Los adictos a los medios
Para los que somos adictos a los medios, un medio como El Faradio es un básico que uno no puede dejar de leer. Somos adictos gracias a la generación de nuestros abuelos que nos contagiaron leer muchos a la vez. Ahora los medios son papel, vídeo, radio, podcast, todo a la vez o combinando como hace El Faradio.
Nos encontramos con El Faradio en su principio y es muy bonito ver como un proyecto nace, crece y se va consolidando a base de esfuerzo, ganas y mucho tesón.
Gracias al Faradio hemos conocido proyectos increíbles que se estaban haciendo en nuestra región. Hemos descubierto iniciativas que hacen que la ciudad esté en permanente actividad, sople el viento que sople. Hemos escuchado el por qué de movimientos desde la voz de donde se fraguó el movimiento estuviera donde estuviera, y ese frescor siempre es bueno.
Nos gusta la pluralidad y ese tono siempre amable para que se puedan compartir los distintos puntos de vista en las conversaciones en un mundo donde casi todo el mundo persigue el ruido por el ruido. Nos fascinan los medios que buscan que la gente se agrupe en busca de un mismo sentido de la verdad.
Nos enganchan los medios que buscan todos los ángulos posibles de la historia. Nos motivan los medios que no solo se leen, sino también que se puedan escuchar en la tranquilidad de la mañana con esa cosa que es, no poder predecir, lo que vas a encontrarte al día siguiente.
Nos hacen reflexionar los medios que hacen preguntas y que tienen respuestas que al oyente le hacen repensar. Nos gustan los medios que reflexionan y que hacen ciudad, que unen para que la conversación provoque cambios.
Nos enamoran los medios que hacen lo que contaba el nuevo editor del New York Times en una entrevista, cuando hablaba de su etapa periodística en un medio local; pasarte la mitad del día aprendiendo para luego, la otra mitad del día, pasarla enseñando.
Hoy la web es cada día mas rápida, y ver que El Faradio evolucione con este nuevo diseño para contar mejor las cosas es un placer para todos los sentidos. Para que entre mejor por los ojos, para que haya mas conversación, para que aprendamos más todos y mejor.
Para que siga evolucionando. Para que siga la estela de cada día de los grandes medios como el New Yorker, Monocle o la New York Magazine contando cosas que son locales pero que afectan también a otras ciudades y regiones como la nuestra.
Y que entre todos hagamos que la luz del Faradio se vea cada día desde más lejos. Y todo esto desde Santander, Cantabria.