‘Una isla en un barrio’ se adentra en el (desconocido) cementerio protestante de Cazoña
En el Cementerio Británico de Santander, un lugar anclado en el barrio de Cazoña, descansan los restos de más de 120 personas. Muchas de ellas contribuyeron al desarrollo industrial de finales del siglo XIX. Algunos eran ingenieros ferroviarios claves en la llegada del ferrocarril, otros empresarios, diplomáticos extranjeros, marineros y soldados ingleses de la época. Todos protestantes. Todos enterrados en este desconocido espacio urbano ante la imposibilidad de yacer en cementerios católicos.
Itsaso Iribarren y Germán de la Riva, dos creadores e investigadores en arte, conocieron la existencia de este enclave y comprobaron el potencial que tenía para relatar y contar la historia de Santander a partir de las vivencias de las personas que allí reposaban. Desde entonces, comenzaron a realizar una investigación artística e histórica para abordar el estudio del espacio y compartirlo con vecinos y visitantes a través de distintas actividades.
Ambos han trabajado e indagado en la memoria colectiva, estudiado documentos históricos y profundizado en la arquitectura del cementerio. Así crearon ‘Una isla en un barrio’, un proyecto premiado en la convocatoria de ayudas Cultura Emprende de la Fundación Santander Creativa (FSC) con el que gracias a un programa de propuestas divulgativas, específicamente diseñadas y creadas por profesionales del arte, crearán una experiencia única en la que zambullirse y conocer en profundidad el cementerio, también llamado ‘de los Ingleses’.
A la presentación, que ha tenido lugar esta mañana en Enclave Pronillo, han asistido la alcaldesa y presidenta de la FSC, Gema Igual, la concejala de Cultura, Deportes y Transparencia, María Luisa Sanjuán, la directora en funciones de la FSC, Almudena Díaz y los responsables de la iniciativa.
La primera acción que realizarán serán las visitas guiadas a esta “isla”, que se desarrollarán los próximos 23, 24, 25, 30, 31 de agosto y 1 de septiembre a las 11:00 y 12:30 horas. Una visita especial, diseñada con un formato híbrido, que combina la tradicional visita guiada con el arte de la performance para que los participantes se acerquen de un modo diferente a la historia del cementerio.
Los grupos estarán formados por un máximo de 25 personas que, en todo momento, irán acompañados de dos performers y facilitadores que harán las funciones de guiado y acompañamiento. Cada visitante contará con unos auriculares para escuchar los textos explicativos y el contenido de la visita así como las instrucciones de las dinámicas propuestas, los sonidos ambientales y la música.
Pensados para todo tipo de público, los interesados en realizar el recorrido tendrán que inscribirse enviando un correo a unaislaenunbarrio@gmail.com indicando nombre y DNI de las personas interesadas y el día y hora del pase al que se quiere asistir. Se podrá solicitar un máximo de dos entradas por personas y las visitas serán gratuitas. Toda la información se puede consultar también entrando en www.unaislaenunbarrio.com.
La segunda parte de la investigación se formalizará en diferentes soportes. Todos los documentos generados, la información del proceso de creación, las metodologías usadas y los testimonios rescatados serán compartidos con el público a través de una exposición que recogerá fotos, vídeos y otros materiales, una conferencia, la publicación de un libro de artista y la web, que servirá como archivo online.
Los organizadores de este proyecto trabajan conjuntamente desde hace más de diez años. Sus creaciones han podido verse en lugares como Festival BAD, la Fundición de Bilbao, la Fundación Mapfre en Madrid, el Centro Botín o el Centro Cultural San Martín de Buenos Aires. Sus piezas han sido reconocidas con premios como el de Creación Artística del Ayuntamiento de Pamplona en 2018 o el Primer Premio del Certamen de Textos Teatrales del Teatro Circo Price de Madrid, en 2014.
La historia de la danza, las formas contemporáneas de vida y la relación entre el cuerpo y los procesos industriales son algunos de los temas que han abordado a lo largo de su carrera. En 2017, dirigieron una experiencia similar a ‘Una isla en un barrio’ en el Cementerio Británico de Madrid como encargo del Teatro Circo Price.
‘Una isla en un barrio’ ha contado con la colaboración de la comisaria y gestora cultural Carmen Quijano, los músicos Robert Navarro y Nuria Velázquez, la investigadora Ana Fernández, la artista Aranzazu Viana y el fotógrafo Javier de la Riva. Quijano ha tenido un papel esencial en la labor de orientación y mediación, los músicos serán parte activa de las visitas, Ana y Aranzazu están realizando una labor de asistencia en la investigación histórica y artística y Javier se encargará de la mirada fotográfica del proceso.
Además, la iniciativa ha sido posible gracias a la colaboración de la Iglesia Evangélica Española de Santander, situada en la calle Gomez Oreña 11, con vigencia en la ciudad desde el año 1869 y encargada del cuidado y conservación del espacio .
De las 36 iniciativas presentadas este año fueron elegidas siete: ‘Fotos Vivas. La tarde de la fotografía’, de la historiadora del arte Araceli Cavada, ‘EXHIBIT Lab’, de la empresa Exhibit Art Management, ‘Déjate ver. Haciendo cultura inclusiva en la ONCE’, de Panacea, ‘Club de visionarios: los nuevos espectadores’, de la compañía Café de las Artes Teatro (CdAT), ‘Monumental. Arte en las calles de Santander’, de Creando Estudio Gráfico, ‘Seis canciones populares montañesas’, de Inés García y ‘Una isla en un barrio’.