordinadora autonómica de Izquierda Unida, Leticia Martínez, que considera “se traducirá, como ya ha ocurrido en la pasada legislatura, en palabras bonitas y grandilocuentes proyectos que no se materializan o lo hacen contra los intereses de las familias trabajadoras y el patrimonio de nuestra tierra”.

En un comunicado, la líder de IU afirma que “hemos asistido a un discurso por obligación, sin entusiasmo, gran parte de él leído incluso con asombro, como si no se creyese lo que dictaba el papel”. “Es evidente que no veremos grandes avances tampoco en materia de protección ambiental y del territorio, ya que insisten en llevar a cabo el puerto deportivo de San Vicente o aparecen con nuevas ocurrencias, como el anuncio de la construcción de un campo de golf en Mogroviejo; ambos proyectos ni son demandados ni desestacionalizan el turismo como han afirmado”, ha sentenciado.